CRUZ DEL EJE: ¿QUÉ DÍA ES HOY, QUÉ HORA ES?

EDITORIAL

Bienvenido a la ciudad de los honestos y transparentes fabuladores

Por Walter R. Quinteros

A mi me dolía, me dolía demasiado que los políticos adversarios en la contienda electoral local del año pasado, no se jugasen, no tuviesen la capacidad suficiente para debatir temas puntuales. Me dolía la mentira. Me dolía esa desesperación por simplemente pasar a la historia como intendente, sin plan, sin proyectos viables, elaborando fantasiosos castillos en el aire. Engañando al electorado.

En este parque de diversiones de la política, todos los otros candidatos estaban arriba de la misma calesita, forzando la máquina que llamaremos de ahora en más, asistencialismo desenfrenado con dinerillo de las coparticipaciones "para ver qué hago con lo que me den". Mientras yo les decía que debíamos trepar al palo enjabonado. Y les recordaba a ciertos olvidadizos que bien supo decir el general Perón "gobernar es generar trabajo". Y en otra parte decía: "El trabajo es un derecho que crea la dignidad del Hombre y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume". Algo que ellos habían leído sin tener comprensión de texto.

Me dolía como libertario, me dolía como ciudadano ver que no se les caía una, una sola idea. Pero más me dolía que la gente les creyese. Por pura cómoda nomás.

Ponían si, mucho esmero y entusiasmo para desprestigiar a quién esto escribe. A veces empleando un comportamiento irracional, por el solo hecho de decir que nada esperaba del Estado y que bien nos vendría que nos levantásemos y nos pusiésemos a trabajar. 

Para todos ellos, en cambio, todo se centraba en el Estado, disputando a ver quién conseguía más y mejor ésa asistencia para satisfacer sus propios intereses. Si no había plata, la culpa iba a ser del Estado.

Pero también debo decir que gracias a estas disputas, nos hemos conocido y algunos, nos hemos ganado un lugar y respeto en la sociedad. Por ejemplo, en las elecciones presidenciales tuvimos que sentarnos, cada uno con sus diferentes intereses, para formalizar acuerdos y concertar algunos arreglos aceptables que en definitiva, recayeran sobre el bien común. 

"Tu suerte necesita de mi suerte y tu me necesitas mucho más". Dice el bolero Encadenados, de Carlos Arturo Briz. 

Entonces debemos tener en cuenta que, lo que le convino a algunos partidos políticos, se debió presentar como algo que a la larga hemos considerado bueno para todos. Un claro ejemplo de madurez política entre algunos pocos, luego de tanto encono.

En este hecho casi puntual del acto eleccionario presidencial y, en esta ciudad y departamento de Cruz del Eje, consecuentemente con el resto del país, tejimos esporádicas alianzas para fiscalizar a favor de quién es hoy nuestro presidente. Los referentes de las fuerzas políticas intervinientes, fuimos transparentes. Participamos y lo informamos en tiempo y forma a nuestros cuadros. Hicimos simples acuerdos colaborativos y creíbles a la vista de la sociedad.

Hay una frase de la periodista Jo Adetunji de The Conversation, que dice: "Los políticos profesionales son los protagonistas más visibles de esa articulación de intereses". Esto es una definición espectacular. Y amplía el concepto: "Hay muchos otros jugadores como los medios de prensa, las cámaras empresarias, los sindicatos, etc.), pero los políticos ocupan el centro de la escena porque compiten abiertamente por dirigir los organismos del Estado, y así tener la última palabra a la hora de consagrar ciertos intereses en el lenguaje del bien común".

Pero por aqui, siguen fallando las comunicaciones. 

Hice semejante rodeo solo para llegar al tema principal de esta nota que es referirme a que aquí, en esta ciudad todo sigue igual. Todo se sigue manejando mal. El nuevo intendente no acudió a políticos profesionales, ni a la prensa preguntona —como lo es este medio—, ni estableció acuerdos con sindicato alguno, ni hizo absolutamente nada que haga referencia expresa a los intereses del bien común de nuestra gente, es decir lo que la ciudadanía esperaba, o necesita, pues nada nuevo se ha visto en esta ciudad.

Aunque es cierto que hace apenas un mes asumió este nuevo gobierno local. También es cierto que tuvo seis meses desde que fue electo para prepararse a dar rápidas respuestas. 

Veamos: ¿Qué hizo aparte de no dar respuestas ni siquiera lentas?

1) Apertura de temporada turística: Un fiasco. Espectáculo para unos pocos.
¿Eso quería nuestro pueblo? ¿Eso fue una promesa electoral?
Mientras las calles siguen reproduciendo baches asesinos. 
Mientras no se reponen lámparas del alumbrado público.
Mientras indigentes "apoliyan", cambian su ropa y muestran sus desnudeces en la terminal de ómnibus. "Yo visité Cruz del Eje", dice el espantoso cartel de letras corpóreas.

2) Celebrar que un funcionario municipal corre carreras de Rally. Fiesta para unos pocos.
¿Eso quería nuestro pueblo? ¿Eso fue una promesa electoral?
Mientras seguimos sin señalizar las arterias.
Mientras destruímos el Parque de la Democracia.
Mientras los yuyos crecen para esparcimiento feliz de los mosquitos.

De la "transparencia" que decían iban a tener, nada se sabe, no tenemos cierta idea de cómo y, en que estado se recibió la municipalidad, si hay deudas financieras, ni nada sobre el estado de la flota automotor, mucho menos de la planta de empleados y muchos etcéteras más.

¿En que quedó eso de las descalificaciones pre electorales? ¿En que quedó eso de que ellos sí sabían hacerlo y todos los demás no?

Los políticos oficialistas parece, se habían mostrado como los líderes y guías de ciertos valores incuestionables. A la inversa, los demás quedábamos como enemigos de esos valores.

¿Será por eso que como medio informativo no somos convocados ni se nos arrima una miserable gacetilla informativa? Son divinos de inútiles.

El ostentar un título cuestionable, parece ser, les hace creer que están más allá del bien y del mal. El pueblo sigue esperando noticias. Y si el pueblo sigue en ascuas, ¿quién es el bueno y quién es el malo aquí?

No solo hay que ser, sino parecer, dijo Cayo Julio César. 

Y ésta acción del nuevo gobierno local, sin lugar a dudas, inducen a recorrer ese camino que desemboca en el aumento del debilitamiento de la credibilidad política.

Porque si no se alimenta a la prensa, esta duda de la tal mentada transparencia adquiere un rasgo de que todo fue mentira y ésas mentiras son amplificadas en las mismas redes sociales. Menospreciar a los informantes ha sido una estrategia política poco eficaz. 

Porque nos dijeron que sabían hacerlo, pero no aclararon nunca, qué es lo que sabían hacer.
Porque nos dijeron que eran honestos, pero no lo han demostrado.
Porque nos dijeron que eran transparentes, bah, casi invisibles, parece. Ya que nadie los ha presentado en sociedad. 

En definitiva, ya no se le puede creer nada a nadie, en esta tierra de lamentos interminables.

Querido lector, haga como hice yo en un debate lleno de honestos y transparentes fabuladores: Pregúnteles a los nuevos funcionarios: ¿Qué día es hoy, qué hora es?

Como para creerles algo, ¿vio?



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