LOS JÓVENES TIENEN LA PALABRA

EDITORIAL

Miren si estos jóvenes, un día se dan cuenta que pueden cambiar cualquier elección, cuando se duerman escépticos y se despierten electores pensantes

Por Walter R. Quinteros

No sé si se dieron cuenta, pero el porcentaje de electores en nuestro país ha aumentado en más de un millón cien mil jóvenes que engrosan el padrón. Los nuevos votantes tienen entre 16 y 17 años y están habilitados para votar en las elecciones legislativas del 26 de octubre. Esto representa un 3,16% del total del padrón. En las elecciones de 2023, votó el 68,6% de los jóvenes de 16 y 17 años, el porcentaje más alto desde la sanción de la Ley de Voto Joven en 2012. Pero sucede que a pesar del aumento en participación electoral, el 53% de los jóvenes no se siente representado por los partidos políticos actuales, según un relevamiento de Cippec y Unicef.

Me encanta ser periodista. 

En Córdoba, la Ley provincial 9571 en el Capítulo II que lleva de título: Calidad, Deberes y Derechos del Elector, y en su Artículo 8º.- Electores. Señala que: "SON electores provinciales los ciudadanos argentinos con domicilio en la Provincia de Córdoba, mayores de dieciséis años de edad hasta el día de la elección y que reúnan los requisitos exigidos por la presente Ley".

En la República Argentina rige la Ley simple llamada Voto joven. Por la ley de voto joven, a partir de los 16 años pueden elegir las autoridades nacionales que gobiernan el país. Pero atento a esto: La ley no establece ninguna sanción para los menores de 18 años que no voten.

En Córdoba son 93.713 los jóvenes de entre 16 y 17 años habilitados para votar ahora.

Empecemos con las preguntas; ¿Qué es la ley del Voto Joven?

Es la que permite que los jóvenes argentinos desde los 16 años puedan votar. Se aplica en todo el territorio del país para la elección de candidatos nacionales (senadores y diputados para el Congreso de la Nación), Presidente y Vice.

Gabriel García Márquez decía que el periodismo es el mejor oficio del mundo.

Javier Milei, para llegar a ser diputado primero, y presidente después, dirigía el mensaje a los jóvenes de 18 a 35 años. Recuerdo que los llamaba "los sub 40". A ellos les hablaba, les hacía una especie de docencia económica. Con eso le alcanzó. 

Los jóvenes, así como se presenta el panorama, serán un grupo clave en el proceso electoral, por lo que conviene escuchar lo que esperan de sus autoridades, cómo ven al país y cuáles son los problemas que los afectan a ellos de manera especial. Pero no he visto a nadie que lo haga.

Tengamos en cuenta que este grupo etario pasó dos años de su vida escolar en pandemia, estudiando a distancia, que no han tenido posibilidad de socializar como cualquier persona de esa edad suele hacerlo, y después, hasta han encontrado dificultades para acceder al mercado laboral. En cuanto al lado político, estimo que solo entre 30 y el 40% de ellos muestra interés en la política y el resto muy poco o nada le interesa la coyuntura nacional.

El maestro de los maestros en periodismo, el polaco Ryszard Kapuscinski, enfatizaba que formular preguntas es fundamental en el periodismo, ya que para él es una profesión que vive de la curiosidad y el asombro. Entonces mando este mensaje para los domadores del micrófono en Cruz del Eje, y les pido lean de nuevo a Kapuscinski.
 
Ahora vienen las clásicas preguntas que ustedes no hacen:

Joven cruzdelejeño, ¿puedes explicarme qué sabes de la corrupción en los políticos?

¿Qué sientes al ver las mismas caras de siempre en los afiches?

¿Quién de ellos te solucionó a vos y a tus vecinos el tema de la inseguridad?

¿Qué es para vos una buena gestión institucional?

¿Qué mensaje de algunos de ellos te llegó? 

¿Por qué crees que fulano o mengana te van a dar trabajo estable?

¿Sentiste que te mintieron, que te defraudaron, que no te dieron lugar?

¿Por qué crees que ellos cobran diez veces más que tus abuelos y padres?

Con frecuencia, sabemos decir que los jóvenes son el futuro del país. No he visto a políticos sentarse a escucharlos, a tomar nota de sus sueños, anhelos, esperanzas. Esta sociedad en su conjunto, parece no darse cuenta que de alguna u otra manera nuestros jóvenes decidirán el rumbo de Argentina por los siguientes años. 

Y lo que es peor, aparte de taparse los oídos ante cualquier reclamo, usan como toda solución descerebrada, ofrecerles burdas fiestitas para que consuman alcohol.

Nuestros políticos solo miran sus ambiciones, tanto personales como partidarias, enceguecidos en eso, no miran a quiénes son los que definirán las elecciones, y son los jóvenes, el grupo que necesita más que nunca, soluciones. 

Y un dato que quién esto escribe recogió por las noches en bares y kioscos. Perón ya fue. Illia ya fue. Irigoyen, nada. Nombren presidentes argentinos, poco y nada.

—¿Qué quieren, qué esperan de los políticos? 

—Laburo. Al que traiga laburo con obra social lo voto. -Me contesta el 60%-.

Miren si estos jóvenes, un día se dan cuenta que pueden cambiar cualquier elección, cuando se duerman escépticos, y se despierten electores pensantes. 

Me encanta ser periodista.






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