OPINIÓN
Ficha limpia y culo sucio
Por Mónica Schulz
Ante todo, NO soy periodista, NO manejo ninguna información, solo tengo el aval de 70 años vividos en este país.
Simplificando al extremo, OTRAVEZDEVUELTADENUEVO nos fumaron en pipa (por ser elegantes)
El diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo…
La manipulación y el manoseo de la voluntad de la gente es abiertamente grosero. Es tan obvio y tan grotesco el intercambio de favores, que uno se agarra la cabeza y termina por bajar los brazos.
Siempre insistí en la importancia del voto, ya que inocentemente creí que es el único momento en que el ciudadano puede expresar su voluntad.
ERROR
Hoy me pregunto si esto es así? Hemos querido este resultado con Ficha Limpia? Parecería que NO. Los tejes y manejes ya son secundarios. Lo ÚNICO que nos importa es que se haga “algo” parecido a Justicia.
Desde el vamos ya parece un disparate de proporciones que se evalúe siquiera premiar a un delincuente condenado con cargos y sueldos públicos.
Pregunto por enésima vez, ¿ud. contrataría a un chorro en su casa y encima le pagaría un sueldo? ¡No se sostiene bajo ninguna lógica!
Ya ni vale la pena descubrir cuál fue el cambio de favores para que los misioneros levantaran la manito en rechazo a lo que la mayoría del país deseaba. Lo único que se demuestra de esta manera es que los representantes del votante han hecho caso omiso a este mandato. Unos pesos en el bolsillo tiran más que una yunta de bueyes.
Decepción, tristeza, vergüenza propia y ajena.
Ahora empieza la gran cacería a los culpables de este resultado. ¿Quién intercambió favores con quién, por cuánto, para qué y quiénes se beneficiaron?
Esto YA NO IMPORTA.
No le importa a ninguno de nosotros, los de a pie. El daño ya está hecho. No importan los discursos inflamados, el acting desmesurado del presidente al que ya estamos acostumbrados y los festejos exultantes de la oposición que se refriega las manitos al asegurarse que pueden seguir con sus tropelías sin que haya consecuencias.
¡YA NO IMPORTA!
Esto es solo una travesura más, y ya pasa al olvido con la velocidad del rayo. Mientras tanto siguen saliendo a la luz escándalos y escandaletes de todos los colores y nosotros vamos con la bolsita a comprar la leche y un cuarto de picada. En nuestro mundo todo sigue igual, todo es del mismo color gris y nuestra cotidianeidad no se inmuta. Seguimos haciendo malabarismos para pagar las cuentas y poner un plato de comida en la mesa. Aunque nos tiren números y estadísticas por la cabeza, ni los jubilados están de perlas, ni miles salieron de la pobreza! Esto es un jueguito aritmético en los papeles y poco tiene que ver con la realidad. Los que miramos la tele nos preguntamos dónde queda el país de fantasía de la macro (millones para aquí y millones para allá).
No nos toca ni de cerca.
Nosotros vemos cómo los negocios de la cuadra se cierran y el que escuchó que el vecino perdió el trabajo, trata de hacerse invisible para que no lo echen también.
A días de una elección menor, los candidatos se arrancan los ojos para conseguir una sillita en la legislatura porteña y la bruja mayor se refriega las manos, ya que el camino está libre para volver a gozar del paraguas de los fueros. Va a repetirse la historia como pasó con Menem, al que le subían el bracito arrugado con un piolín en el Congreso a la hora del voto. Algunos todavía juegan con la esperanza en una Corte que no nos da ninguna confianza. Alguien en su sano juicio realmente cree que vamos a ver a Cristina esposada en la alcaldía para ir a prisión domiciliaria? ( Y por favor no me vengan con la palabrita PROSCRIPCIÓN! Digan lo que es verdad, CÓDIGO PENAL!!!)
Los años vividos nos llevan a dudarlo…
Cuando se habla de historia argentina y de eventual proyección al futuro, desde los brujos y todos sus vaticinios, hasta los más conservadores hay un sentimiento de frustración permanente en nuestra sociedad al punto que ya no somos capaces de entusiasmarnos con ninguna luz de esperanza para este país. Los pajaritos de colores son efímeros y la reiteración de las decepciones nos han quitado las ganas.
Somos tango llorón y vino triste.
(Argentinos a las cosas)
Tod
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