CULTURA / OPINIÓN
"Cuando uno se acostumbra a no conseguir nunca lo que desea, ¿Sabes qué pasa? Que acabas por no saber incluso lo que quieres"
Por Walter R. Quinteros
Haruki Murakami nació en Kioto, 12 de enero de 1949 es un escritor y traductor japonés, autor de novelas, relatos y ensayos. Sus libros han generado críticas positivas y ha obtenido numerosos premios. Pero el Nobel, no. Canallas.
—"Siempre es mejor que la gente hable cara a cara, con el corazón en la mano. De lo contrario acaban surgiendo malentendidos. Y los malentendidos, ¿Sabes?, son una fuente de infelicidad".
Su obra fue traducida a cincuenta idiomas y a veces criticada por el establishment literario japonés como "no japonesa", ya que se considera influida por el surrealismo y se centra en temas como la soledad y la alienación. Dice Wikipedia.
—"Pero, a fin de cuentas, ¿quién puede decir lo que es mejor? No te reprimas por nadie y, cuando la felicidad llame a tu puerta, aprovecha la ocasión y sé feliz".
Haruki Murakami, hace rato que viene siendo considerado como candidato a recibir el Premio Nobel de Literatura. Personalmente, quién esto escribe, estaba convencido que éste era su año. Es uno de mis autores favoritos.
—"Cerrar los ojos no va a cambiar nada. Nada va a desaparecer simplemente por no ver lo que está pasando. De hecho, las cosas serán aún peor la próxima vez que los abras. Sólo un cobarde cierra los ojos. Cerrar los ojos y taparse los oídos no va a hacer que el tiempo se detenga".
Seguramente él, al conocer el nombre del ganador, esbozó una sonrisa, y como yo, debe haber metido las manos en los bolsillos y mirar el atardecer. Cómo la vida se nos va.
—"Cuando uno se acostumbra a no conseguir nunca lo que desea, ¿Sabes qué pasa? Que acabas por no saber incluso lo que quieres".
Haciendo un recorrido por la carrera literaria de Haruki Murakami, encontramos varios títulos entre ellos: Escucha la canción del viento, Pinball 1973, La caza del carnero salvaje, El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, Tokio blues (Norwegian Wood), Baila, baila, baila, Al sur de la frontera, al oeste del sol, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, Sputnik, mi amor, Kafka en la orilla, After Dark, 1Q84, Los años de peregrinación del chico sin color. Y otros.
—"Las cosas que se pueden comprar con dinero es mejor comprarlas sin pensar demasiado si ganas o pierdes. Es mejor ahorrar las energías para aquellas cosas que no pueden comprarse con dinero".
Y entre sus colecciones de relatos tenemos: El elefante desaparece, Después del terremoto, Sauce ciego, mujer dormida, Hombres sin mujeres, Primera persona del singular. En mi blog de cultura hay varios más.
—"Antes creía que me haría mayor poco a poco, año tras año. Pero no. Uno se hace adulto de golpe y porrazo".
En 1988, con el enorme éxito de su novela Norwegian Wood (Tokio blues), abandonó Japón para vivir en Europa y Estados Unidos, y pasó a convertirse en el eterno favorito al Premio Nobel de literatura.
—"En el fondo, pienso que nunca he elegido nada por mí mismo, que todo me ha venido dado, que simplemente he interpretado los papeles que me han caído en las manos. Cuando de noche me despierto y pienso en eso, me entra pánico. ¿Quién soy? ¿Cómo soy en esencia? ¿Quién lleva las riendas de mi vida?".
Qué cosas ésas que nos suceden cuando uno apuesta a que los sabios que entregan premios hagan justicia y fallen a favor nuestro, ¿no?
—"En este mundo, nada hay tan cruel como la desolación de no desear nada".
Un medio especializado asegura que Murakami a través de su Twitter publicó un mensaje donde asegura no pensar en el Nobel:
—"Tengo una definición de caballero novelista, primero, no hablo del impuesto a la renta que he pagado; en segundo lugar, no escribo sobre mis ex novias o ex esposas; y, tercero, no pienso en el Premio Nobel de Literatura".
El jurado que le supo otorgar el Príncipe de Asturias dijo que Murakami posee una "narrativa ambiciosa e innovadora, que ha sabido expresar algunos de los grandes temas y conflictos de nuestro tiempo".
—"Las buenas noticias, en la mayoría de los casos, se dan en voz baja".
Aviso para mis lestores: "Libros de Murakami que tienes que leer antes de morir": Tokyo Blues: Este libro nos narra un trágico romance y lo difícil que es transitar de la juventud a la adultez, toca temas como el amor, el aislamiento y lo duro que puede llegar a ser el pasado.
—"Si no quieres acabar en un manicomio, abre tu corazón y abandónate al curso natural de la vida".
1Q84: Uno de sus libros más populares y que está dividido en dos volúmenes, nos cuenta la historia de Aomame y Tengo, ambos adultos de 30 años que cruzarán sus destinos.
—"Hay dos tipos de personas: los que son capaces de abrir su corazón a los demás y los que no. Tú te cuentas entre los primeros".
Al sur de la frontera, al oeste del Sol: Este libro nos habla del peso que tiene el pasado en nuestra vida diaria y como un hombre con una vida perfecta deja todo y se replantea si es feliz al reencontrarse con un viejo amor.
—"El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más grave es la herida que le infligimos, más grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica".
Los años de peregrinación del chico sin color: En esta historia conocemos a Tsukuru Tazaki un joven que sufrió el distanciamiento sin razón de sus amigos, motivo por el cual incluso llegó a pensar en quitarse la vida.
—"Lo que nos hace personas normales es saber que no somos normales".
Lo que quería decirles, amigos lectores, es que parece que la cosa viene así. El que empieza a escribir, ya no puede detenerse, ni tampoco tiene un lugar hacia dónde escapar. O escriben bien o pasan inadvertidos para los lectores. Y el premio está en los lectores, ellos son los que toman el libro y si el libro les hace temblar las manos, si levita ante sus ojos, si duerme en su pecho y se queda a vivir para siempre en su memoria. Señoras y señores, el autor merece el premio Nobel, y que viaje gratis en el transporte público, y que le paguemos un café.
Y pobre de ustedes, bichos desalmados, si le dan caramelos de vuelto.
Comentarios
Publicar un comentario