MANOTAZOS DE ÚLTIMO MOMENTO

OPINIÓN

Quienes pelean realmente por llegar a la Casa Rosada recurren a un menú insólito de anuncios para intentar seguir en carrera


Por Javier Calvo

Al filo de la elección presidencial más imprevisible y compleja de las últimas dos décadas, quienes pelean realmente por llegar a la Casa Rosada recurren a un menú insólito de anuncios para intentar seguir en carrera. Ningún estudio en poder del oficialismo y la oposición refleja que la segunda vuelta pueda evitarse. ¿Serán fiables?

En la cruenta disputa por entrar al ballotage, Patricia Bullrich apeló más que nadie a una suerte de “Último Momento” de placa televisiva, para llamar la atención del electorado.

Así fue que avisó que Horacio Rodríguez Larreta sería su jefe de Gabinete si llegara a ganar la Presidencia. O que el larretista Fernán Quirós se erigirá en uno de sus referentes en el área de salud.

Acaso la súbita movida resulte a destiempo y contradictoria con sus ásperos ataques a su rival de JxC en las PASO de hace 40 días. También exhibe la dificultad de Bullrich para atraer votantes moderados en su errática campaña y en mostrarse como una gestora eficiente de equipos. Al final era apenas otro eslogan vacío el “es todo o no es nada”.

En ese mismo contexto hay que ubicar el reciente y más contundente respaldo de Mauricio Macri, por redes sociales.

Tardó pero llegó su proclama a favor del liderazgo de Bullrich y, sobre todo, sus primeras críticas de fondo a Javier Milei. Cierto, menos a sus ideas que a cómo las podría implementar. Deja abiertas ciertas ventanas.

Según el círculo que lo rodea, para el ex presidente el rival a vencer es más Sergio Massa que el candidato libertario.

El ministro de Economía mantuvo su táctica de seguir dando golpes, como un boxeador que busca el knock out. A veces con revoleos eficientes (aunque con derivaciones imprevisibles), otras con empellones efectistas.

Con la batalla inflacionaria perdida, Massa se propuso la módica epopeya de que el dólar blue no vuelva a alcanzar los 1.000 pesos antes del domingo 22. Para ello impulsó inéditos operativos en financieras y cuevas muy conocidas del centro porteño y rosarino. Más vale tarde que nunca con controles que deberían ser habituales si se sospechan ilegalidades.

La mayor curiosidad, sin embargo, fue la decisión de que quien quiera pueda renunciar a los subsidios en el transporte público del AMBA. El ministro de Transporte, el massista Diego Giuliano, ni disimuló el eje central de la medida voluntaria: no se trata de un ajuste fiscal sino de mostrarle al posible votante de LLA y JxC cuánto le costaría al bolsillo el cese de la ayuda estatal que en teoría formulan esos espacios.

Vale todo, incluso la ausencia total en la campaña de UxP de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Nada que sorprenda a esta altura, aunque debe darse una dimensión histórica al vacío del Presidente y la Vicepresidenta, a propósito del acto del 17 de octubre por el cierre de la campaña bonaerense con Massa y Axel Kicillof.

Milei pareciera ser el que menos ruido pretende hacer, a caballo de su triunfo en las primarias y el favoritismo que acreditó a partir de entonces.

Pese a su inusitada y poco creíble moderación, al líder libertario se le escapa el control total. Más allá del inefable Ramiro Marra, que hace un culto al disparate, ahora fue el turno de su candidata a diputada y asesora estética Lilia Lemoine, que convulsionó al proponer un proyecto de ley para renunciar a la paternidad de hijos no deseados. Tal vez sea un complemento a la idea libertaria de Milei de “desregular” el mercado de la adopción de menores.

Tampoco el candidato de LLA pudo evitar una áspera alusión del papa Francisco, en un reportaje que divulgó la agencia Télam justo esta semana.

“Pensando en cualquier tipo de crisis política, un país que no sabe qué hacer, ¿qué se hace? ¿Buscamos mesías que vengan a salvarnos desde afuera? No. Busquemos dónde está el conflicto, tomemos en mano el conflicto y resolvamos saliendo hacia arriba (…). Mesías hubo uno solo, que nos salvó a todos, los demás son todos payasos de mesianismo (…). Las grandes dictaduras nacen de una flauta, de una ilusión, de un encanto del momento, y después decimos, qué lástima, nos ahogamos todos”, se despachó el Sumo Pontífice sin dar nombres. Ni falta que hace.

(PERFIL)



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