ÚLTIMAS NOTICIAS SOBRE EL FEMICIDIO DE CECILIA BASALDÚA

SOCIEDAD

Extrajeron sangre a un sospechoso tras cinco años de demoras en la causa

Por Redacción Cruz del Eje

La periodista María Eugenia Marengo nos supo contar quién era Cecilia Gisela Basaldúa, allá por el 2o22. En un extenso artículo publicado en CDM Noticias, dice que Cecilia llegó a Capilla del Monte el día 21 de marzo de 2020. Que era una mujer viajera y artesana, que conocía este lugar y a sus 36 años decidió reencontrarse con el pueblo que la cobijó en 2009, cuando acampó por primera vez. Hacía casi cinco que viajaba por distintos países de Latinoamérica. Conocía el corazón profundo de los territorios de este inmenso continente maltratado. 

El 25 de abril de 2020 la encontraron sin vida en las cercanías del basural de Capilla del Monte. Hacía veinte días que se la buscaba. Una búsqueda en plena cuarentena que limitó horarios y circulación. La investigación penal preparatoria por el femicidio de Cecilia se llevó a cabo en la Fiscalía de Instrucción de Cosquín, a cargo de la Fiscal Paula Kelm, con la carátula “abuso sexual con acceso carnal y homicidio calificado por violencia de género y criminis causa”.

Con un único imputado sin pruebas, el 5 de marzo del año 2021, la Fiscal Kelm elevó la causa a juicio, que se postergó para el 2 de mayo de 2022 en tribunales de Cruz del Eje. La familia y las abogadas de la querella dudan de la investigación realizada por la policía provincial y la fiscalía de Cosquín.

La lucha y los viajes

Cecilia había nacido en el barrio de Núñez un 7 de noviembre de 1983. Creció allí junto a su hermanos y hermana -Guillermo, Soledad y Facundo- y hoy su familia continúa en aquel lugar que la vio crecer. Cuando piensa en su hija, Daniel Basaldúa asegura: “Les va a dejar todo el amor que ella tenía. Quería la libertad, cambiar el mundo, que no haya diferencias entre las clases sociales, luchaba por eso y principalmente para que sean libres las mujeres”.

“En el año 2009 se va a Perú, al Machu Pichu y se queda tres meses, luego se va a Capilla. En mayo del 2015 emprende el viaje a México con la Selección Argentina de Jockey sobre hielo a competir en un Panamericano. De allí ya no vuelve, comienza su aventura. Regresa en diciembre 2019, nosotros vamos a buscarla a la frontera con Bolivia”, cuenta Susana Reyes, la mamá de Cecilia. “Era una persona muy especial. Con carácter, con mucha sensibilidad, con una dulzura para dirigirse hacia las personas, hacia los niños y ancianos”.

“Todavía se siente extraño, –escribió Cecilia el 22 de diciembre de 2019- . Regresar es como volver a abrir ese libro que hace mucho habías leído. El texto se ve diferente, aunque las letras sean las mismas, porque es uno quien cambió. Fueron cuatro años de viaje por Latinoamérica, un total de doce países, cien ciudades y más de 10 mil km recorridos. Lo hice 90% a dedo, 100% autogestionado. El último jalón fue el más emotivo de todos: mis padres fueron hasta La Quiaca a buscarme, en medio de abrazos y lágrimas”.

Así dejaba Cecilia en su página de facebook algo de lo que cerraba y comenzaba. “El principio del fin”, dijo cuando regresó a Buenos Aires, con un mundo allá afuera que comenzaba a latir adentro: “Latinoamérica está sangrando”, subrayó. “De a poco iré posteando fotos que nunca subí, contando historias que no conté, y preparando un libro que no empecé”.

La pandemia y el control

El 19 de marzo de 2020 el Poder Ejecutivo Nacional publicó el Decreto 297/2020, por el cual dispuso el aislamiento social preventivo y obligatorio a todas las personas que habitan en el país o se encuentren en él en forma temporaria. En Capilla del Monte a las tres de la tarde sonaba el primer aviso de la sirena de los bomberos para permanecer en las casas. A las cuatro, el último. Todos adentro. Un ruido intenso que guardaba hasta a los pájaros.

Esta estrategia que algunos decían “toque de queda”, fue utilizada en muchos municipios ante las medidas de prevención y aislamiento por la propagación del COVID 19. Lo preventivo como mecanismo de control social también habilitó a otros responsables del Estado para que la comunidad cumpla la “nueva normalidad”. Estar “afuera”, era estar observado y a merced del ojo policial, cargado de armas largas y cortas. Un detalle no menor en nuestra simbología de estatalidad.

Luego del último toque de sirena que quebraba el aire en alerta, el pueblo se hacía eco del silencio y se vaciaba de vida. No era el silencio vespertino de la siesta dominguera, tampoco del feriado que caía un día de semana, era diferente.

Cecilia se encontró con una plaza vacía, con contactos frustrados y desanimada. Las alertas de la policía no fueron las mejores formas del cuidado para una viajera. El control recayó sobre su vida como un criminal prófugo. Desilusionada, siguió convencida en busca de un lugar para poder escribir su libro de viajes.

En su espera por la plaza San Martín de Capilla del Monte se cruzó con una mujer, “la Rasta”, que le mencionó la posibilidad de quedarse en una casa que estaba vacía, cercana al río Calabalumba. Luego de tres días volvió a verse con esta persona porque no estaba convencida del lugar y la contactó con Mario Mainardi, quien le dio hospedaje hasta el domingo 5 de abril, cuando no se supo más de ella.

“Ahí empezó todo el caos de mi hija, nunca más la vieron. (…) Lo único que espero es que hable ese muchacho”, expresó públicamente Daniel Basaldúa. “Yo estoy seguro que él la hizo desaparecer junto con muchos más”.

El caso hoy

Ahora, el periodista Andy Ferreyra nos dice en PERFIL Córdoba que cinco años después del crimen, la Justicia ordenó una prueba clave al hombre señalado por la familia. Se trata de Mario Mainardi quien fue la última persona que vio con vida a Cecilia Basaldúa en Capilla del Monte. 

La familia de la víctima lo apunta como el principal sospechoso de su femicidio. Después de años de insistencia de los familiares de Cecilia, la Justicia citó al hombre a una extracción de sangre para investigar si tuvo o no relación con el crimen.

La medida, ordenada por la Fiscalía de Cruz del Eje, busca contrastar su ADN con evidencias del caso, en un intento por avanzar en una investigación marcada por demoras, irregularidades y acusaciones de encubrimiento de parte de la familia Basaldúa.

Mainardi, quien actualmente reside en Santa Fe, fue la última persona que vio con vida a la mujer el 5 de abril de 2020, cuando la alojó en su casa de Capilla del Monte. Según relató la abogada de la familia, Daniela Pavón, el sospechoso llegó custodiado por la policía. Luego, tranquilo, se tomó algunas selfies con los tribunales de fondo antes de retirarse en un móvil policial.

La notificación para la extracción de sangre llegó a la defensa de la familia apenas un día antes, a través del Sistema de Actualización de Causas (SAC), lo que reavivó las críticas por la falta de transparencia en el proceso.

Además, se reveló que, en noviembre de 2023, la Fiscalía había ordenado notificar a testigos clave, pero la Comisaría de Capilla del Monte no lo hizo, alegando falsamente que no los había localizado. Esta manipulación motivó una denuncia formal de la Dirección Nacional de Protección de Grupos en Situación de Vulnerabilidad, que también solicitó que esa unidad policial sea apartada de las notificaciones.

A María Marengo, el papá de Cecilia le dijo; "Dejó como último posteo una foto de una pulsera que le regalaron las mujeres de la comunidad waoranis, de Ecuador. La atesoró tanto que al abrir la cajita de metal donde la guardaba, la fibra del tejido se había desintegrado, sólo quedó esa imagen de su pulsera con una mariposa sobre su brazo. Volvía al aire y a la tierra de la que había venido".

Y se hizo así del valor del instante, que guardó por siempre en su corazón...

(Con información suministrada por perycia.com / Perfil Córdoba / y CDM)




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