EDITORIAL
Difundir la verdad debe ser siempre nuestro fundamento
Los periodistas no podemos despojarnos de nuestra razón de ser, que es la de informar, aunque ése ejercicio nos lleve a enfrentar constantemente situaciones adversas como la que estoicamente atravesamos con esta desastrosa administración municipal.
Difundir la verdad debe ser siempre nuestro fundamento.
Y, como acabo de señalar, nuestra razón de ser.
Nos hemos preparado para vivir la realidad del otro, para contar historias, efectuar reportajes, redactar crónicas, crear noticias y aquí, con un alto grado de soberbia nos cierran la puerta.
Sabemos y somos conscientes del valor de la información y del medio que representamos, un medio independiente, harto conocido al que supieron recurrir, cuando más les hacía falta.
Son nuestras herramientas para trabajar, grabadora, celular, cámara, lapicera y agenda que este gobierno local pretende ignorar y que prefiere lo usen otros medios no locales, a ellos si.
Cuando nos necesitaron —antes de ser gobierno—, nos llamaban con desesperación. Y eso sucedía porque demostrábamos tener calidad en la información, claridad de conceptos, publicaciones objetivas, y con el análisis profundo que requerían las notas.
No podemos ahora ceder ese terreno por capricho de algunos funcionarios o por la manifiesta ineptitud de Prensa municipal al negarnos información.
Como responsable directo de este medio voy a defender mi medio de comunicación, a su independencia, a su credibilidad y, ante todo, a nuestra razón de ser.
Mantenernos bloqueados o negarnos una gacetilla es un ataque a la libertad de Prensa. Es un burdo intento de ningunearnos, es creer que nos van a intimidar.
Al contrario, lo que hacen, es privar de información a la ciudadanía, a la gente que los votó y a los otros ciudadanos de bien. Tal vez lo hagan por ocultar sus espurios actos, o quizás para esquivar preguntas que los incomode.
El periodismo no es un oficio de espionaje, no hacemos operaciones encubiertas, informamos.
Nosotros recopilamos información, investigamos su veracidad, contrastamos las fuentes, analizamos y difundimos a través de nuestra bajada editorial.
No nos escondemos, no negamos nuestra existencia. Todos aquí saben dónde estamos, de hecho, ya hemos sufrido ataques por eso.
El propósito nuestro es brindar a la ciudadanía, a la comunidad entera, información lo más precisa y confiable posible, para que esta sociedad libre y democrática no les permita a este gobierno que obre mal, y tratamos siempre de respetar las diferencias que surjan para poder así funcionar en la tan necesaria convivencia que esta ciudad merece.
Muy por el contrario, con el accionar de este gobierno municipal, solo demuestran que persiguen callar al comunicador.
Terminó el fallido carnaval.
Y se sacaron la careta.
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