CRUZ DEL EJE: LES ENSEÑEMOS HABLAR A LOS CABALLOS

EDITORIAL

Lamentable ocurrencia del Área de Cultura municipal

Por Walter R. Quinteros

En una de sus reflexiones, Oscar Lamberto nos recordaba un cuento de un reo condenado a muerte que, al pie del cadalso, grita "Majestad si me das un año más de vida, le enseño hablar a tu caballo". 

El rey intrigado y asombrado con la propuesta se compadeció y sentenció "se posterga la ejecución por un año".

Devuelto a su celda, su compañero de reclusión le inquirió cual era la jugada, porque desconocía que el condenado tuviera conocimiento alguno sobre caballos.

La respuesta fue contundente, he ganado un año, en un año pueden pasar muchas cosas, se puede morir el Rey, me puedo morir yo, puede haber una revolución, a veces hay indultos, y quien te dice, hasta pueda enseñarle hablar al caballo.

Esto habla más mal del rey que del condenado. 

Pero resulta ser que hay quienes se creen reyes y con muchos caballos, parece.

Por estos días en Cruz del Eje y, como si fuese una jugada maradoniana, no se quién de Cultura de la municipalidad —porque no firma nadie—, ha lanzado un lamentable cartelito —"flyer" como le dicen los que saludan con un ola sin hache—, para dirigirse a quiénes hacemos algo relacionado con la Cultura. 

Pero mal, tan mal, que dan ganas de balearlos. Mire esto; comprensión de texto por favor.

¿Usted se imagina a la señora Tota de Alí con noventa y pico de años escaneando un código para saber de qué se trata el divague mental del funcionario de turno en esta cuestión?

¿Usted se imagina al profesor Andrés Py con noventa y pico de años escaneando un código para saber de qué se trata?

¿O al maestro Quiroga? ¿O a quién esto escribe con 69, el vicio?

¿Y, a más de veinte personas que hacemos de la cultura un estilo de vida, andar anotándonos para regocijo de ellos por un relevamiento que ya hizo la gestión anterior?

¿Acaso se creen el pupo del mundo y que uno, tapado en laburo periodístico y cultural, vive pendiente de estas lamentables ocurrencias y encima nos ponen plazos para inscripciones absurdas?

¿No pueden acaso dejar de aplastar sus frescos culitos de la silla prestada que les pusimos y recorrer por ejemplo, el Café Literario y otras delicias culturales y asesorarse?

No tienen la más mínima idea de nada. Quieren que vayamos a rendirles pleitesía. Darles el gusto que digan que "vinieron y se anotaron".

Son así de soberbios e irrespetuosos.

¿Quiénes carajo se creen para decir que la "gente" que hace cultura en Cruz del Eje tiene que salir corriendo y rendirse a sus pies antes del 29 de febrero para conocer sus propuestas?

¿Qué potestad tienen sobre la Cultura al poner plazos? ¿Acaso no puede nacer un eximio poeta, pintor, artista, cineasta, etc el 1° de marzo y darnos a todos una clase magistral?

¿Acaso no saben quiénes somos reconocidos a nivel nacional o internacional?

¿No era que sabían cómo hacerlo? Causan risa con tanta mentira esgrimida.

Acaban de dar otra muestra de una inoperancia total. De una ignorancia sublime. 

Es como decir que no saben cuántos médicos especialistas hay en el hospital Aurelio Crespo y lo que es peor, no saber la dirección del hospital. Burdos en todo su esplendor.
 
Y eso habla de que no saben nada de los librazos de Marga Espeche, Elma Sueldo, Marta Fajardo, Leo Kronwiter, y tantos otros y sus direcciones dónde dirigir una digna carta que diga "De mi mayor consideración..."

Desconocer la calidad poética de Nancy Vigna, María Esther Cuestas, y tantos otros, hace que  nos una el espanto, nos de lástima y hasta rabia porque sabemos que estamos en manos de nadie, que no son nada.

Es imperdonable la irrespetuosidad que ostentan al creer que todos tenemos internet y que manejamos lo electrónico como pendejos histéricos, como los que ponen en esas oficinas con aires de cultos. 

Es desconocer que muchos no usamos "transferencias" y que dentro de nuestra honestidad y costumbres usamos la romántica billetera para el pago en efectivo.

Han dado otra muestra lamentable de ser parte de esta comparsa payasesca que no le da valor a la palabra.

Les enseñemos hablar a los caballos. 

Nos va a ir mejor a que si tenemos que esperar a que la municipalidad marque el sentido de las  calles. Pragmatismo puro.





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