CRUZ DEL EJE: GLADIS Y OTROS, DUERMEN EN LA TERMINAL

EDITORIAL

Como un esplendoroso certificado de pobreza


Por Walter R. Quinteros

No es un hecho aislado, la señora Gladis, duerme hace varios años en la sala de espera de la Terminal de ómnibus de pasajeros. Ya hay notas al respecto, reportajes etc. que desde este medio se informara. Sucede, dicen, que Gladis no se quiere ir, que no hay forma de persuadirla. Pero...

¿Qué medidas ha tomado la municipalidad para que el lugar que ocupa Gladis esté limpio, ordenado y sin trastos a la vista?

¿Por qué toco este tema?

Porque esta nueva gestión municipal es una cadena de errores que continúa con la deplorable gestión anterior. La Terminal de ómnibus de esta ciudad, como toda Terminal, es la puerta de entrada de todas aquellas personas que, utilizando el medio de Transporte interurbano o interprovincial, nos visitan.

La terminal da asco. 

La gestión anterior había comenzado con un plan de pintura. Inconcluso.

Los baños de damas en algo zafan. Hay un solo inodoro en los baños de caballeros. Las paredes rotas, el signo de abandono completa la escena. No hay nadie, absolutamente nadie, de Turismo que reciba a posibles visitantes. Nadie que indique nada. La confitería luce un hermoso cartel que dice "Abierto las 24 horas". Mentira. Está cerrada.

Y la lista sigue.

¡Ah! Pero días atrás, y en un espectáculo para unos pocos. el intendente oficializó la apertura de la temporada turística.

¿Le avisaron del estado de las calles? 

Entre los principios libertarios del Presidente Javier Milei figura la siguiente frase: "Sostenemos que el Estado no puede darle un trato diferencial a un grupo de individuos en detrimento de otros". Eso significa que si el estado de las calles es óptimo, nos beneficia a toda la sociedad en general. Significa que si la Terminal de ómnibus está presentable para quiénes la usamos diariamente como para aquellos que solo pasan y la ven, debamos sentirnos orgullosos, porque, a todos nos favorece que luzca impecable. 

Pero no.

Se ha decidido darle un trato preferencial a los que viven del turismo en detrimento de otros.

Eso sucede tal vez, porque el nuevo intendente es empresario hotelero. Tal vez, repito.

Mientras tanto, Gladis y otros, duermen entre los pasillos de la Terminal.

En el desbarajuste del gobierno nacional saliente, y en Turismo, se lanzaron algunas ideas que todas, sin excepción, recurrían a las maltrechas arcas del Estado. 

Si mal no recuerdo, las políticas públicas implementadas llevaron a la reglamentación de la Ley de Sostenimiento y Reactivación de la Actividad Turística, cuyo objetivo fue garantizar el empleo y los emprendimientos turísticos —siempre con fondos provenientes de las maltrechas arcas—. Entonces teníamos que:

Había un estímulo del consumo turístico. Como el caso del previaje, con reintegro del valor del 50% de un viaje para gastos futuros en el sector. Pero ¿Hubo políticas dirigidas a promover el consumo de familias con menores ingresos, a adultos mayores o al turismo estudiantil? Todo esto repito, financiado de la inagotable maquinita de crear billetes.

En cuanto a la acción pública que eso representaba, fue que "siempre hubo subsidio" para el pago de gastos de prestadores, líneas de crédito a tasa cero a micro, pequeñas y medianas empresas turísticas, aportes no reembolsables para personas físicas o jurídicas que no tenían empleados a cargo e ingresos extra a trabajadores y trabajadoras del sector. Todo esto repito, financiado de la inagotable maquinita de crear billetes. Nadie ponía el lomo.

Como si esto fuese poco, crearon también el "Programa 50 destinos para financiar 150 obras de infraestructura turística". Era para destinos asentados y emergentes, con fondos provenientes del Fondo de Promoción Turística para que las provincias hagan material audiovisual de los destinos principales para fortalecer las estrategias de difusión internacional del país o el financiamiento de acciones de capacitación para la mejora de las competencias laborales de prestadores. Todo esto repito, financiado de la inagotable maquinita de crear billetes.

Como verán todo muy lejos del principio: "Sostenemos que el Estado no puede darle un trato diferencial a un grupo de individuos en detrimento de otros". 

Recuerdo que ante una consulta de un colega, un funcionario de Nación supo responder que: "Estas políticas públicas buscan cuidar y fomentar la producción, el trabajo y el consumo en el sector turístico". Y que, en base a ésa respuesta, supe escribir una nota preguntándome que comercio gastronómico y hotelero de esta ciudad había incrementado la base de su personal de empleados para atender esa supuesta avalancha de turistas. La respuesta fue: "Nadie". "Ninguno". Es que esta ciudad no es turística, me decían todos.

Todos sabíamos que, con la ayuda inestimable de la financiación de la inagotable maquinita de crear billetes, las políticas que pudieron haber impactado sobre turismo solidario a nivel nacional no procedían del Ministerio de Turismo y Deportes, sino de otros organismos del Estado. Organismos que, miraban a Gladis y a otros, dormir en los pasillos de la Terminal de esta ciudad y no hacían nada. 

No está en mi ánimo, criticar que para unos pocos, se haya montado un espectáculo en una plaza de  esta ciudad para fomentar un Turismo lastimoso como el que tenemos. Más aún, que las prioridades de esta ciudad pasan por otro lado. Pasan en realidad en saber en qué se destina el dinero del erario público.

Nuestros mozos de bares y confíterías, ¿cuántos idiomas hablan? Por ejemplo. 

¿Hicieron cursos? ¿Cómo van dispuestos los cubiertos en las mesas, chicos?

El presidente Javier Milei fue bien claro cuando dijo que ciertas políticas van ¡Afuera! Al efecto en su espectacular Ley Ómnibus aclara que : Esta normativa elimina algunos regímenes que se encuentran vigentes en la actualidad y plantea nuevos parámetros para el desarrollo del turismo en el futuro.

Entre los puntos más destacados se encuentra la eliminación de los planes de obra pública y la liberación de los precios para toda la cadena, pero hay muchos otros puntos que merecen ser mencionados. Como los que están en los artículos 475 y 476 donde se derogan las leyes de “promoción de la construcción de hoteles de turismo Internacional” y de “promoción del turismo por medio de líneas de transporte”. ¿Saben por qué?

Porque todo esto repito, era financiado por la inagotable maquinita de crear billetes.

La normativa incluye una serie de incentivos fiscales para las empresas que construyan hoteles en determinadas ciudades turísticas argentinas. 

Me olvidaba decirles que, siguiendo la misma línea del gobierno municipal anterior, este medio periodístico no fue invitado a la "Apertura de la temporada turística" organizada por la municipalidad. Y paso un dato, a cierto medio que no nos tiene en cuenta como "lugar de esparcimiento o atractivo turístico", la municipalidad si le pasó la comunicación correspondiente. ¿Vió?

Mientras tanto, Las calles siguen sin señalizar, sin bachear y como les dijimos y mostramos: Gladis y otros más, duermen en la Terminal.

Como un esplendoroso certificado de pobreza.





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