A DIOS LO QUE ES DE DIOS

EDITORIAL

Hasta en Navidad, la política es inseparable de la vida humana


Por Walter R. Quinteros

En La Biblia, leemos a Mateo 22: 21, Jesús dice "Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", y eso significa que, hay que ser justo y reconocer a cada uno sus méritos. 

Es decir que, desde mi punto de vista, se da a entender que existen dos caras en una moneda: La del César representando al Estado y sus leyes, y la otra cara que es la de obediencia a la autoridad de Dios en nuestra Fe cristiana.

Pero también sucede que esta Nochebuena y esta Navidad, nos recuerdan que somos una sociedad consumista, porque recibimos la Navidad precisamente con mesas bien servidas. 

Y consumista también porque gastamos fuertes sumas de dinero en regalos para nuestros seres queridos donde naturalmente, resaltan nuestros niños inocentes que poco saben de lo que sucede en nuestra política, en nuestra economía. Solo buscamos en ellos una sonrisa. 

¿Hay convivencia familiar en estas Fiestas? 

¿Practicamos la Navidad cristiana o, una Navidad de consumo?

Porque somos tan consumistas que hemos cambiado a nuestro Niñito Jesús por Santa Claus, y a éste por Papá Noel. En realidad, esas costumbres nuestras nos han llevado a olvidar que, lo que en realidad festejamos, es el nacimiento de Jesús. 

Y ahora pensemos.

¿Qué tiene aquel hijo de José el carpintero y María, nacido en un pesebre, educado en una región despreciada de Palestina para que su nombre genere guerras y alianzas?

¿Cómo es posible que muriese crucificado por razones políticas y religiosas?

Y es justamente aquí, que entra esa cosa que llamamos política.

Jesús no sólo es para nosotros nuestro líder religioso, es un modelo moral, también es el Salvador del mundo, es el Verbo encarnado. Jesús también discutió política. Pero...

¿Tiene sentido hablar de política ya que siempre trae problemas en las familias? 

Aunque sea en Navidad, la política es inseparable de la vida humana. 

Creo firmemente en la obediencia a la autoridad de Dios, en nuestra Fe. Para que podamos celebrar en paz la Navidad, sabemos que la mayor parte de los integrantes de una familia, solo quiere una noche familiar con tranquilidad y alegría, eso de hablar de política no le gusta a nadie. Pero hay hechos.

Hoy, tal vez en muchos hogares la cena no sea tan esplendorosa como en otros años, y nuestro actual gobierno está decidido a acabar con esa carga de corrupción y abuso del poder que supimos conseguir. Sepamos que estamos en bancarrota.

Y es por eso que creo que también la Navidad tiene una dimensión política, porque como Jesús, debemos comprometernos en la tarea de trabajar para construir otro país posible, incluso más cercano al Reino de Dios.  Empecemos esta noche, desde nuestras oraciones.

Es por eso que estoy convencido que la celebración de la Navidad debiera ser la ocasión para hacer un parate en política, y entregarnos a declarar nuestros sinceros sentimientos de paz con saludos y buenos deseos. 

Esta Navidad, debiera ser una celebración esencialmente espiritual.

Y, con lo poco que nos queda, volvamos a consumir porque creo, somos una sociedad que hemos hecho de la Navidad la fiesta más comercial del año. Nosotros aceptamos eso y hasta me da la sensación que parece que no nos interesa si somos buenos seres humanos, sino si somos buenos compradores y mejores consumidores.

¿Somos así? 

¿Pensamos así?

Jesús también nos dice, según Mateo 22: 39 "Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Frase que también roza lo político y sobre eso vemos que ésta celebración debería estar precisamente repleta de la práctica de ese amor, de la solidaridad y el de saber compartir. 

Ojalá que aprendamos a diferenciar las otras cosas de nuestra obediencia a las leyes de Dios. Demos a Dios lo que es de Dios.

Es que de eso se trata, de mantenernos amparados en la Fe y en la familia unida. Pensemos en ésa familia, y en aquel humilde pesebre de Belén.

Feliz Navidad.




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