OPINIÓN
Acusan a Sofía Clerici para disimular el cisne negro que les apareció con el corrupto de Martín Insaurralde
Por Rubén Lasagno
El kirchnerismo ha creído ser el adalid de los Derechos Humanos y dentro de ellos mismos ha exacerbado la “igualdad de género”, al punto de haber incurrido en la más profunda discriminación, toda vez que ha impuesto a su tropa un argot insustentable, irreproducible y ridículo que va en contra del idioma Español y lo dictado por la RAE como el uso innecesario de los dos géneros para referirse a una mujer o un hombre (ellas, ellos, diputados, diputadas, concejal concejala, etc) o el agregado de la “x” o la “e”, para “incluir” a homosexuales y aquellos que se autoperciben de otro género y pretenden incluirlos solo con inventar una palabra por fuera de los colectivos establecidos.
Pero son estos mismos gobernantes que crearon el Ministerio de la Mujer, supuestamente para potenciar y defender sus derechos, ante el maltrato de género, femicidios, denuncias por abuso, maltrato de la mujer etc, en la superficie una acción loable, pero en el fondo la politización de un tema sensible utilizado solo para generar una militancia de género que no defiende a nadie que no sea “del palo”, solo eleva su voz cuando el maltrato y el abuso la genera un hombre de otro sector político, pero calla y enmudece cuando sus “machos propios” son los cultores de esos abusos y hasta femicidas k involucrados, como es el caso de Cecilia Strzyzowski, asesinada, descuartizada, quemada y desaparecida por los Sena, de la patota del Capitanich en el Chaco, o más cerca nuestro Marcela López de quienes nunca jamás una de estas “defensoras” de los derechos de la mujer levantó la voz.
De esos mismos creadores del Ministerio de la Mujer, salen las abominables palabras de Sergio Massa ejerciendo la defensa del corrupto Martín Isaurralde y para exculpar a este delincuente, no duda en atacar a la mujer arrastrándola por el fango de la duda, ciñendo sobre ella sospechas de todo tipo y pretendiendo lavar los trapos sucios y la obscenidad del capo mafia de la política y el juego bonaerense, con insinuaciones que muestra la poca hombría del ministro candidato.
En una de las vergonzosas entrevistas ofrecidas a medios propios, Sergio Massa dijo “Creo además que esta chica ya tuvo un antecedente de aparecer en un momento político con algún candidato…”, dando a entender que la mujer es una prostituta y sin decir, en cambio, que “ese candidato”, fue Daniel Scioli, otro par suyo, tan corrupto y simulador como él e Isaurralde.
En la misma línea y sembrando sospechas de todo tipo y calibre, Massa dijo “Me llama la atención el momento en el que aparece la noticia. Pero te diría que eso es consecuencia. Hay una causa previa que es el error de Martín”-
Para Massa todo es conspirativo y lo de Isaurralde “fue un error”. Pobre Martín, seguramente fue obligado a viajar a España, recalar en un lugar horrible como Marbella, tomar champagne Pomery, comer langostas, alojarse en una suite del Marbella Club a un precio de 20 mil euros la semana y alquilar un barco por unos 15 mil euros para pasear con su pareja y tener sexo mientras se grababa.
Un Bandido suelto
Las acciones farandulezcas de Isaurralde fueron casi autorreferenciales, cuando procedió a alquilar en yate “Bandido” en Marbella. El escándalo, claro está, saltó por el culto al personalismo que tiene esta gente (Isaurralde y Clerici) cegadas por una realidad construida a espaldas de la gente común y usufructuando la impunidad que encubre a toda la casta política, sindical, judicial y empresarial del país, lo cual los hace perder el norte y creerse sus propias mentiras, esa que los autoconvence de que son intocables y todo lo que hacen y promueven, está bien y fuera del alcance del castigo humano y divino.
Resulta ser que el “Bandido”, ese hermoso yate de la ostentación en el cual embarcaron Isaurralde y Sofía Clerici, de acuerdo a los datos deslizados por Carlos Pagni en Odisea, pertenecería a la empresa de Bingos y juegos on line, Codere.
A su Vez Isaurralde desde hace años tiene el control del Instituto Provincial de Lotería y Casinos de la provincia a cargo de Axel Kicillof y (¡oh casualidad!) el barco es de Codere que hace casi 20 años domina el juego y los bingos en esa provincia. ¿Cómo es eso de que es peludo, tiene cuatro patas, cola bigote y hace “miau”?…
Cuando Massa intuye y desliza una operación contra Isaurralde, debido a la aparente puja y enfrentamiento entre los sectores del juego y de la política, en realidad habla de mafias. Y Martín Isaurralde, es uno de los responsables de que ella exista en su territorio o que la preceda.
Pero el colmo de la desvergüenza de Sergio Massa, fue, cuando en la misma entrevista dijo “Lo de Insaurralde fue un gravísimo error. Pagó con la renuncia, pagó la Jefatura de Gabinete”.
No, lo de Insaurralde no fue un error, fue un acto de corrupción establecido, instituido y llevado adelante por el funcionario público y no pagó nada.
Decir que “pagó con la renuncia” a la Jefatura de Gabinete y su candidatura a Concejal, es demasiado reduccionista y tiene un solo fin: decir que acá se terminó todo y no vale la pena escarbar en las miserias de la política provincial y nacional, plagada de corruptos, transas y delincuentes seriales. Nada terminó, todo comienza acá y si hubiera una reacción sincera de arrepentimiento (cosa que no existe), Insaurralde debería renunciar a la intendencia de Lomas de Zamora, también.
Massa trata de instalar el “robemos pero que no se note”, por eso desde el entorno del kirchnerismo salen a criticar a Isaurralde, no por lo que se ha robado, sino por la forma en que lo muestra.
No juzgan su conducta pública obscena y delincuencial, sino que haya expuesto al partido gobernante y a pocos días de una elección y en plena campaña, se transforme en un cisne negro, que le abolla el barco al ministro candidato y pone en riesgo la gobernación bonaerense.
Son unos verdaderos delincuentes y lo de Isaurralde es solo la punta de Iceberg que afloró por la estupidez que los embarga. Y Sergio Massa, fiel a su pertenencia K, siempre pone las culpas afuera, en otro, porque no puede justificar sus propios dislates y el de la “orga” mafiosa que ayuda a sostener desde el poder y pretende proyectar a partir del 2024.
Es Macri, fue la pandemia, la guerra, la sequía, el FMI y ahora Sofía Clerici. Ellos no tienen responsabilidad. Pero nada de esto ocurriría si en las urnas, la gente hiciera la justicia que no hacen los Tribunales, eyectando estas lacras de la política. La culpa, no es de ellos; ellos hacen lo que saben hacer. La culpa es de quienes los siguen votando.
(Agencia OPI Santa Cruz)
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