EL GENERAL MIGUEL ESTANISLAO SOLER

HISTORIAS

No se puede negar que Soler hizo un gran aporte como militar en la guerra contra el imperio de España y luego en Ituzaingó contra Brasil

Por Amado Oscar Juan

El general Soler nació en 1783 y estudió en el Real Colegio de San Carlos. A los 12 años fue cadete de un regimiento. De muy joven participó en la lucha contra las invasiones inglesas y en la represión de la fracasada revolución de Martín de Álzaga. Apoyó la Revolución de Mayo.

Enviado a la Banda Oriental, participó en el sitio y toma de Montevideo. Actuó en forma decisiva en la acción de Cerrito. Fue nombrado Gobernador Intendente de Montevideo y organizó la administración de la Banda Oriental.

Tropas artiguistas, derrotaron a Manuel Dorrego en la batalla de Guayabos en 1815.

Soler se traslada con todo el ejército a Buenos Aires, saqueando antes Montevideo por orden del director Carlos María de Alvear.

Alvear, tras el motín de Fontezuelas renuncia como director y Soler queda a cargo de la comandancia de armas de la campaña bonaerense y encabeza el Regimiento de Granaderos de Infantería.

Por desencuentros con el nuevo director supremo, Juan Martín de Pueyrredón, Soler partió a Mendoza, donde se incorpora al Ejército de Los Andes. San Martín lo ascendió a general en 1816.

Cruzó la cordillera de los Andes como jefe de la División de Vanguardia y jefe de Estado Mayor seguido por la División de Reserva, al mando del brigadier Bernardo O’Higgins. San Martín se unió a la expedición partiendo del Campo de Instrucción de El Plumerillo el día 25 de enero.

Participó en las acciones de Las Coimas y Putaendo. Tuvo una destacada actuación en la batalla de Chacabuco, en la que por una maniobra apresurada de O´Higgins, poniendo en riesgo el éxito de la acción, y advertido San Martín, expresó, ¿quién ha roto el plan de batalla?, y se hizo cargo de las decisiones tácticas inmediatas, resultando un éxito rotundo. Estanislao Soler increpa fuertemente a O´Higgins y San Martín que nunca toleraría una situación de indisciplina, decide separarlo del ejército, regresándolo a Buenos Aires.

En 1819, el director Supremo José Rondeau le dio el mando del Ejército de Campaña con sede en la Villa de Luján. Caído el Directorio en la Batalla de Cepeda en 1820, se pierde el orden institucional.

A partir de este acontecimiento se inicia una etapa de profunda crisis política en Buenos Aires, con actores políticos de relevancia, entre nombramientos, renuncias y destituciones, en la que Soler y Sarratea fueron actores fundamentales.

Sarratea fue elegido gobernador mediante Cabildo Abierto. Reunido con los caudillos del litoral sellan el Tratado del Pilar.

Sarratea es derrocado por entregar armas a los federales, según cláusula secreta de dicho tratado.

Buenos Aires se sumía en el caos y la anarquía y para salvar esta grave situación es elegido Ildefonso Ramos Mejía, hombre sin poder en la práctica.

Un 20 de junio, día frío y de llovizna persistente, por el poder de Buenos Aires pasaban tres gobernadores, Ildefonso Ramos Mejía, que renuncia, pasando el poder al Cabildo y Estanislao Soler que hace sublevar a sus tropas y se hace elegir gobernador por el Cabildo de Luján. Ese día, dejaba este mundo el hombre que dio todo por su patria y pagó los honorarios al médico que lo acompañó de regreso desde Tucumán con lo único que tenía, su reloj de bolsillo. Moría Manuel Belgrano.

Soler asume la gobernación y hace una proclama a los ciudadanos.

Nombra a Manuel Dorrego comandante militar.

Estanislao López derrota a Soler en Cañada de la Cruz. Éste renuncia y emigra a Montevideo.

Dorrego asume la gobernación de Buenos Aires y se logra paz, orden y progreso económico.

Por la reforma militar de 1822, Soler puede regresar a Buenos Aires.

En 1823, Rivadavia lo comisiona en misión secreta a la Banda Oriental.

Brasil peleaba por su independencia y la Banda Oriental estaba ocupada por portugueses y brasileños, bautizada como Provincia Cisplatina.

El interés de Rivadavia era que la Banda Oriental fuera parte de las Provincias Unidas. Se inicia la guerra con Brasil y Soler comanda el III Cuerpo de Ejército, teniendo una actuación estelar durante la Batalla de Ituzaingó. Recibe el cordón y escudo de oro.

Renuncia Rivadavia y asume Dorrego quien firma tratado de paz con Brasil y la independencia de Uruguay. Nombra a Soler ministro plenipotenciario, con el objetivo de entablar vínculos de fraternidad con Bolivia y acordar la anexión de Tarija a las Provincias Unidas.

Lavalle descontento por el tratado de paz entre otras cosas, derroca a Dorrego y ordena su fusilamiento el 13 de diciembre de 1828.

Convoca a Soler a regresar a Buenos Aires. Éste, colabora con Lavalle y luego con su sucesor Juan José Viamonte.

Lavalle acuerda con Rosas, y el luego sería llamado Restaurador se hace cargo de la gobernación, por lo cual Soler emigra a Uruguay nuevamente.

Oribe, presidente de Uruguay, nombra a Soler jefe de Armas de Montevideo. Oribe aliado de Rosas, es derrocado y emigra a Buenos Aires junto con Soler.

En 1839 Soler es dado de alta del Ejército por orden de Rosas. No ejerció cargos en el gobierno rosista, pero colaboró con el gobernador hasta su muerte. Falleció en 1849 en San Isidro.

Soler, aguerrido y de actuación destacada en las acciones de guerra, contertulio en las pulperías y cafés, donde comentaba sus proezas, era criticado por las clases altas, que no aceptaban que un militar rompiera la disciplina que debe guardar por su investidura.

De carácter irascible, a veces prepotente, le costó ser expulsado del Ejército Libertador por San Martín. Así era Soler, pero no se puede negar su aporte en la guerra contra el imperio español y en Ituzaingó contra Brasil.

El mausoleo que guarda sus restos en la Recoleta, inaugurado en 1933, es una alegoría a la justicia.

LOS ANDES


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