AMNESIAS

EDITORIAL

Perder la memoria es tener el pasaje comprado para una excursión a los infiernos, creo

Por Walter R. Quinteros

De repente, mi amigo Luis pareció recordar algo, me di cuenta cuando me miró y su mirada parecía la de un niño que viaja en tren observando el paisaje através de las ventanillas, mirando los alambrados, algunas vacas, sembradíos, hileras de árboles separando lotes, bordeando caminos, y me dijo, vos no estabas cuando subí al trote el Champaquí, vos no estabas, yo llegué antes que nadie, desgarrado.

Luis había sido un gran atleta, de eso doy fe. Hoy deambula en una silla de ruedas por el geriátrico para los soldados cansados de las guerras vividas y de las que le contaron.

La idea de los geriátricos para los hombres de armas fue de un suboficial del ejército llamado Efraín, él me lo contó. Porque pensaba en todos aquellos hombres que al final quedaban solos y caminaban uniformados en sus tristezas y recuerdos con el bigote engomado y arrastrando el peso del sable colgado del cinto del pijama ordenando cada paso: De frente ¡March, izquier, izquier, derech, derecho, izquier! También me dijo Efraín, que quería ser piloto de guerra, pero que el Dr. Agesilao Milano lo bochó en el exámen médico. Que le puso un sello "No Apto" en el informe preliminar, y que lo mandó de vuelta al regimiento.

Ya muy viejo, Efraín me dijo que una mañana estaba en el baño, que vio cómo miles de hormiguitas en línea recta, iban y venían hasta el jabón, que le comían el jabón. Su mujer era veinte años menor que él y cambió el jabón por otro menos perfumado. Las hormigas se fueron del baño molestas. Tiempo después, las hormigas se lo llevaron a él y veinte años después a ella, en la curva de Morrison, antes de llegar a la ciudad de Bell Ville. Nos preguntábamos todos qué hacía ella allí. Sobre aquellas personas cansadas de tanta soledad, me recuerdan el mejor relato de Gabriel García Márquez.

Hay un trastorno neurológico progresivo caracterizado por la pérdida de la memoria, de la percepción y del sentido de la orientación, que se produce ordinariamente en la edad senil. Eso dicen que es el Alzheimer.

En su libro de poemas al que titula Cleofé, la escritora y poeta María Teresa Andruetto escribe:
Señora en el geriátrico / Tengo un chico en la panza, / estoy de cuatro meses. Nadie me cree/ porque tengo 79 años, / pero con los rayos X / se puede comprobar. Mi nieta Melina / abortó y me lo pusieron a mi. Y ahora / yo no se qué hacer, quién lo va a criar / ¿Por qué me lo pusieron a mi?

Perder la memoria es tener el pasaje comprado para una excursión a los infiernos, creo. Por que no sabes la hora que es, ni quién es ése que te da una medicación, ni para qué. Te abren la boca, te meten las pastillas, te dan el agua, te hablan, te dicen cosas. Un día eras niño, otro día era el abuelo de no sabes que niños. Tu madre te reta. Lloras en un rincón.

En este muro de los lamentos debiéramos todos advertir que estamos a punto de ver el eclipse de una figura de la política argentina, cuya disminución de la memoria me ha llevado a escribir estas penosas líneas. Cristina Elisabet Fernández viuda de Kirchner, ha perdido la memoria. O se hace que perdió la memoria, porque ella cobra un sueldo para inventar, para confundir.

Cristina. La que vetó el 82% móvil a los jubilados. Ahora que cobra 15 millones por mes lo pide para ella. La que nos trató de buitres y caranchos a los jubilados porque le hicimos juicio al Estado. Si, la misma.

En un informe de noviembre del 2012, el periodista Christian Sanz, director de Tribuna de Periodistas y colaborador de este medio nos señalaba que; Cristina Kirchner insiste en memorizar cifras y estadísticas que luego confunde e invierte por cadena nacional. Esta vez lo hizo en relación a la generación de empleo en la Argentina y los incrementos a los jubilados que el Gobierno otorgó en los últimos años.

Ella entregaba datos que parecían lejanos a su memoria, el hecho de que, al no pagar el 82% móvil que exige la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el gobierno incumple con una norma legal inevitable. Lo que jamás explicó es por qué entonces la Anses seguía financiando programas como el de Futbol para Todos y otros similares.

Las sentencias firmes llegaban a 500 mil. ¿No hubiera sido productivo que Cristina explicara cómo se llegó a esta situación o por qué insiste en omitir hablar de cómo la inflación erosiona el ya magro ingreso de los pasivos? Les recuerdo que estamos hablando del año 2012.

Muy por elcontrario, nos trataba de "buitres y caranchos" a los jubilados que reclamábamos una jubilación digna. Incluso su madre entraba en la categoría de carancho hembra.

Pero hay una pregunta que queda flotando; ¿Ella es o se hace? Miremos este dato que aún hoy, usa como caballito de batalla. Siempre menciona la cantidad de puestos de trabajo que se generaron en sus años de gobierno, pues de esta manera, evita hablar de la cantidad de empleos que se perdieron en el mismo período. Constan en el INDEC. 

Álvaro Araune, señala desde La Gaceta que el discurso de Cristina viene escalando en las amnesias. Comenzó con una imperdonable banalización del mal absoluto argentino, que fue la última dictadura militar, al comparar el apoyo de un vasto sector de la sociedad a las políticas del Gobierno de Javier Milei nada menos que con el clima social de 1976.

Decía: “Nos parece que estos momentos de crueldad, de individualismo, de ‘no me importa un pito lo que le pase al otro’, son inéditos, y quiero contarles que desgraciadamente no son inéditos”, manifestaba Cristina. Entonces trazó un paralelismo con los tiempos del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional. La comparación no sólo es desgraciada, sino además forzada. Sobre todo, viniendo de una dirigente política que hizo gala hasta el paroxismo de que no le importaban, en lo más mínimo, los planteos que le formulasen los opositores, los empresarios o los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Es más: fue durante su presidencia cuando aquel o de “no me importa un pito lo que le pase al otro” alcanzó el grado de doctrina oficial.

Algo que ella debiera recordar

En 2011, la Casa Rosada dictó el DNU 411 por el cual eliminó el techo del cinco por ciento en la representación como accionista de la Anses en las empresas donde mantiene inversiones. Decía: “Las corporaciones de turno no pueden ocupar nunca más la Casa de Gobierno para tomar decisiones, como lo hicieron durante años. El que quiera hacerlo que abandone la corporación y cree un partido político”. “Si no les gusta como se gobierna, armen un partido y ganen elecciones”.

Sobre la figura del Padre Mújica dijo que; “Era un pastor que olía a oveja, como quiere Francisco. Es cierto también que hay algunos en las jerarquías que huelen más a lobo”.

Recordemos nosotros que creo, aún podemos, que loos gobiernos kirchneristas combatieron a Jorge Bergoglio, cuando era cardenal argentino. Néstor Kirchner dejó de asistir a los tedeum del 25 de Mayo y del 9 de Julio que el jesuita oficiaba en la Catedral de Buenos Aires. Como si no bastase, en 2013, año en que fue ordenado Sumo Pontífice, la diplomacia argentina incurrió en uno de los actos más arteros de la historia de las relaciones internacionales de este país: distribuyó entre los cardenales que participaron del sínodo papal, en Roma, un dossier injurioso, que buscaba desprestigiar a Bergoglio y coartar sus chances de ser ungido como cabeza de la Iglesia católica. 

Sin que se le mueva un músculo de la cara y haciendo referencia al vídeo del gobierno decía que; “La libertad es una maravillosa palabra, pero ved a la noble igualdad dice también nuestro himno nacional, no olvidemos entonces, junto a la libertad como valor preciado, que nuestro himno también se inclina ante la noble igualdad”, lanzó.

La igualdad de Cristina pasa por su sueldo y el de los demás jubilados, pasa por la pobreza que alcanzó al 41,7% de los argentinos, en su gobierno. ¿De cuál igualdad se jacta una de las protagonistas del Gobierno que, en diciembre de 2019, había recibido un país donde la pobreza era del 35.5%? ¿Cuál es la nobleza en el empobrecimiento colectivo, según la abogada exitosa? Se pregunta Araune.

Vuelvo a preguntar, ¿Cristina es o se hace? Porque cada vez que abre la boca tenemos una enciclopedia de hechos que matan relato pra contestarle. Ni hablar del tema gas.

Pero parece hereditario. 

En un “Encuentro de formación política”, en Moreno, Máximo Kirchner, titular del PJ bonaerense evocó a su padre, Néstor Kirchner. “Él no podía creer cómo habían quebrado la autoestima de nuestra gente. Y lo que más le desesperaba, y entendía que podía ser el mayor obstáculo para cambiar la historia del país, era que nuestro pueblo no recuperara su autoestima, que no creyera en sí mismo”, aseguró y acto seguido, dijo: “Nuestro pueblo tiene que volver a quererse, tiene que volver a entender que no merece ser explotado. Que esfuerzo no es sinónimo de explotación. Quieren hacer que te auto explotes, que digas, No, yo laburo 16 horas todos los días… Nos convencen de que nos tenemos que auto explotar por migajas”. Es decir, Máximo también se olvidaba de que hasta diciembre pasado, lo que estaba en funciones era el cuarto gobierno kirchnerista. 

Y encima habla él, que jamás podrá explicar cómo hizo su millonaria fortuna sin trabajar.

Ea ahí donde el Alzheimer “K” se vuelve atípico. Porque el kirchnerismo es muy joven para ser senil. Entonces, su desmemoria sobre el pasado reciente no es neurológica, sino impune. Pero esa impunidad tiene patas cortas. Cierra Araune.

Es tremendo todo lo que queda para recordar. Hay varios tipos de Alzheimer según haya pauta o nó en el periodismo. Ni hablar de los políticos y sus faranduleras promesas. Y, lo que es peor, no sabés si como los kirchneristas son o se hacen, porque si se hacen los desmemoriados, insultan la capacidad intelectual de sus propios partidarios.

También Marcelo Torrez, en el diario El Sol, se hace las siguientes preguntas ¿esta oposición, tras todo lo ocurrido en el país durante los últimos veinte años, con las recetas aplicadas año tras año sobre todo en lo económico, comprende el nuevo escenario en el que se asientan los nuevos deseos, decisiones y esperanzas seleccionadas por la mayoría de los argentinos? En todo caso y aunque no estuviese de acuerdo con el rumbo, lo que evidentemente es así, ¿se ha preguntado por qué se ha optado por otro modelo y manual respecto del que esa misma oposición ha representado a lo largo de tanto tiempo? ¿Por qué la pobreza, la desigualdad, la depresión económica, la inseguridad y el descreimiento que se abatieron sobre el esquema que durante sus gobiernos aplicó y ejecutó tal grupo de ideas y convencimientos políticos?

Pero también es alarmante cómo es que la memoria pasa tan rápido por las mentes de personas fanáticas o débiles, o enfermas. Sin dejar rastros, sin dejar huellas. Usted, pasa por ser un creyente de ilusiones y nada más, si no le presta atención a las cosas que nos dicen, a las que nos hacen en esta tierra donde parece que nadie cobra un miserable sueldo por impartir justicia, sino por el contrario, parece que cobran para interpretar las leyes y así, entorpecerla.

Mientras tanto, creo que Luis no me escucha, que no me entiende. Luis mira por la ventana que da a la autopista cuando le cuento que voy a escribir sobre todo esto y él me pregunta si he regado las plantas que me regaló Rosita, su mujer, que falleció hace quince años. Le digo que sí, que las flores están lindas, las mentiras a veces, son piadosas. Es la hora de la merienda, ayudo en eso. Luego lo abrazo, saludo a todos y salgo mordiéndome los labios. 

Chau soldado, me dijo sin dejar de mirar por la ventana las nubes rojizas del ocaso.






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