SON ELLOS O NOSOTROS

OPINIÓN

Desde ambos lados de los campos ideológicos en que está compartimentada la Argentina se sabotea esta propuesta. A sabiendas o por cobardía


Por Claudio Cháves

En estos términos se refirió el Presidente respecto de que hacer con la delincuencia y el narcotráfico. ¡Y es muy claro! y a mi ver y entender correcto. Pero…siempre hay un pero. Un detalle. Una cosita.

Desde ambos lados de los campos ideológicos en que está compartimentada la Argentina se sabotea esta propuesta. A sabiendas o por cobardía.

La oposición, en general progre o sencillamente almas bellas y candorosas creen que la consigna debe ser “ellos y nosotros”. La idea de respetar los derechos humanos a favor de criminales inhumanos no sirve para acabar con esta tragedia y más cuando las organizaciones defensoras de estas ideas juegan a favor del delincuente. Ya mucho se ha escrito sobre esto. ¡A qué abundar! Todo se ha dicho ya. Solo una idea más. Cada vez que en nuestra historia se presentaron problemas que pusieron en jaque la continuidad del Estado hubo argentinos que entendieron la gravedad de la situación y actuaron en consecuencia.

Recordar la acción del general Roca sobre la delincuencia indígena, la categórica respuesta del doctor Hipólito Yrigoyen a los anarquistas en la llamada Semana Trágica y la Patagonia Rebelde. Anarquistas que habían asesinado en 1910 al jefe de la Policía y a su secretario, y diecinueve años más tarde intentaron matar a don Hipólito. Y la determinante resolución del gobierno peronista de Ítalo Luder de acabar con la subversión poniendo en marcha el Operativo Independencia en la Provincia de Tucumán. Cada momento tuvo un patriota.

PROGRES Y COBARDES

La política de los progres, (kirchneristas, peronistas light e izquierdistas) está clara, durante veinte años nos tuvieron a mal traer y gracias a sus ideas, la delincuencia y el narcotráfico crecieron exponencialmente. Finalmente esa plaga ideológica fue democráticamente superada. Sin embargo hay cuestiones que se repiten. Algunas por irresponsabilidad y falta de criterio, otras por cobardía. Vamos por partes. Por ejemplo ¿era necesario que el gobierno de Santa Fe mostrara imágenes de presos, tal cual El Salvador, cuando no se es dueño de la calle? Bukele las exhibió cuando los sesenta mil pandilleros estaban tras las rejas. El combate no se gana con bravuconadas. El Gobierno Nacional está enviando fuerzas federales e incluso, en un grave error, apoyo militar, (el que se pueda brindar en el marco de las leyes vigentes). Aun así, es un error.

TODOS SABEN

En Rosario todos saben donde se vende droga, el hormiguero, según terminología bullrrichista, los hay chicos, medianos y grandes. Son las bocas de expendio. Sin esas bocas se hace difícil por no decir imposible la venta de estupefacientes. ¿Entonces si se sabe cuáles son y donde están porque no se las ataca? La tontera de que el narcomenudeo carece de importancia estratégica es la mentira mejor armada para no hacer nada.

No, afirman señorones sabelotodo, ¡lo que importa es el lavado, los grandes negocios, la cadena internacional! ¡Acabemos con ellos y se termina el hormiguero! Entonces habrá que empezar por cuevas, bancos, inmobiliarias, empresas hoteleras y de transporte fluvial, terrestre y aéreo, y ainda mais. Entonces es imposible.

El problema de la inseguridad hoy en Rosario es el narcomenudeo y las bandas de delincuentes a ellos asociadas. No se necesita al Ejército para acabar con ellas. Con las fuerzas Federales alcanza. Claro si actuaran como corresponde. ¿Qué hacen hoy las fuerzas federales en Rosario? patrullan las calles, ¿acaso creen que los dealer llevan un cartel ofreciendo merca? Lo que logran es que se oculten y aguanten la parada. La gendarmería pide documentos en colectivos y trolebuses ¿es que el traficante no tiene documentos en orden? A esta altura de la soirée o son inútiles o mentirosos. A las autoridades nacionales y provinciales y a los jefes de las fuerzas federales les recuerdo las palabras del general Roca al iniciar su Campaña: “Vamos pues a disputarles sus propias guaridas, lo que no conseguiremos sino por medio de la fuerza. A mi juicio el mejor sistema de concluir con los indios es el de la guerra ofensiva. Hay que ir a buscarlos a sus guaridas y causarles un terror y un espanto indescriptibles”. No hay otra solución. Eso sí, si actúan como corresponde habrá muertos. Entonces tendrá sentido aquello de el que las hace las paga.

(LA PRENSA)


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