NADA

OPINIÓN

Esta gestión municipal no mueve un músculo para que seamos una ciudad cultural

Por Walter R. Quinteros

Nada. 

Tampoco tenemos una Casa de la Cultura cruzdelejeña abarrotada de actividades contínuas y constantes. Mire si les voy a pedir una programación diversa, gratuita o no, para informarle a la comunidad las actividades. 

No se bajan del pony de la soberbia, ni siquiera para llamar a organizar un "Festival de Ideas", algo que promueva el intercambio cultural y el pensamiento crítico que se escucha en los bares, para mejorar un poco, aunque sea. 

Nada.

Aquí no se les brinda un simple homenaje a nuestros escritores, artistas, músicos que no sean del palo de ellos. Insisto, tienen que ser del palo de ellos, parece, el resto no existimos.

Y nada.  

No hay una sola jornada, donde vecinos y (quiera Dios, dos o tres turistas que vengan) puedan ser parte de una que otra intervención artística colectiva que nos muestre, que diga cómo somos, qué pensamos, qué hacemos. 

Nada.

Pero tenemos una cosa que es maravillosa, la exaltación de la calidad narrativa y poética del Café Literario Locos de la Estación que, con su atuendo de jerarquía, se desliza por la siesta del segundo sábado de cada mes. Aviso; para el ámbito cultural provincial, este Café literario tiene su prestigio, para los funcionarios locales es como que aquí no pasa nada. Y, en muchos lugares saben que nuestros escritores, poetas, artistas, cantores, músicos, existen, que están entre nosotros y el valor que tienen, pero nada. Ni un "Feliz Cumpleaños" te desean, nada.

Nadie de Cultura de la municipalidad se acerca a aprender como se gestiona y organiza algo de calidad sin gastar un peso y, de paso, a disfrutar de las palabras de los "Locos de la Estación de la escritura". Porque es una estación cultural. Un lujo que pocas ciudades se pueden dar.

Pero nada.

¿Cómo justifican su exorbitante sueldo haciendo nada?

¿Acaso se van a empilchar de suicidas si convocan una propuesta integral que cuente con arte, diseño, libre expresión y literatura para organizar un día dedicado a nuestra cultura?

¿Nadie va a organizar un encuentro para que la sociedad conozca a sus escritores y artistas?

¿Nadie va a organizar algunas entrevistas con nuestra gente de la cultura?

Uno mira para todos lados, y nada. No se vislumbra nada. No se les cae una idea. 

Nada.

Pienso —como especialista homologado en avivar giles—, que nuestros momentos significativos en cuestiones culturales aparentemente pasan por la concentración de bailes de cuartetos, traer al correligionario Jairo para que nos cante canciones que ya sabemos de memoria y algún que otro correligionario más.  Y parece que eso es todo amigos. Que aquí, nadie más tiene prestigio.

Nada.

Nadie piensa despegar con otra propuesta, con innovar, con otro espacio cultural que logre consolidarse como un punto de encuentro para artistas, escritores y aficionados al arte, que promueva la creación colectiva, y el intercambio cultural en todas sus formas en Cruz del Eje.

No hay nadie que levante su pesado traste de la silla que le prestamos para que funcionen como funcionarios, y organicen encuentros culturales en los barrios. 

Nada.

Nadie que llame a proyectar actividades culturales como a docentes, talleristas, altaneros que se hacen llamar hacedores culturales, para que elaboren propuestas. Y para conformar un jurado de artistas locales que las seleccione.

Nada.

Nadie que llame a una reunión informativa y organizativa entre los equipos de gestión y los talleristas para ajustar detalles de los proyectos en los espacios comunitarios. Porque no piensan, no saben, no hacen nada. Solo pasan por caja a fin de mes como toda gimnasia.

Cruz del Eje tiene disciplinas como el canto coral, teatro, música, danza, artes visuales y plásticas que debemos conocer, reconocer, valorar, estimular, aplaudir. Pero nadie hace nada. De vez en cuando copian y pegan. 

Pero nada.

Para ir cerrando

Una amiga me dijo por estos días —mientras tomábamos un café en el bar de la esquina y su perfume alborotaba mi prudencia y, para no perder detalles de su sonrisa, sufrí el calvario de no pestañear—, que, "sería muy importante que la municipalidad promueva espacios de actividades culturales en los barrios y con propuestas para la gente que no puede venir hasta el centro, entonces tiene que haber un esquema cultural donde se propongan diferentes actividades y que los vecinos puedan participar, eso es muy importante y también acercarse a los establecimientos educativos. Ningún polímata espera que le golpeen la puerta. Sale, busca, explora, investiga".

—Pasa —le contesté en el marasmo tembloroso de mi voz—,  que esta gestión municipal es un ente sin iniciativas, sin políticas públicas, sin ideas, sin nada, imaginate con esto de la cultura, ni un censo de nosotros los escritores tienen. Es más, exhiben como en una vidriera, una pobreza intelectual que asombra porque vos te das cuenta que ni siquiera piensan la ciudad. 

Sonreía, y su sonrisa me llevaba al rincón del ring a puras piñas y yo, con la guardia baja.

—¿Y usted caballero cascarrabias, en qué está pensando ahora?

—Eeeeh, en nada.