OPINIÓN
Pero que no parezca
Por Rubén Lasagno
Sergio Acevedo para justificar el rechazo de Ficha Limpia a la cual votó en contra, mezcló los conceptos legales como si fuera un lego en la materia, sin darse cuenta que él mismo es abogado.
En tren de justificar lo injustificable, como exigir que cualquier candidato político sea respetable, honesto y no un delincuente con cuentas ante la justicia, el kirchnerista remozado, hoy perteneciente al partido SER y hablando en nombre de Claudio Vidal, pero trabajando siempre al aldo de sus pares de Unión Por la Plata, dio una vergonzosa argumentación para defender su voto negativo a la Ley de Ficha Limpia que tuvo media sanción en el Congreso.
Si un lego dice que la Ficha Limpia atenta contra el principio de inocencia, podríamos justificarlo en la ignorancia; pero si un abogado dice eso, más allá de que la mitad de la biblioteca sostenga argumentos parecidos, cae en el ridículo, en la desvergüenza o en la simple e indisimulada complicidad. Y ese es el caso de Sergio Acevedo.
Si bien Ana María Ianni y Gustavo González (Unión por la Plata) más la huida de José Luis Garrido (SER) fueron taxativos al votar en contra para defender a Cristina Fernández, al considerarla “perseguida”, con el voto de Sergio Acevedo quedó expresamente determinado que el Gobernador Claudio Vidal a través de su partido SER, no está de acuerdo con transparentar la política y en cubrir las espaldas de la condenada; la pregunta es ¿Por qué será?.
Acevedo se sube a la corriente purista del derecho y la defensa de la Constitución, cuando pertenece y perteneció históricamente a un espacio político que defecó sobre la Carta Magna y la vulneró de manera sistemática, en contra de cualquier precepto lógico y corriente de pensamiento del Derecho el cual pisotearon a su gusto.
SER o no ser kirchnerista
Sin embargo hay cosas que nos demuestran que los discursos de campaña y entrevistas acordadas, donde Sergio Acevedo ha aparentado estar en la vereda de enfrente del kirchnerismo, finalmente era una fachada. Acevedo es un extracto del producto innoble de la política provincial, que tuvo su origen en la Unidad Básica Los Muchachos Peronistas de Rudy Ulloa y su patrón: Néstor Kirchner. Por ende, es un subproducto de la madre del borrego: Cristina Fernández, a quien para ponerla a resguardo de una posible afectación por la Ficha Limpia, dijo cosas no solo inexactas argumentativamente, sino vergonzantes para el espacio que representa (que siempre lo dije, es kirchnerista) llamado SER.
“En verdad quien juró por la Constitución, debe respetarla. Establece el principio de inocencia, da el derecho a la defensa y debido proceso. Salvo que abandonemos el estado de derecho, esta ley estaría conforme con la Constitución”, dijo en la Cámara Baja y agregó “El principio de inocencia es absoluto y solamente cede cuando hay una sentencia firme en autoridad de cosa juzgada”, afirmó.
Le avisamos al señor Acevedo que en el caso que nos ocupan (CFK, Boudou, De Vido, etc) tuvieron derecho a defensa y lo ejercieron, terminó el debido proceso y tienen sentencia de al menos dos instancias, las cuales han coincidido en la culpabilidad de todos ellos.
Tiene que volver a la facultad
El principio de inocencia en el cual Acevedo se parapeta para no votar la Ficha Limpia, más allá de las corrientes de interpretación jurídica existentes como abogados hay, no dice nada de eso. Reparemos:
Por la Constitución que tanto menciona el diputado del SER, se define el principio de inocencia como un derecho fundamental el cual establece que una persona acusada de un delito debe ser considerada inocente hasta que se demuestre lo contrario. Cuando se demostró lo contrario, como los ejemplos que nos interesan, la pregunta es ¿Qué queda por demostrar?.
Se aplica en la etapa preliminar y en la investigación fiscal; influye en el proceso penal, especialmente en la actividad probatoria y se relaciona con el principio in dubio pro reo, que establece que en caso de duda se debe absolver al imputado y la presunción de inocencia implica que la persona acusada debe ser tratada como inocente y mantener su libertad mientras se sustancia el proceso.
La Ficha Limpia que se aprobó en diputados ayer, no vulnera ninguno de esos principios porque exige “Condena firme”, algo innecesario si tenemos en cuenta que una persona condenada en primera instancia, tiene una suficiente carga de certeza para impedirle ingresar a un empleo público, de hecho, con una condena mediante (y mucho menos aún), ninguno de nosotros podría conseguir trabajo, ni ser Legítimo Usuario ni trabajar en un ente del propio gobierno.
La verdad que defiende Acevedo
Está claro que el principio de inocencia es previo a una condena, es una garantía que toda persona tiene mientras se sustancia el debido proceso. Cuando la persona es condenada en primera instancia ese principio de inocencia desaparece, porque la causa tiene un cuerpo probatorio elaborado, analizado y sobre el cual coincidieron las opiniones (mayoritariamente) de los jueces intervinientes. Si hay doble conforme, más aún.
Pero si tenemos en cuenta, como sucede en el caso de Cristina Fernández, Boudou, De Vido, etc, a quienes en todas las instancias judiciales los encontraron culpable, no cabe de ninguna manera, ni siquiera plantearlo y menos considerar aplicable ese “Principio de inocencia”, pues está más que probado que son delincuentes quienes han cometido delitos donde las pruebas técnicas, documentales, testimonios, incautaciones, etc son irrefutables y han sido corroboradas y ratificadas por las instancias superiores.
Corriendo el banquito
Por eso, la última escaramuza que plantean, inclusive los que potencian la Ficha Limpia, es aplicarlo a quienes tienen “condena firme”, es decir, recién cuando la Corte Suprema de Justicia cierra el proceso convalidando que tal o cual es o no culpable. Los juicios por corrupción en Argentina no tardan menos de 20 o 25 años. La CSJ no tiene término para expedirse; ergo. así planteado, jamás se aplicará la ficha limpia.
Habría que preguntarle a Sergio Acevedo, Ianni, González y Garrido (incluyendo al propio Gobernador Vidal) si ellos en sus casas y sus empresas, tomarían a una persona acusada (solo acusada) de violación o robo, para trabajar. Seguramente, ni siquiera lo tendrían en cuenta, aún cuando no estuvieran (ni siquiera) procesados. Y ahí si imperaría verdaderamente el “principio de inocencia” que ninguno de ellos tendría en cuenta, porque no arriesgarían sus bienes ni la vida de sus hijos.
Entonces, claramente la interpretación del “Principio de Inocencia” de Acevedo es capciosa, tendenciosa y no duda en usar un argumento falaz, erróneo y absurdo para encuadrar su voto negativo, que lo pone en ridículo como abogado y desnuda su poca lealtad con la verdad, con tal de defender a la viuda de su alter ego.
Entonces, concluimos que el voto de Acevedo y los demás diputados de Vidal y de Unión por la Plata no fue hecho por la ficha limpia sino, con el culo sucio.
(Agencia OPI Santa Cruz)
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