EDITORIAL
Hacé de cuenta, tesoro, que emergemos un poco, tomamos algo de aire y seguimos nadando bajo el agua
Por Walter R. Quinteros
Están riquísimos, como siempre, los mates que me cebás corazón, mientras estamos los dos juntitos esperando que nuestros nietos lleguen de la escuela. Los vamos a cuidar como siempre lo hemos hecho, con todo nuestro cariño, y más ahora, que sus papás algo de laburo han conseguido, y lo dicen en la tele, lo escuchamos en la radio, mi vida, ¿viste? Dicen que el índice de pobreza que publicó el INDEC es del 38,1%. Que bajó.
Si, amor de mi vida, ya se que no se nota, pero los muchachos que saben, dicen que eso hace suponer una caída de 15 puntos, de la mano de la caída de la inflación. Ya se, no la vamos a entender y tampoco se nota. Pero los periodistas especializados en el tema, ternura mía, señalan que hay una mejora en relación del 52,9% que se había registrado en el primer semestre del año pasado, ¿te acordás? Cuando asumió Milei, y que los chicos estaban desesperados, la veíamos negra ché, y además de eso, dicen que hay una mejora en la marca de la pobreza que nos había dejado el gobierno de Alberto, que era del 41,7%.
No se amor, no se cómo carajo es que ellos miden, no se cómo hacen, no se si es una máquina, o ellos suman, restan, multiplican, dividen. ¿Te acordás cuando íbamos a la escuela primaria juntos? Ja, já. Me gusta tu sonrisa, corazón, pero me cansé de copiarte... Ché, ¿y si los tipos hacen lo mismo? ¿Y si copian números de otro lado?
Mirá que también dicen que cayó el índice de indigencia, ahora está en 8% y antes con Alberto y Massa estaba en un 11%. ¿Nadie ya toca el timbre pidiendo algo que nos sobre? ¿Qué raro no? ¿Funciona el timbre amor? Ah, te dijeron que andan en cosas raras esos pibes... ¡Qué lo parió!
Mirá acá mi amor, hay un tipo que dice que la meto, meto dodo, dolo, gía —¡Cómo me cuesta pronunciar esta palabra mi vida!—, de medición que se utiliza en Argentina, dice que le da más importacia a los ingresos familiares y no, a las condiciones estructurales como el saneamiento o la calidad de la vivienda. Mirá vos, corazón, por eso, el índice de pobreza tiene variaciones, o sea querida, que hay una correlación entre pobreza e inflación. ¿Será así?
¡Tocan el timbre! Ahí seguramente nos traen a los nenes.
Amor, parece que los nenes y sus papis se van a quedar a comer, es que viste esa cosa de los monotributistas que hacen changas y, a veces se factura y a veces nada. Decí que algo tenemos para una comidita buena, pero tenés razón, con estos números que dan los del INDEC no hay nada para festejar. Es como vos decís querida, estamos nadando bajo el agua, salimos, tomamos un poco de aire y le seguimos metiendo, a las brazadas limpias nomás.
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