COMO CANCIÓN DE LOS PIMPINELA

EDITORIAL

Las malas palabras y los antecedentes de la pelea entre Milei y Pedro Sánchez

Por Walter R. Quinteros

Mauricio Mario Martin Birabent (Moris), escribe una canción allá por los años '70, "Pato trabaja en una carnicería" y el primer verso dice "Todo empezó con el chiste que decía, lo tuyo es mío y lo mío es mío". Y, como para ampliar el concepto de esa previa de pelea entre el autor y ése tal Pato agrega... Hemos crecido y visto el mundo en los diarios / El comunismo resultó complicado / Lo tuyo es mío y lo mío es mío / Nos ha llevado a la indiferencia / Tenés excusas, los otros tienen / Que te mantengan, para eso están / Sos el burgués más corrupto que existe / Te engañás pensando ser un gran hippie / Vos explotás a todos y no das nada / Y eso es ser el peor capitalista / Cuando tenés, te hacés el burro / Vivís de arriba, ¡qué asco me das! Tome, tuvo que irse del país...

Desde los comienzos de los tiempos, no nos hemos llevado bien con los españoles, por caso, la Historia Argentina y sus luchas revolucionarias para llegar a la tan ansiada libertad e independencia. Para eso, queridos amigos lectores les voy a pedir que saquen una hoja, escriban sobre eso. Miremos de nuevo nuestra historia porque parece que tanta sangre criolla derramada en los campos de batalla no nos duele más.  

Como canción de los Pimpinela, Javier Milei y el presidente de España ya habían tenido varios cruces públicos, que pueden ocasionar un potencial conflicto diplomático. Dicen los que no saben bajarle el precio a las cosas.

Las peleas domésticas de pareja que sabía cantar el dúo Pimpinela, como "Olvídame y pega la vuelta", "A esa", "La familia", "Por ese hombre" y "Ese estúpido que llama", nos muestran situaciones de conflictos y desencuentros, con letras que expresan sentimientos de dolor, resentimiento y desamor. Les aviso, porque esto no es para tanto, no hay que darle valor, hagamos como Grabois, "Y bueno, habrán desaparecido cien comedores, habrán robado, pero yo no, eh, yo no". Eso es bajarle el precio a las cosas.

En la hoja que hemos sacado para escribir algunos desamores entre Milei y Sánchez, no olvidemos de poner que en noviembre del año pasado, en plena campaña electoral para definir al sucesor de Alberto Fernández, Sánchez se expresaba a favor del entonces candidato Sergio Massa, a quien incluso le envió un video de apoyo porque lo consideraba un representante de "la tolerancia y el diálogo". Miren quién habla.

Es decir Sánchez, por ideología explícita se metía en nuestras vidas: "El próximo día 19 de noviembre se celebrarán unos comicios decisivos en Argentina. Los votantes no solo van a elegir a un nuevo presidente, sino que van a decidir algo mucho más importante, que es el futuro que quieren para su país. Los dos candidatos en liza ofrecen opciones profundamente diferentes entre sí. Sergio Massa representa la apuesta por la convivencia democrática, por la concordia; y ofrece un proyecto de unidad, de solidaridad, con oportunidades para todos y para todas". Decía Sánchez —que no sabe ni cuántos ríos alimentan al dique de Cruz del Eje—, opinaba sobre una cuestión interna de nuestra política. 

Arroja más leña al fuego el ministro de Transporte y Movilidad Sostenible de España, Óscar Puente, que opinó que "hay gente muy mala que, siendo ella misma, ha llegado a lo más alto", poniendo de ejemplo a nuestro presidente, al que acusó de una supuesta "ingesta de sustancias". En criollo, trataba a Milei de drogadicto.

La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades de España, Diana Morant, acusaba a nuestro presidente de representar un "modelo negacionista que atenta contra la propia democracia", y como si fuera poco, convocó a "combatir" su presentación en el acto de VOX.

Irene Montero, ex ministra de Igualdad en España, calificaba nuestro presidente de "siniestro y reaccionario", sosteniendo que "las políticas que hacen los dirigentes argentinos nada tienen que ver con la libertad, sino que son de violencia y odio". 

En mi humilde opinión nadie debería descartar a Irene Montero para algún premio de la paz. O para dirigir algún merendero de La Matanza. Es un amor la niña.

Pedro Sánchez, en la previa del evento del partido de ultraderecha que se realizó en el Palacio de Vistalegre, en Madrid, dijo "¿Por qué han elegido España para reunirse todos ellos? No es casualidad. Se han reunido en España porque nosotros representamos como sociedad, no como Gobierno, todo lo que ellos detestan y odian, que es el feminismo, que es la justicia social, que es la dignidad laboral, un Estado de Bienestar fuerte, la democracia". 

Otro para un premio: Lo tuyo es mío y lo mío es mio, decía Moris. Olvida mi nombre, mi cara, mi casa / Y pega la vuelta / Jamás te pude comprender... cantan los Pimpinela. Pongan música, elijan canciones. Que nos una el espanto.

Como la sangre regada en nuestros campos de batalla, la Oficina del Presidente de la República Argentina (OPRA) contestó en un comunicado: "Por el bien del Reino de España, esperamos que la justicia actúe con celeridad para esclarecer semejante escándalo de corrupción que afecta directamente la estabilidad de su Nación y, por consiguiente, las relaciones con nuestro país", agregó el organismo oficial, que ya mencionaba la causa en la que está involucrada Begoña Gómez, la primera dama española.

El canciller español, José Manuel Albares, señaló que  las ofensas de nuestro presidente, al tratar de "corrupta"a Begoña Gómez, van a afectar la relación entre los países.

Nuestro ministro del Interior, Guillermo Francos señaló que "Un presidente de España que estuvo haciendo campaña por Massa, no sé de qué se queja ahora".  Y negó la posibilidad de que exista un pedido de disculpas por el contenido del discurso del presidente Milei.

Para devolver gentilezas españolas, Javier Milei en Madrid sostuvo: "Qué calaña de gente atornillada al poder. Aun cuando tenga a la mujer corrupta, se ensucia y se toma cinco días para pensarlo". Hacía referencia a la licencia que solicitó Sánchez en medio de las denuncias por tráfico de influencia contra su esposa, Begoña Gómez. O sea, no mandó "videito", se lo dijo en la cara. 

Para cerrar: 

Carlos Javier Benielli le puso letra a la música de Cayetano Alberto Silva: Febo asoma; ya sus rayos iluminan el histórico convento; tras los muros, sordo ruido oír se deja de corceles y de acero; son las huestes que prepara San Martín para luchar en San Lorenzo; el clarín estridente sonó, y a la voz del gran jefe a la carga ordenó. Avanza el enemigo a paso redoblado, al viento desplegado su rojo pabellón, al viento desplegado su rojo pabellón.

Lo que quería decirles, es que la bronca no es de ahora, si lo sabrá Don Martín Miguel Juan de La Mata Güemes Montero de Goyechea y la Corte, y tantos otros héroes más.






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