HA MUERTO HENRY KISSINGER

POLÍTICA

“El punto débil de la Argentina es que está al borde de lograr el éxito”


Por Carolina Barros

Corría el mes de agosto de 1995 cuando en medio de los coletazos financieros de la crisis del Tequila y de la pelea entre el presidente Carlos Menem y su ministro de Economía, Domingo Cavallo, por la privatización del Correo Argentino, Henry Kissinger visitó Argentina.

Pasó como un relámpago por Buenos Aires en momentos que el cimbronazo ocasionado por las denuncias de Cavallo en el Congreso todavía se podía palpar en los mercados externos. Algunos medios dejaron entrever que la visita del ex secretario de Estado norteamericano venía a poner paños fríos a la recalentada tasa de riesgo-país. Se entrevistó con políticos, empresarios y banqueros, pero no quiso conceder notas a la prensa. Salvo la que le dio a la revista La Avispa, a la que señaló ventajas y desventajas de aquel momento político-económico.

A continuación, la entrevista completa que brindó el ex secretario de Estado norteamericano a Carolina Barros, en ese entonces jefa de redacción de La Avispa, en agosto de 1995 y que fue publicada en la mencionada revista en la edición de septiembre:

La prensa argentina reprodujo declaraciones suyas en las que calificaba a nuestro país como un “enigma intelectual”. ¿Qué quiso decir?

-No estoy seguro de haber dicho eso.

Así fue traducido.

-Voy a tratar de explicarlo. Para mí, la Argentina es un país fascinante y también complejo. Tiene una población extraordinariamente cosmopolita, tiene un alto nivel de educación, una clase dirigente muy bien formada y preparada, pero aun así, ocasionalmente, surgen abruptas erupciones o tensiones. Ya he dicho que muchos países, de haber llegado tan lejos como lo ha hecho la Argentina en su programa económico, no habrían logrado llevarlo a buen término. El punto débil de la Argentina -hasta diría el peligro que hoy enfrenta su país- es que está al borde de lograr el éxito… Tiene que dar los últimos tres pasos que le faltan para llegar a ese éxito.

¿Quiere decir que el peligro reside en los hombres que toman las decisiones?

-No. El peligro está en la pasión de esos hombres. Son los fuertes principios los que generan esas pasiones. Y esto a su vez significa una gran paradoja, porque la sociedad argentina es básicamente homogénea.

Si tuviera que hacer un balance del efecto Tequila, ¿cuáles son las diferencias que encuentra entre México y Argentina?

-Antes que nada, la brecha entre clases sociales es mucho mayor en México que en Argentina. Además, los niveles más pobres de la sociedad argentina han tenido mayor participación en el progreso económico que los de la mexicana. Estoy seguro de que se podrá argumentar “participaron, sí, pero no lo suficiente”, pero yo lo contrarrestaría nuevamente con el hecho de que la diferencia entre clases altas y bajas es menor en la Argentina que en México, lo que siempre va a permitir una más equitativa participación de las mismas.

En segundo término, el tipo de inversiones extranjeras que llegaron a su país son muy distintas a las que desembarcaron en México, donde la mayor parte de ellas fueron de letras de tesorería de corto plazo, con el fin de hacer una ganancia rápida. Este es el tipo de capital que se aleja inmediatamente ante la menor crisis, y que como consecuencia termina acelerándola. En la Argentina, gran parte del capital extranjero fue colocado en empresas productivas y este capital es más difícil de vender, requiere de más tiempo para hacerlo.

En tercer lugar, el liderazgo argentino no entró en pánico. Este es el elemento más importante, puesto que la tentación seguramente debió ser la de seguir el ejemplo de la devaluación mexicana. Felizmente, el gobierno de la Argentina estaba convencido de que este tipo de medida sería muy desafortunada y que empeoraría la situación. En mi opinión, adoptaron el camino correcto.

¿Cuál es la importancia del dúo Menem-Cavallo para la imagen argentina en los mercados externos?

-Soy un muy buen amigo de Menem. También soy un muy buen amigo de Cavallo. Creo que Cavallo ha realizado hechos extraordinarios… Como ciudadano norteamericano, no sería correcto que yo dijese cómo debería ser la composición del gabinete. Está claro que Menem y Cavallo son muy bien conocidos en el exterior, pero también es cierto que habrá un momento -no digo que esto deba darse ahora mismo- en que el sistema va a tener que depender de las instituciones y no sólo de los hombres. Reitero que éste no es ahora el caso pero tengo las más altas consideraciones hacia Cavallo.

¿Es el Mercosur una buena elección para la Argentina? ¿O debería, además, apuntar hacia el NAFTA?

-A esta altura ya no hay opción. Ya están en el Mercosur y para integrarse al NAFTA probablemente tendrían que dejar el Mercosur. Yo no creo que ésta sea una opción realista. Tampoco considero que puedan imponerse al NAFTA exclusivamente como país, aunque no descarto que en el futuro el Mercosur y el NAFTA puedan unirse.

El Mercosur ya ha establecido relaciones comerciales con la Unión Europea. Falta ahora intensificar el intercambio con los mercados asiáticos. ¿Cuál de estos mercados le conviene más al Mercosur?

-No hay que elegir entre uno y otro: hay que apuntar hacia los dos. Sí creo que el Mercosur va a establecer distinto tipo de relaciones entre Asia y Europa pero sin lugar a dudas ambos mercados valen la pena.

Pareciera que hay una tendencia mundial de los partidos políticos -sin distinción de color ideológico o de nacionalidad- en adoptar las economías de mercado, antes reservadas sólo para aquellos más corridos hacia la derecha. ¿Cómo calificaría a esta tendencia?

-Creo que la explicación pasa por si esto se inscribe dentro de una tendencia cíclica o si es un hecho permanente. En los 50 y 60 se tendía hacia el socialismo y a economías planificadas. Hoy en día, la mayoría ha aprendido de la experiencia rusa y de la experiencia comunista. Se sabe que las economías planificadas no funcionan. Por eso es que hay un inmenso énfasis puesto en los mercados. Lo que todavía falta comprobar es si los mercados, además de promover el crecimiento -algo ya comprobado- pueden sustentar la estabilidad. Y también, que si ese crecimiento se logra a un precio muy alto, que no termine por volverse un latigazo en contra. Esto es lo que aún falta ver.

Por último, la pregunta que le hacemos a los entrevistados por La Avispa. ¿Cuáles lecturas considera las más importantes en su formación?

-El pensamiento filosófico de Baruch Spinoza me impactó mucho. En ficción, tanto La Guerra y la Paz como Los Hermanos Karamasov. Y las Memorias de De Gaulle.

(Infobae)


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