MARCELO LUNA, EL APASIONADO DEL DIQUE DE CRUZ DEL EJE

 ENTREVISTA / SOCIEDAD

"Ojalá trabajen sobre mi proyecto que va a beneficiar a todos los diques de Córdoba"

Por Walter R. Quinteros

Hoy, podemos decir que Marcelo Osvaldo Luna, este señor apasionado por el dique Arturo Illia, la estampita que nos muestra al mundo, debe ser escuchado. Fundamentalmente por las autoridades, tanto locales como provinciales. Con él conversé por casi una hora. Sabido es que tanto por el espacio y tiempo de lectura, tuve que reducir esta extensa entrevista pero aun así, seguramente nos va a enriquecer en conocimientos sobre piscicultura.

—¿Quién es Marcelo Osvaldo Luna?

—Un apasionado por lo que hago, nací en Leones, en 1963, recuerdo que de chico, mi abuela sabía darme dinero para golosinas, pero compraba elementos para la pesca, anzuelos, tanza, plomitos, ella me decía que yo era un loquito, un loquito por los peces, aun sin conocer ni siquiera un río. Después, en la década del setenta nos vinimos a Bañado de Soto y un día conoci el dique, este dique, y me dije: "Aquí quiero vivir, es mi lugar en el mundo".

—¿Cómo empezaste?

—Puedo decir que me especialicé en Formosa, pero en esto trabajo todos los días, desde hace 25 años que hago piscicultura y reproducción.

—¿Hay diferencias entre los pejerreyes del dique y los de las lagunas de Buenos Aires?

—Los peces son diferentes por la temperatura del agua, pero no hay diferencia entre los peces del dique con los de las lagunas de Buenos Aires. En realidad todo pasa por el alimento, el zooplancton, que se desarrolla en un ambiente natural. Siempre debemos estar atentos y saber identificar la alimentación, eso ayuda al cultivo de los peces. Alimentación y reproducción, y teniendo en cuenta que la época de desove en los pejerreyes es en el mes de octubre.

—Contame el proceso.

—Ellos, cuando nacen son larvitas, a medida que pasan las horas se van desarrollando, para eso necesitan buena alimentación. Ese es el secreto, no hay otra.

—Para el Conicet existe la reproducción ecológica. ¿Sabés algo de eso?

—Voy a contramano de esos métodos y te pongo un ejemplo, el lago San Roque es el más contaminado y sin embargo es el que tiene una mayor cantidad y variedad de peces, y eso pasa porque en sus costas no hay animales —que es una gran ventaja—, entonces tienen mucho pasto, mucho barro y la pastura se fermenta, al fermentarse aparece el zooplancton con un porcentaje altísimo de proteínas. Hace unos 30 o 40 años atrás, se daban esas condiciones en este dique. Siempre el zooplancton va a ser lo primero en la cadena alimenticia de los peces. Por eso, para trabajar sobre la reproducción de los peces y una vez que se hayan desarrollado, si no tienen alimentos es probable que se mueran por millones. Por millones. Para ellos, el zooplancton es como la leche materna para nosotros, algo insustituíble. Por eso, te digo que estoy en contra de esa medida.

—¿Esto pasa solo en nuestro dique?

—No, lamentablemente pasa en todos los diques de Córdoba. Por eso debemos darle las condiciones, para que puedan desarrollarse, reproducirse, vivir.

—¿Por qué hay pocos peces?

—Tené en cuenta que el dique tiene 80 años, y si, es cierto antes había buena cantidad de peces, pero porque había gran cantidad de zooplancton por el monte que había quedado bajo el agua, pero eso se fue perdiendo con el paso de los años, ahora es distinto el fondo sedimentario y, las vacas se comen el pasto, en consecuencia los peces se quedan sin alimentos.

—Tirame una solución.

—Hay que fermentar hojas verdes, urgente. Un ejemplo es el río Paraná, por eso los peces son mucho más grandes incluso que los de Brasil. Y que no haya animales en la costa.

—En Segunda Usina, allá por Embalse de Rio Tercero, hay unos piletones para la cria de alevinos, los vi trabajar en eso.

—Te cuento que aquí no nos sirve porque nuestro lago no tiene contaminación. Cuando uno viene estudiando con profundidad este tema, se da cuenta que el cultivo de peces viene por otro lado.

—¿Tu trabajo es privado o tenés alguna ayuda del gobierno?

—Totalmente privado. Aquí, los políticos no tienen la más mínima idea de lo que es la piscicultura. Ni siquiera abren los ojos para ver y, si lo hacen, es por alguna presión.

—¿Es como que lo privado no les gusta?

—Te diría que son tan soberbios que no dan el brazo a torcer. Si viene de la parte privada no les interesa.

—Concidimos, lo escribí en un editorial pasado, cuando vino la ministra de Ambiente a regalar plantitas autóctonas...

—A la ministra de Ambiente le expliqué por qué la provincia de Córdoba tiene menos peces, y le dije cómo es que se pueden recuperar, nada más simple que brindarles el alimento. Le regalé mi proyecto, se lo regalé para que ellos con todas las herramientas que tienen puedan darle mejor forma y agregarle fotografías, imágenes ilustrativas y todo aquello que pueda ser de utilidad, pero lo hice con una condición, que a nadie se le ocurra patentarlo. En realidad, Ambiente tiene un concepto equivocado, no piensa en brindarle a los peces las condiciones para su reprodución. Tampoco los intendentes se dan cuenta y se están quedando sin las recaudaciones en lo económico, que aporta esta actividad. 

—Hablame de tus decepciones.

—La política. Aquí el político te dice si, si, si y después no hace nada, todo es no, no, no.

—¿Tus sueños?

—Estuve en la provincia de Misiones, allá hay 2.000 establecimientos que se dedican a esto, porque son vecinos de Brasil y le copian. El brasilero trabaja mucho en esto, hasta hay facultades que preparan a las personas en piscicultura y ellos tienen muy buena tecnología. Uno de mis sueños es que seamos algo parecido a Misiones. Y otro sería que esta vez, trabajen sobre mi proyecto que va a beneficiar a todos los diques de Córdoba.

—¿Tus logros?

—Te digo que en esto, siempre aquí estuve solo, pasé por muchas cosas. Y siempre pensé que por este "loquito de los peces" nadie se iba a jugar...

—Me acabás de tirar una frase que tiene un enorme valor, es todo un símbolo.

—También doy conferencias, estuve en diversos congresos, y muchas veces veo que no estoy tan solo, que hay mucha gente trabajando en esto a lo largo del país. Y, disculpame que me emocione, pero soy uno de las cuatro personas que hemos logrado hacer reproducciones, trabajando incansablemente. No fue fácil, esa tarea me llevó siete largos años, hasta que lo logré con una incubadora que conseguí en Corrientes y que tuve que adaptar.

—Gracias Marcelo, por estar aquí.