BIEN CASERO

OPINIÓN

La Verdad Servida en la Mesa

Por Luis A. Illuminati

La intervención del actor y comediante Alfredo Casero en la mesa de Mirtha Legrand anoche hizo historia en la trivial televisión argenta. Se enfrentó a todo el periodismo pautero y les dijo a los otros tres invitados lo que todos pensamos. Le cantó las "40" a Ruckauf, alias Don Zapatilla (https://www.informadorpublico.com/.../carlos-ruckauf...), a Mónica Gutiérrez, la periodista remilgada, semiactriz y dramática y al gallo alzado de Baby Etchecopar, un tipo más que arrogante que, si bien dice verdades contra el kirchnerismo, es petulante, rebaja y humilla a sus compañeros y personal técnico de Canal 24. No los deja hablar, y cuando están dando una opinión les dice: Cállate vos...!!! Con Casero no pudo. A Ruckauft -gran pico de jarabe- que la va de peronista "mileinista" le recordó que todos salieron de la "matriz peronista". En definitiva, acusó al "periodismo" de ser superficial, cholulo y de callar cosas del poder corrupto, escudándose en razones de oportunidad y conveniencia. Como argentino "de a pie" me sentí identificado con Alfredo Casero, que no tiene pelos de la lengua. Periodismo independiente en la Argentina hay que buscarlo con una lupa. La Gaceta Liberal es independiente. El Informador Público, La Tribuna de Periodistas y otros más que ahora no los tengo presentes. Una prueba de ello es que la mayoría de los medios dicen que Casero "explotó" en la Mesa de Mirtha, que se exaltó, que se enojó o estuvo agresivo, lo cual no es verdad, lo cual parecería que, como dice el mismo actor, habitualmente se ponen de acuerdo para callar o exaltar por demás una noticia. Y comparó al periodismo en general con los malos bomberos que se les paga para crear y apagar incendios. Si pudiéramos comparar la opípara y superficial Mesa de Mirtha -quien sólo atinaba a tocar una campanita- en contraste con "El Banquete" de Platón, tendríamos que decir que, en rigor de verdad, Casero fue el verdadero anfitrión del almuerzo de Mirtha Legrand. Digámoslo sin vueltas, Alfredo Casero, actor cómico, de niño vendedor ambulante de bocaditos "Holanda", en suma, un criollo verdadero, un hombre valiente que expone la verdad, al decir de Michel Foucault, que expone la verdad con franqueza sin importarle las consecuencias y aunque le cueste la vida. Un filósofo de la calle -con humor irónico y barba- similar al Sócrates que describió Søren Kierkegaard en su libro: "Sobre la ironía, principalmente en Sócrates".