CÓMO ERA EL MODUS OPERANDI DE LOS POLICÍAS DE FPA QUE ROBABAN DROGAS

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Por el caso, un fiscal irá a juicio por no investigar irregularidades en la brigada a su cargo

Por Miguel Clariá y Juan Federico

En un caso que sacude a la Fuerza Policial Antinarcóticos (FPA) de Córdoba, el fiscal de instrucción Juan Pablo Klinger se refirió a la condena de agentes de la FPA y civiles involucrados en una organización delictiva dedicada a la manipulación ilícita de estupefacientes.

Además, se confirmó que el fiscal Raúl Ramírez enfrentará un juicio por no investigar irregularidades en la brigada a su cargo, en un caso que pone en jaque la credibilidad de las instituciones encargadas de combatir el narcotráfico.

En diálogo con Radioinforme 3, el fiscal Klinger explicó que, tras una exhaustiva investigación penal preparatoria, se recopiló un "profuso cúmulo de pruebas" que llevó a la declaración de responsabilidad de los agentes de la FPA y civiles implicados. "Convinimos con los defensores y los acusados realizar un juicio abreviado, evitando un desgaste jurisdiccional innecesario, ya que la responsabilidad estaba reconocida", señaló Klinger. Este proceso permitió llevar la causa a debate y culminó con la condena de los involucrados.

Un esquema delictivo sofisticado

El fiscal detalló el modus operandi de la organización, que operaba en las brigadas de Cruz del Eje, Deán Funes y Cosquín, en torno a la Ruta 38. Según la investigación, los agentes de la FPA se desviaban de la normativa establecida por la ley 27.319 de delitos complejos.

Para obtener "procedimientos positivos" que les aseguraran ascensos, traslados o prestigio dentro de la fuerza, los policías se quedaban ilícitamente con parte de los estupefacientes incautados. Estos eran utilizados como "moneda de cambio" para compensar a informantes civiles, conocidos como "dateros", quienes proporcionaban datos sobre puntos de venta de drogas.

"Estos civiles, que no eran agentes autorizados por un juez como establece la ley, actuaban como informantes ilegales o incluso como agentes reveladores, fabricando compras para lograr allanamientos exitosos. Luego, eran recompensados con droga obtenida de manera ilícita", explicó Klinger a Radioinforme 3. Este esquema reveló un paralelismo perverso: policías encargados de combatir el narcotráfico terminaban utilizando droga para traficar beneficios.

El rol del fiscal Raúl Ramírez

El caso tomó un giro aún más grave con la próxima citación a juicio del fiscal Raúl Ramírez, quien estaba a cargo de la brigada de Cruz del Eje.

Según Klinger, entre 2020 y octubre de 2024, cuando se desarticuló la organización, Ramírez, junto al secretario de la fiscalía y el entonces jefe de la brigada, Mauricio Oyola, omitieron deliberadamente investigar la sustracción de una importante cantidad de droga desde la sede de la FPA. "Esa inacción dolosa y la falta de recaudos para resguardar la evidencia constituyen una actitud imprudente que, según la acusación, encubrió el funcionamiento ilícito de la brigada", afirmó el fiscal.

La investigación reveló que, de haber actuado, Ramírez podría haber destapado el esquema delictivo mucho antes. Este hecho, sumado a la nula incautación de drogas por parte de estas brigadas entre 2020 y 2023, muestra una preocupante ineficacia en la lucha contra el narcotráfico en una zona crítica como la Ruta 38.

El caso deja una alarmante zona gris en la lucha contra el narcotráfico, donde la exposición constante a entornos contaminantes parece afectar la formación y el desempeño de los cuadros policiales. Klinger remarcó la importancia de controles más estrictos y una formación adecuada para evitar que los agentes caigan en prácticas ilícitas.

(Cadena 3)




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