UN MUNICIPIO TIENE SU TORMENTA PERFECTA EN POLÍTICA

POLÍTICA 

Denuncias por abuso sexual, violencia de género y laboral en Morón

Por Pedro Alejandro Ivanoff 

Violar desde el Poder: los códigos de silencio municipal

El Municipio de Morón navega por aguas tormentosas, el intendente Lucas Ghi encubre al abusador y golpeador de mujeres Hernán Sabbatella que tiene denuncias penales por abuso sexual a una empleada municipal y de violencia de género y sexual a su ex esposa la cantante Natalia Bazán.

Ghi lo suspendió indefinidamente con un goce de sueldo de casi cuatro millones de pesos y se niega a echarlo de su cargo jerárquico; hay otras denuncias de empleadas municipales por los mismos cargos contra Hernán que fueron cajoneadas por esta administración desde hace años.

La justicia le colocó una tobillera dual y según el intendente es “para protegerlo de su ex mujer”(SIC), el letrado defensor de Hernán Sabbatella es el Dr. Ricardo Malvicini que representó al condenado pedófilo padre Julio Grassi: ¿Qué mierda tienen en la cabeza?

El concejal libertario disidente, Ariel Aguilera en la última sesión del Consejo Deliberante presentó un Proyecto de resolución pidiendo al Ejecutivo urgentes medidas y respuestas a este encubrimiento, en un encendido discurso acusó al Cuerpo de ser “víboras rastreras” que no levantan la voz, y denunció intento de golpe legislativo luquista (Lucas Ghi) contra su Presidente Marcelo Gonzalez del Frente Renovador.

La ex Diputada nacional y dirigente peronista local Marina Cassese publicó una dura carta contra el intendente donde lo acusa de persecución hacia sabbatellistas, terrorismo laboral y pidió la vuelta de Martín Sabbatella como Intendente.

Motosierra económica: endeudar para amordazar

Desde que el Intendente Ghi rompió con Sabbatella, de inmediato puso en acción una caza de brujas con masivos despidos y también un mecanismo de asfixia económica contra los periodistas locales.

Con la llegada de un periodista deportivo de Ituzaingó como Jefe de Prensa (ignoto en este Distrito), se propuso castigar y disciplinar a la prensa local.

El Subsecretario de Prensa y Comunicación Christian Basile se niega a pagar las deudas de publicidad institucional contraídas por contratos con los periodistas (hasta con cinco o seis meses de atraso), suspendió la renovación de las pautas de octubre a diciembre y amenaza cortarlas en 2026 o bien recortar los importes actuales en un 50% y solo darle pautas a pocos.

Basile recibe órdenes de Estefanía Franco “Tofi”, (algo como la nueva Karina Milei del municipio), aplicando la motosierra a la prensa para cancelarla en modo libertario y desfinanciarla, a diferencia del ex Secretario de Prensa Fernando Torrillate que actualizaba sustancialmente los montos de las pautas trimestralmente para compensar la inflación.

Las pautas no son “sobres” ni compra de colegas como los libertarios dicen, son una contraprestación por contrato legal para pasar al aire en los programas radiales las publicidades grabadas por el Municipio, lo mismo para la gráfica, tv o redes; y ese monto siempre es una miseria excepto para periodistas amigos (ahora pocos) y para Medios nacionales. 

Morón canta: “Hoy estoy peor que ayer pero mejor que mañana”

La Dra. Franco “Tofi” es la Intendenta real en ejercicio, Lucas Ghi en modo autómata parece perdido, confundido, aturdido y manipulado, vacío de poder político propio luego de su última derrota electoral.

Existe una alarmante parálisis de gestión a todo nivel, institucional, sanitaria, financiera y laboral como no se veía hace años. Lucas Ghi solo anuncia más patrulleros como único argumento de la ideología de Derecha de su Secretario de Seguridad Damián Cardoso.

Los trabajadores municipales tienen un sueldo de hambre promedio de 25 mil pesos mensuales y hay 7600 empleados en la actualidad, la mitad de la planta trabajadora gana menos de 35 mil, los empleados no protestan por temor a los despidos, su vergonzante Sindicato repta bajo Ghi/Tofi y callan gracias a los beneficios que reciben sus dirigentes.

Los rodean un séquito de referentes pejotistas de derecha anti K, funcionarios que lo vampirizan sin pausas.

El Intendente vive en una dimensión paralela, de espalda hacia el pueblo moronense, no escucha a nadie, traicionando a sus aliados originales del Partido Nuevo Encuentro y fingiendo demencia sin hacerse cargo del desmadre municipal. Esta debacle abre un peligroso 2027 en manos del grupúsculo de malandros libertarios que crecen mientras Lucas Ghi se hunde.

La Administración local sigue cuesta abajo mientras el intendente vende humo.

Tribuna de Periodistas




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