BATALLA DE SAN LORENZO Y BATALLA DE CASEROS

SOCIEDAD

Hoy se cumple un nuevo aniversario de dos importantes hechos de armas de nuestra historia




Por Jorge Tisi Baña

Hoy se cumple un nuevo aniversario de dos importantes hechos de armas de nuestra historia.
En primer lugar, el combate de San Lorenzo, bautismo de fuego de Regimiento de Granaderos a Caballo, cuerpo creado por el entonces teniente coronel Don José de San Martín, e integrado por personal elegido por él y formado de acuerdo a la más estricta disciplina.

Las tropas realistas apostadas en Montevideo asolaban las poblaciones sobre el Paraná en busca de abastecimientos para su subsistencia. En esas circunstancias se encomendó al Regimiento de Granaderos la custodia de las costas.

El 3 de febrero de 1813, a bordo de 11 navíos, las tropas españolas arribaron a la localidad de San Lorenzo sobre las riberas del río Paraná. Tras desembarcar emprendieron su marcha hacia el Convento de San Carlos Borromeo, que fue mudo testigo del combate. Ciento veinte Granaderos conducidos por San Martín los esperaban ocultos tras sus muros y en una carga que no duró más de quince minutos, pusieron en práctica lo que tantas veces habían ensayado en los cuarteles de Retiro y se lanzaron a degüello sobre la expedición realista que los doblaba en número.

El combate de San Lorenzo fue el punto de partida en el que San Martín y sus Granaderos escribirían la primera gran página gloriosa de su historia. Gloria que queda resumida en el siguiente extracto del parte de combate escrito por el Libertador:
“Seguramente el valor e intrepidez de mis granaderos hubieran terminado en este día de un solo golpe las invasiones de los enemigos en las costas del Paraná, si la proximidad de las bajadas no hubiera protegido su fuga, pero me arrojo a pronosticar sin temor que este escarmiento será un principio para que los enemigos no vuelvan a inquietar a estos pacíficos moradores”.

Y así fue, pues a pesar de la brevedad del combate y de los pocos efectivos empeñados, San Lorenzo tuvo repercusión estratégica, porque a partir de ese momento los realistas suspendieron sus golpes de mano sobre las orillas del Paraná, y a consecuencia de ello la ciudad de Montevideo comenzó a sufrir severos problemas de abastecimiento, lo que derivó en su posterior caída en manos patriotas.

En San Lorenzo, los nombres de Cabral, Baigorria, Bermúdez, Bouchard, Díaz Vélez, Necochea y Bogado no sólo se entremezclan en la historia con los del Padre de la Patria, sino que son hitos de una epopeya guerrera que jalonaron el nacimiento de la unidad militar más gloriosa de América.

El segundo acontecimiento fue la Batalla de Caseros, librada el 3 de febrero de 1852 entre el Ejército Grande, comandado por general Justo José de Urquiza e integrado por fuerzas de las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe, Brasil y Uruguay; y el ejército de la Confederación Argentina, al mando del gobernador de Buenos Aires, brigadier general Juan Manuel de Rosas.

Independientemente de la ideología política que cada uno pueda sustentar al respecto, esta batalla terminó con un período de anarquía, barbarie y guerras intestinas entre las provincias, y derivó en la firma del Acuerdo de San Nicolás, en el cual se convocó la reunión de un Congreso General Constituyente, que al año siguiente terminó con la promulgación de la Constitución Nacional de 1853, que trajo aparejada la consecuente unidad nacional y posibilitó un extraordinario proceso de civilización, expansión territorial, alfabetismo, crecimiento poblacional, desarrollo económico y progreso.

Jorge Tisi Baña

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