POR LOS SALARIOS BAJÍSIMOS

POLÍTICA

Aumentan las renuncias de policías, militares y agentes de seguridad



Por Alexis Montefiore

Más de 2.200 efectivos de las Fuerzas Armadas y de seguridad renunciaron en los primeros seis meses de 2025, en un contexto marcado por los bajos salarios, el deterioro del sistema de salud y un creciente malestar interno. Así lo reveló este viernes diario La Nación, que precisó que la cifra supera ampliamente el promedio de bajas habitual en estas instituciones.

De acuerdo al informe, entre enero y junio presentaron su renuncia 257 miembros del Ejército, 234 de la Armada, 193 de la Fuerza Aérea, 386 de Gendarmería, 322 de Prefectura, 412 de la Policía Federal, 177 de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y 292 del Servicio Penitenciario Federal. En total, 2.273 efectivos abandonaron sus funciones.

El éxodo responde, principalmente, a los magros ingresos que perciben los uniformados, especialmente en las jerarquías más bajas, cuyos haberes rondan los $800.000 mensuales —unos 618 dólares al cambio oficial—, una cifra que se encuentra por debajo de la línea de pobreza, que en junio alcanzó los $1.128.398 para una familia tipo, según datos del INDEC.

Incluso rangos superiores como capitanes o tenientes de navío apenas superan el millón de pesos, es decir, unos 772 dólares mensuales, también por debajo del umbral de pobreza.

A la crisis salarial se suma el colapso del sistema sanitario para el personal. A pesar de los descuentos mensuales en sus recibos de sueldo, los afiliados al Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA) enfrentan graves dificultades para acceder a atención médica. En muchas provincias, la oferta de prestadores es mínima o nula, y se registran demoras de varios meses para conseguir turnos con especialistas.

Esta situación golpea especialmente a quienes padecen enfermedades crónicas o necesitan medicamentos costosos. Según publicó La Nación, el Estado nacional adeuda a la obra social aportes por un total de $160.000 millones, a pesar de que el ministro de Defensa, Luis Petri, se comprometió a regularizar la situación.

El deterioro del salario y los servicios de salud no es exclusivo de las fuerzas. En los últimos meses, trabajadores estatales de los sectores de la salud, la educación y la ciencia también salieron a la calle en masivas protestas, denunciando ingresos que no alcanzan para cubrir la canasta básica.

Pese a que el presidente Javier Milei suele criticar duramente a los empleados públicos y reivindica el severo ajuste fiscal implementado desde su asunción, el mandatario ha elogiado en más de una ocasión la labor de las Fuerzas Armadas. Durante el acto por el Día de la Bandera, el pasado 20 de junio, aseguró que “durante años la política utilizó a las Fuerzas Armadas como chivo expiatorio para justificar la reducción del gasto en defensa”, y destacó que “entregar la vida a la protección de sus compatriotas es el más noble de los destinos”.

Las palabras, sin embargo, contrastan con la realidad económica y sanitaria que atraviesan miles de efectivos en todo el país.

Tribuna de Periodistas




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