NUEVA FÓRMULA DEL PERONISMO: EL CHAPULÍN COLOREADO

OPINIÓN

Qué abismal diferencia de esta manga de sinvergüenzas -infame ralea de payasos siniestros- con los argentinos que combatieron en Malvinas y los que defendieron a la sociedad de la plaga montonera

Por Luis Américo Illuminati

«Cuando los héroes salen del escenario, entran los payasos». Heinrich Heine.

Héroes y salvadores humorísticos. El Chapulín Colorado es un personaje de la comedia infantil, un héroe de pacotilla que aparecía cuando la gente decía: «Y ahora quién podrá defenderme». Entonces el Chapulín se encargaba de los «terribles villanos» de pacotilla y los golpeaba con un martillo de juguete llamado chipote chillón. Si extrapolamos el mismo personaje a la Argentina peronista de hoy en día se da la misma situación humorística. El Chapulín Coloreado (ex K) Ricardo Clemente Quintela, Gobernador de la Rioja, quiere ser presidente de los argentinos en el 2027: https://www.informadorpublico.com/politica/quintela-gray-la-alianza-que-va-por-el-peronismo

Qué abismal diferencia de esta manga de sinvergüenzas -infame ralea de payasos siniestros- con los argentinos que combatieron en Malvinas y los que defendieron a la sociedad de la plaga montonera. Un hombre que defiende a la sociedad de aquellos asesinos que pretendían hacer flamear el trapo rojo a sangre y fuego- un hombre que defiende el honor y la soberanía de su patria, ese es un héroe.

Hic et nunc: Aquí y ahora

Hic et nunc es una locución latina que significa literalmente «aquí y ahora». Se utiliza bien para llamar la atención sobre la necesidad de pensar las cosas desde la realidad y no dejarse llevar por teorizaciones y planteamientos abstractos, bien para conducir un discurso hacia sus aspectos prácticos y concretos, lejos de generalizaciones y abstracciones.

No es ninguna exageración afirmar que «El kirchnerismo es a la Argentina lo que la enfermedad es a la salud», como lo expresó un lector del IP con quien coincido, a lo que agrego, esa recua de jabalíes nos llevó al borde del abismo. Así estábamos hasta el 10 de diciembre del año pasado, un deslizamiento y desbarranque cada vez más grave, a punto de caer en el fondo del barranco mientras que Alberto Fernández hacía sus negocios y la jugaba de Don Juan Tenorio, como en la obra teatral de Zorrilla. Un insólito y desvergonzado Casanova criollo, quien durante la pandemia decretó drásticas medidas -cuasidraconianas que él mismo incumplió- y por las cuales nos tuvo enclaustrados a todos los argentinos, mientras él se escapaba clandestinamente para visitar a sus novias, extendiendo arbitrariamente la dura cuarentena, otro escándalo que se suma a la pila que ya tiene, por lo cual el fiscal Marijuan ha abierto una causa por el delito de Abuso de Autoridad contra él y todos los miembros de su gabinete.

Por otra parte, cabe poner de manifiesto que, el gobierno de Javier Milei viene remando a sotavento y barlovento hace 8 largos y sufridos meses. Muchos lo votamos porque las promesas de Sergio Massa (ultimo manotón de ahogado de Cristina Kirchner, vicepresidenta y tenebrosa rasputina que movía los hilos), eran promesas en el vacío, fuegos artificiales de una feria mal organizada. Hoy -aquí y ahora- Milei está haciendo equilibrismos en la cuerda floja como Nick Wallenda sobre las cataratas del Niágara. Todos queremos que lo logre, salvo el kirchnerismo. En medio de una atmósfera cada vez más confusa, donde los valores parecen desvanecerse y el sentido de la vida se asemeja a un espejismo del desierto ¿Cómo estar tranquilo en una situación semejante a un barco en medio de la tormenta?

Amigo de Platón, pero más amigo de la verdad.

Apoyaremos al presidente Milei -democráticamente elegido- hasta el último día de su gestión. Lo que no quiere decir que no señalemos y callemos los errores, yerros y desviaciones en que incurra, como impulsar al impresentable Ariel Lijo para Juez de la Corte Suprema, haciendo caso al lobby Ricardo Lorenzetti-Santiago Caputo. El mismo Ministro de Justicia confirmó que había sido Lorenzetti el ideólogo de la movida. Por eso nuestra postura hacia el presidente será como el proverbio que dice: «Amigo de Platón, pero más amigo de la verdad», es una frase que se atribuye a Aristóteles y que lo haya dicho o no, es una manifestación de toda persona de bien. Concuerdo con la postura de Enrique Avogadro que en su nota «Sinsentidos» ha dicho: «Para evitar malos entendidos, declaro que apoyo firmemente la gestión del Presidente en su gigantesca lucha contra la pavorosa herencia que recibió de la tríada Fernández²/Massa, cuyo principal contenido era una hiperinflación al borde de estallar».

(Informador Público)




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