LAS POCAS IDEAS Y LAS MUCHAS DEUDAS

EDITORIAL

De nada sirve el maquillaje que brinda una foto con sonrisas hipócritas, si no se bañaron. Si el baño no fue la realidad

Por Walter R. Quinteros

El Departamento de Estadísticas y Tendencias del Centro de Comerciantes Minoristas de la Provincia de Córdoba, realizó una encuesta donde señala que más del 60% de las deudas de los hogares están en mora, es decir atrasados, mientras que el 37% de las deudas bancarias son de refinanciamiento de tarjetas de crédito. Y de esto seguramente Cruz del Eje no escapa. La mayoría de las deudas contraídas con tarjetas de crédito es para comprar comida. 

Un análisis pormenorizado muestra que los más afectados por esta situación son los hogares sostenidos por mujeres con hijos a cargo. Según el citado informe, el 93% de los hogares argentinos tiene algún tipo de deuda. De ese 93%, 18% son deudas que datan del 2022 o de antes. Normalmente estas deudas son de créditos prendarios, hipotecarios. El 47% fue tomado en el 2023 y el 45% restante del total de esas deudas contraídas ocurrieron en el primer semestre de este 2024.

Como ha ocurrido en otros momentos de crisis económicas que vivió la Argentina, el endeudamiento por alimentos no solo tiene implicaciones económicas, sino también sociales.

Veamos los gráficos que detallan esta nota:

El uso creciente de tarjetas de crédito para financiar necesidades básicas nos lleva a un ciclo de deuda insostenible y las familias se ven atrapadas en pagos de intereses que cada vez limitan más su capacidad de compra en otros rubros como las compras de medicamentos o el pago del alquiler de una vivienda.

En esta vorágine, ya es hora de que se implementen políticas públicas que aborden esta problemática. Desde mi punto de vista, los municipios tampoco hacen nada al respecto. No han esgrimido argumento alguno para romper el ciclo de pobreza y deuda que afecta a una parte significativa de nuestros hogares.

Este medio, del cual soy director, nunca fue invitado al municipio para tomar conocimiento de un plan de trabajo anual que busque elementos necesarios que apunte a solucionar los problemas a la gente, a pesar de ser el único que informa al respecto. 

En vez de crear un tsunami de ideas, las autoridades municipales solo se regodean en ofrecer reconocimientos, bautizar placitas, crear castillitos en el aire, tapar algún que otro bache, o anunciar que cambiaron dos o tres lámparas del alumbrado público. Nada de regar las calles. 

La intrascendencia al palo. Y otro mérito se lo lleva también el Honorable Concejo Deliberante, basta con leer cuáles son los "Asuntos Entrados". ¿Quién piensa en facilitar el ingreso de industrias? ¿Quién en mejorar el sistema público de Transporte? ¿Quién pidió medir el grado de contaminación del agua que tomamos? ¿Quién preguntó sobre el estado del trámite de instalación de paneles de Epec? Parece no importarles que vivimos a escasos metros de grandes extensiones de plantaciones de frutas y verduras y las pagamos como si viviésemos en el porteño barrio de Recoleta.

El resultado de la suma de estos factores es preocupante.  
1) Elevado costo de vida. 
2) Bajos salarios.
3) Endeudamiento. 
4) Incremento de adicciones.
5) Desocupación.
6) Inseguridad, en aumento.

Y son las falsas promesas políticas la punta del hilo de esta situación. Un ejemplo claro se da en esta ciudad llamada Cruz del Eje, donde se nos decía que el Turismo iba a dar trabajo. No tenemos ninguna de las dos cosas. Y hasta nos encontramos con una Terminal de Ómnibus, que se ha convertido en hotel de personas en situación de calle. En nuestro desengaño diario también vemos cómo ellos —nuestros representantes—, se aumentaron alegremente los salarios. 

Todas estas manifestaciones de desamparo institucional de no crear ni indicar nada, afectan la capacidad de nuestras familias para satisfacer sus necesidades básicas y, lo que es peor, también acentúa la interminable dependencia de créditos y préstamos como alternativa.

De nada sirve el maquillaje que brinda una foto con sonrisas hipócritas, si no se bañaron. Si el baño no fue la realidad.

Walter R. Quinteros





Comentarios