HISTORIA DE CORREDORES

OPINIÓN

El problema es que cada corrupto es un engranaje del Poder Político con el Crimen o con el Poder Económico

Por Sergio Schneider

Era su tercera temporada en la máxima categoría del automovilismo y estaba por vivir una alegría multiplicada. Lideraba la carrera casi desde el inicio y 80.000 espectadores deliraban con la faena del argentino en tierra propia. Era solo cuestión de esperar, porque le llevaba una ventaja de veinte segundos a su perseguidor más inmediato. Primera victoria en la F1 y justo en la Argentina ¿Qué más se podía pedir?

En la vuelta final, quinientos metros antes de la llegada, un suspiro antes de ver la bandera a cuadros, el coche se detuvo. Un problema mecánico había originado un consumo excesivo de combustible y el tanque del Brabham quedó tan vacío como el alma de "Lole" en ese instante. Reutemann se quedó sin primer triunfo y sin consagración total ante su gente.

Sordos ruidos

En el Chaco del presente, la política gira en la pista que lleva a las elecciones nacionales del 26 de octubre, y justo ahora, a tres meses de la votación, la escudería de Leandro Zdero avisa que no hay suficiente nafta como para ir a la velocidad de siempre. El gobierno acaba de anunciar que por un tiempo indeterminado no podrá dar nuevos incrementos salariales a los agentes del Estado. Una de las peores noticias que pueden difundirse en una provincia en la que hasta las palomas están pendientes del cronograma de sueldos de los empleados públicos.

El ministro de Hacienda, Alejandro Abraam, fue el encargado de dar la mala nueva. La acompañó de dos afirmaciones que intentan amortiguar el costo político del anuncio. Una, que la escasez de recursos federales obliga a priorizar la atención de asuntos más urgentes y sensibles, como la provisión de medicamentos e insumos a los servicios públicos de salud. La otra, que la causa de fondo de las restricciones fiscales es el endeudamiento heredado de los dieciséis años de gestiones peronistas: los tres mandatos de Jorge Capitanich y el único de Domingo Peppo.

Es difícil suponer que esos argumentos alcancen para disipar el enojo o la decepción de 133.000 agentes estatales activos y jubilados frente a lo que en la prática es un congelamiento salarial hasta nuevo aviso. Un "plan-no-hay-platita" totalmente opuesto al que tradicionalmente montaban los gobiernos provinciales ante cada compromiso electoral.
Tambores

Como era de esperar, la comunicación del Ejecutivo puso en pie de guerra a los gremios estatales. Los primeros en reaccionar fueron los del sector docente, ya que la sequía de recomposiciones también frustra el pago de la "clausula gatillo" que los maestros esperaban cobrar en julio.

El peronismo, como un boxeador que ve aflojarse las rodillas del adversario, se lanzó a aprovechar el momento, con la mirada fija en la mandíbula del oficialismo. Es algo que recién comienza, porque el PJ irá desplegando el aparato conocido, que incluye al amplio abanico sindical, para tratar de limar a Zdero.

Es una pelea complicada para el gobernador, que viene de una elección agridulce en mayo. En los comicios provinciales, su frente, Chaco Puede, ganó con una ventaja amplia sobre la boleta de Capitanich, aunque compitiendo contra un justicialismo dividido. En cantidad de bancas fue un empate 8 a 8 entre oficialismo y oposición. En octubre el escenario será diferente, porque en el peronismo dan por segura una reunificación del espacio.

Entonces, Zdero llega al partido con una doble contrariedad. Por un lado, la lesión presupuestaria, y por otro el hecho de tener ante sí un contricante que no fragmentará el caudal electoral propio.

Reinventarse

Con esas circunstancias, Zdero está obligado a una nueva reinvención, similar a las que en su momento le permitieron ganar la interna radical de 2023 y luego la gran batalla contra Capitanich, por la gobernación, lides ante las cuales las apuestas lo desfavorecían ampliamente y de las que, sin embargo, salió triunfante.

En esta ocasión deberá encontrarle la vuelta al desgaste que pueda haberle provocado el ejercicio del poder durante casi dos años y el trago amargo que se podría ver obligado a beber en la conformación de las listas de candidatos. En mayo, en nombre de su acuerdo con La Libertad Avanza, cedió espacios al mileísmo en la nómina para diputaciones provinciales, pero colocó a figuras radicales en los primeros lugares. Ahora los hermanos Milei le piden que tanto la boleta para senadurías como la de diputaciones nacionales estén encabezadas por figuras libertarias del Chaco.

Por lo que afirman varias fuentes, el gobernador viene intentando flexibilizar la petición de la Casa Rosada, pero sin éxito. No puede rebelarse a la solicitud de Milei y su hermana Karina, porque la provincia viene sosteniendo su cadena de pagos gracias a anticipos de coparticipación que autorizan el presidente y El Jefe.

Opciones

Resignarse a la solicitud de los Milei tendrá un costo hacia adentro del radicalismo para Zdero y otro hacia afuera. En el primer caso, lo mostrará como el primer líder radical chaqueño que cede las cabezas de las listas propias a otra fuerza. En el segundo, esa concesión será capitalizada por el peronismo para dar por probado que él y Milei son "lo mismo", como ya predica el discurso pejotista. Un retrato incómodo porque Zdero, hasta ahora, intentó manejar ese vínculo con otra imagen, mostrándose de acuerdo en algunos lineamientos de la política nacional pero no sometido de modo absoluto a ellos. Lo viene haciendo, claramente, para no quedar pegado al costado más brutal del ajuste libertario.

Si no encuentra manera de salir de ese callejón en particular, es probable que Zdero se aboque, entonces, a que por lo menos la subordinación genere a modo de contraprestación una ayuda financiera mucho mayor que las de los últimos meses. Se habla de un acuerdo que genere un aporte federal mayúsculo que se descuente a futuro en cuotas lo menos incómodas posible. Un "tarjetazo" a la espera de que en 2026 haya una recuperación económica que se note en la redaucación fiscal coparticipable. Puede no suceder, pero por eso el futuro es siempre tan querible: a diferencia del presente, en él caben todos los sueños.

Sin alternativas

De lo que no hay dudas es de que si el gobierno anunció la puesta en pausa de los aumentos de sueldos es porque no le quedó otra opción. Ningún presidente, gobernador o intendente toma una medida semejante, a tres meses de una elección, si no es amenazado por la posibilidad concreta de un daño mayor. En el caso que nos ocupa, la otra alternativa, seguramente, hubiera sido atrasar progresivamente los plazos de pago de las remuneraciones.

No es, tampoco, ni el primer ni el único freno al gasto definido por la gestión. También se recortaron pagos de servicios, contrataciones e incluso pautas publicitarias en los medios de comunicación. Pero, sobre todo, es parte de un ajuste que la sociedad sabía que se venía desde el momento en que Milei ganó el balotaje del ’23. Y lo votó no por un arranque de locura, sino por asumir que salir del desastre construido por el kirchnerismo al cabo de dos décadas de terraplanismo no iba a ser indoloro. El tema es qué tan en pie sigue aquella elección ciudadana, frente al cansancio que provoca un camino de privaciones que va siendo extremadamente largo. Con mucho de hipocresía, el kirchnerismo se ilusiona con ese aplastamiento del ánimo colectivo y pretende capitalizarlo.

Zdero, en tanto, se encuentra frente al desafío de sortear una elección con la billetera rota. Con plata cualquiera gana: los liderazgos se ponen a prueba en las épocas de cajas flacas. Una de las claves en la coyuntura del gobernador será ver si logra transmitir que el esfuerzo vale la pena y que no tiene privilegiados.

Años después de aquel día fatídico del ‘74, Reutemann contaba que la noche de ese domingo de enero fue un tormento: "No pude dormir, varias veces me desperté sobresaltado y pensé que ahí, sobre la mesa de luz, estaba la copa del ganador". Son las pesadillas de los corredores.

Diario NORTE - Chaco


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