OPINIÓN
Chicos, van a entrar a la cancha, ahora tienen ustedes la pelota
Por Walter R. Quinteros
Dejando los papeles a un lado, y hablando con los chicos, futuros periodistas, les dije que la historia, saber, conocer la historia, es una pata de la mesa a la hora de brindar una opinión, el análisis de ustedes comienza en saber quién es el que la escribe y por qué, se lo deben haber inculcado los profes un millón de veces —les dije—. Literatura y gramática, es el carril por donde viaja la máquina de escribir, también eso les deben haber inculcado. Pero lo que ustedes tienen es la impronta. Eso es de ustedes, lo ponen ustedes.
El café que nos sirvieron estaba riquísimo. Me dicen que los trajo la chica de la panadería de la esquina.
La panadería de la esquina, es una sucursal más de otra que está todavía en la avenida Colón. Les conté eso para desarrollar mi tema sobre los periodistas de oficio, que son muchas veces, más sagaces que los de profesión. En esto vale la vocación. Sin vocación no hay nada, nadie se hace rico por informar, vemos ahora el caso de la problemática salarial que surge en un conocido diario emblema del interior del país. Hay quienes si, tuvieron suerte como el director de un medio que se llevó la estatuilla de oro del Martín Fierro este año, pero su vocación es la de ser empresario. Y volviendo al tema de la panadería del café rico, les conté que yo iba casi todos los días a desayunar ahí. Que todos los días me atendía la misma empleada, la misma sonrisa, el mismo brillo en sus ojos. Todo parecía un cuento de Hadas. Un día, le dije que me hubiese gustado tener treinta años menos para ponerle mi corazón a sus pies —anoten semejante piropo sin temor a ir presos por acoso—. Otro día le dije que nunca, pero nunca, deje de sonreír cuando me vea. Hasta que un día, le manifesté que ella me gustaba, pero que era consciente que podría ser su padre, agregué. Ella, como siempre, me miraba y sin dejar de sonreír, me contestó: "Pero no lo eres".
Hay que saber contar historias, yo terminé viviendo en Cruz del Eje, y ella renunció a la panadería. ¿Qué pasó en el medio? Chicos, acaban de entrar a la cancha, la pelota ahora la tienen ustedes. Eso es el periodismo.
Hay, en estos momentos en Cruz del Eje, un debate sobre si el basural para todo el norte si, o basural para todo el norte, no. Les contaba a los chicos, que eso del basural viene desde hace varios años cuando alguien, con los pantalones en la mano, necesitó algo del gobierno de turno y, a cambio, le encajaron el proyecto de convertir el predio en un "Parque o vertedero" de basura para que los cruzdelejeños seamos potencia en el reciclaje y esas cosas que salen a vendernos garantizandonos que nos ganaremos el cielo si se las compramos. Ojo, pueden ser ciertas, por un lado, pero los vendedores no tienen oficio de vendedor, y ¿por qué Cruz del Eje? ¿Por qué poner nombres bonitos para ocultar qué cosa?
Quiero decirles que toda noticia tiene su parte romántica, veamos: Podemos desarrollarla tocando el corazón de la gente. Daniel Salzano, por ejemplo, supo escribir que un niño en la esquina de Dean Funes y General Paz, escudriñaba un contenedor con basura, metía su mano sin medir los peligros, sacaba una latita de gaseosa, la olía, la sacudía, se la llevaba a la boca, la arrojaba al piso, la pisaba y al fin, la metía en una bolsa, así, hasta que encontró un desodorante, apuntó al cielo pfff, pfff, algo sale, y roció la ropa vieja y sucia que cubría su cuerpo cansado, otra cosa más para la bolsa. Qué imagen, y descripta de esa forma tan maravillosa, es como ver dos veces la película Ladrón de bicicletas para llorar sin pausa. Pero, para ver el bosque y no el árbol, Salzano nos dejaba un mensaje. ¿Dónde va la bolsa con aluminio que ése niño tiene en la mano mientras esquiva autos? ¿Quién lo explota? Ése niño, cierra Daniel —a quién conocí personalmente y tomé un café con él—, un día se acostará niño y despertará hombre y no lo veremos nunca más.
Y hasta puedo citar a miles de recicladores informales de Brasil. Tantas latitas, tantos reales, tantas botellitas de plástico, tantos reales, tantos kilos de cartón, tantos reales. "mae, tem, dinheiro prá jantár". Hasta que alguien se avivó en San Pablo. En aquella ciudad viven 40 millones de personas, y un fulano creó una cooperativa de "recicladores". Presten atención al nombre, y luego creó un gremio y después se volvió multimillonario dirigiendo a varias cooperativas, que venden material a reciclar. Todos son recicladores como él. Algunos por necesidad, "prá jantar", otros para esconderse de la Justicia, otros y otros según los motivos y motivos que pueda exponer cada uno. Pero para ver el bosque y no el árbol, queda claro que ninguno era reciclador por vocación. Tenemos entonces que aquel hombre que recién salía de la cárcel, que había cumplido una larga condena, descubrió que su vocación no era el reciclaje para salvar el medio ambiente, el mundo y la galaxia, ni siquiera para llevar dinerillo a su casa para comer, no, la de aquel "cara", era de la ser empresario de la basura.
Chicos, van a entrar a la cancha, la pelota ahora la tienen ustedes. Eso es el periodismo, llegar hasta el hueso del por qué.
En esta misma mesa, hace unos meses atrás, respondí algunas preguntas. Recuerdo una en especial que hacía referencia a la situación política del momento. Les expuse como ejemplo las nuevas etiquetas de la famosa bebida de cola —que no me va a pagar un peso por nombrarla—, y que pone nombres como el mío, o como el tuyo, por marketing, porque cayó un montón en las ventas y para hacer más atractivo al producto, dejaron el logo y pusieron nombres propios. Entonces agregué que para mí, la basura es basura, el fútbol es fútbol, la política es mugre.
Para tapar la mugre, la política hace convenios, tapa la mugre con otros nombres. Si yo, político, digo que no me importa la meritocracia y que confío en familiares y amigos para ocupar ciertos cargos, estoy tapando mugre, hago marketing y los llamo "personas que siguen al pie de la letra los lineamientos". En aquel momento, también les dije que las buenas amas de casa, las buenas, tienen por costumbre revisar bajo las alfombras para ver si encuentran algo de mugre. Si la encuentran, y para seguir ostentando el título de "buena" ama de casa, la señora tomará medidas con el personal de limpieza.
En mi opinión personal —y con eso cerraba aquella respuesta—, era que yo compré la bebida por la bebida misma, no porque hayan puesto mi nombre, o el de ustedes, por marketing. Yo voté dos apellidos, por convicción. Nunca voté un "triángulo de hierro", que me querían vender y que ahora aparecía en las etiquetas, o titulares de los diarios porteños. Pero como pueden ver, si ahora hacemos un análisis y siempre nos preguntamos el "por qué", encontraremos que hace cuatro meses atrás yo no estaba tan errado. Nadie, pero absolutamente nadie, con la sola excepción del presidente, puede estar arriba de un jefe de Gabinete y sus ministros.
La última pata de la mesa es la vocación, la vocación de aprender cada día más, de observar las gestualizaciones, y saber escuchar para captar contradicciones al momento, o cuando los entrevistados quieren justificar sus certezas. Preguntar el por qué, cuando nosotros tenemos encontramos demasiado dudas. Y no es por ser busca pleitos, sino, se trata de informar. Eso, es lo que llamamos hacer precalentamiento, eso es haber elongado para entrar a la cancha a jugar, hay que saber hacer eso antes que comprar pedorros micrófonos y filmadoras, porque lo que cuenta, requiere demasiado atención, para poder informar con el aporte de la opinión.
Antes que pierda el colectivo que me lleva al valle de las mentiras frescas donde vivo, quisiera que ahora hablen ustedes y me cuenten, si hoy prestaron atención a las cosas que nos rodean.
—¿Qué vieron esta mañana cuando venían para acá?
Ahá, los trabajos en las calles, ¿sabés si es plan anual de la muni ya informado?
Ahá, la cara desesperanzada de la gente, ¿será que no le alcanza, o que se juega de otra forma?
Ahá, mirá vos, ya no se ven pibes con remeras de su club, ¿será para evitar las cargadas habituales, porque las que tienen pasaron de moda, o temor al aumento de la violencia?
Ahá, muchos taxis dando vueltas vacíos, ¿será que algo aumentó demasiado? ¿Las frecuencias de los colectivos? ¿Los Uber? ¿La tarifa del taxí?
Ahá, Schiaretti empapeló la ciudad con afiches y el nombre Juan es Córdoba, ¿saben cuánto dinero hay en eso? ¿De dónde sale? ¿Por qué sale? ¿Siempre Juan? ¿No hay más líderes? ¿Qué hay bajo la alfombra de Juan? ¿Otro pero que dice "el gringo" Juan? ¿Otro con Randazzo que dice el país es Juan? ¿Otro que dice los de afuera son de palo? ¿Hacés la tuya Juan?
Ahá, y bueno como ven, ahí tienen material para un editorial.
—¿Y vos tan callada en el rincón, qué te llamó la atención hoy, cuando venías para acá?
—La belleza que nos regalan los lapachos, señor.

Comentarios
Publicar un comentario