EL MEJOR NEGOCIO

OPINIÓN

Es comprarlos por lo que realmente hacen y venderlos por lo que dicen que han hecho

Por Rubén Lasagno 

Los discursos de apertura de sesiones legislativas, en el Congreso y ante los Concejos Deliberantes, tienen la particularidad de ser ejecutadas por los titulares de los respectivos Ejecutivos y en general, redundan en una especie de “balance” de presidentes, gobernadores e intendentes que rescatan lo mejor de sus administraciones, florean el discursos con palabras autoelogiantes y acomodan dentro del mismo, aquellos fracasos que han tenido, echándole las culpas al que los precedió, al “sistema”, al gobierno nacional (en caso del gobernador) o al gobernador (en caso del intendente) y el presidente de la Nación, recurre, además de culpar a su antecesor, a cargar contra el FMI, la coyuntura mundial, a la crisis financiera de Wall Street o a los terraplanistas; lo importante, para el orador, es mostrar la perfección de su política, que el pueblo entienda que si algo le salió mal no es culpa de él y que el año por delante va a subsanar todo y nos va a regalar la felicidad.

En ese fárrago de hipocresía, vemos al Gobernador de Santa Cruz Claudio Vidal manejar el debe y el haber de su administración como si fuera acto político de la mayor y mejor transparencia de gestión que se tenga memoría en los últimos años; pero si analizamos concretamente lo que ha hecho su gobierno en el año y meses que lleva, resalta más el discurso ocultista y maquillador de la realidad que lo circunda y nos sugiere que el mandatario nos está mintiendo.

Eso sin contar con la copia del discurso que hizo de uno realizado por Mauricio Macri, donde alguien no muy avezado en las comunicaciones institucionales del gobierno de la provincia, decidió cambiar los términos al viejo discurso de Macri siendo presidente y lo adaptó para el Gobernador. Una vergüenza.

Javier Milei, con su perfil disruptivo y confrontativo, no dejó de dar señales de que es un político improvisado, con ganas de pelear con alguien para diferenciarse, aunque después tenga que arrodillarse para pedirle las manos en el Congreso o forzar las instituciones con un decretazo para imponer a un juez como Lijo, que nadie lo quiere, pero él va a forzar todo al mejor estilo K, a los que dice combatir, para conseguirlo.

Como buen economista, hizo un repaso ordenado de las finanzas públicas y recalcó los buenos resultados de la economía, aunque en 2% de la inflación del INDEC no se note en las góndolas.

El intendente de Río Gallegos Pablo Grasso hará su discurso de apertura de las sesiones del Concejo Deliberante y si tomamos en cuenta su “discursi” anterior, en el año 2024, seguramente veremos a un intendente que nos dirá que ha colocado a Río Gallegos en la cima de las ciudades santacruceñas con más desarrollo, infraestructura y oportunidades.

Quien conoce y vive en la capital provincial, sabe la distancia que hay entre lo que el Intendente dice que ve y lo que en realidad ocurre en Río Gallegos.

Por esta razón, es que si los políticos fueran una “cosa enajenable” (aunque muchos se compran y se venden como objetos) el gran negocio sería comprarlos por lo que son y hacen realmente, lo cual nos ahorraría buena plata y venderlos por lo que dicen que son y dicen que han hecho, ante lo cual, sin duda, obtendríamos una diferencia tan significativa y grande, como la diferencia que tienen ellos entre los dichos y los hechos políticos que resumen en estos pocos importantes discursos que ya nadie escucha ni tiene en cuenta. 

(Agencia OPI Santa Cruz)


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