LA MÁQUINA DE HACER POBRES

OPINIÓN

12,4% de inflación y 160% interanual, la más alta desde 1991. Massa, Alberto, Cristina y la máquina de hacer pobres

Por Rubén Lasagno

Seguir hincando el diente sobre la realidad argentina es casi una actitud de auoflegelación que implica una actitud masoquista pero tiene un solo fin: no equivocarnos, no repetir la historia y pensar positivamente en términos políticos antes de votar un cambio imprescindible para nuestro país.

Esta frase luce bien, linda y concreta, suena bien su significante y atrae el significado, pero a medida que la bajamos a la realidad política de la Argentina, ese significado se oscurece y a la luz de las posibilidades electorales que tenemos y los candidatos que se ofrecen, el velo de dudas de lo que realmente podremos lograr en las urnas, comienza a ser más impreciso y diluye nuestras esperanzas a futuro.

Massa, Milei y Bulrich, opciones que no terminan de convencer por distintas razones .y algunos por los mismos motivos que hoy nos trajeron al lugar que estamos, el tercer país con más inflación en el mundo y el segundo en latinoamérica solo debajo de Venezuela, mientras el resto del continente, saque sufrieron “la pandemia, la guerra y al sequía”, tal el latiguillo del Ministro de Economía Sergio Massa, no superan el 1% y en varios países tienen deflación.

Argentina publicó una inflación mensual del 12,4% en el mes que pasó lo cual da un interanual de un 160% aproximadamente y en esos números forzados del INDEC no se incluyen los alquileres, que afectan a las familias de menor recursos junto con el ítem que más aumentó en estos tiempos y no para de ser remarcado, que son los alimentos.

El Ministro de Economía y candidato Sergio Massa, el Presidente testimonial Alberto Fernández y la vicepresidente desaparecida, oculta y con pretensiones de que las esquirlas generada por su gobierno marioneta no la salpiquen, son los responsables de haber transformado a la Argentina, en una máquina de hacer pobres.

Al finalizar el año 2020, la cantidad de pobres era de aproximadamente 30 millones de personas y llegaba al 45,3%. Hoy, tres años después es prácticamente imposible hacer un cálculo cierto de la pobreza y la indigencia entre los 47 millones de habitantes. El número sugerido, asusta y los responsables directos de acelerar, incrementar y profundizar la pobreza y la indigencia, están a la vista son tres y uno de ellos, el principal cultor de este “logro” se ofrece como candidato para sacar a la Argentina de dónde él mismo la puso.

La máquina de pobres funciona al mismo ritmo que la impresora de billetes que ha destruido la moneda nacional. Todo es congruente dentro de la mayor incongruencia política de la que hemos sido capaces de construir al elegir a un grupo de ineptos que nos hace extrañar aquellas épocas donde con el dólar a 67 pesos, durante el gobierno de Macri, los artistas K anunciaban la disolución nacional y la telaraña en las parrillas que solo servían para guardar maceteros. Hoy con el dólar llegando a los 800 pesos, los mismos artistas guardan su lengua y resisten militando en silencio al padre de la criatura.

“Si van a ahorrar, compren un autito, no me vayan a comprar dólares”, dijo Sergio Massa, incorporándose a las “célebres” frases de otros fracasados como “Síganme que no los voy a defraudar” o “El que depositó dólares, recibirá dólares” y tantas pavadas por el estilo, que conforman ese aquelarre político en el que nos han metido a los argentinos y que tristemente, no castigamos debidamente, como haría cualquier país civilizado con ciudadanos coherentes.

A vista de lo que tenemos, somos y nos pasa, nunca mejor empleada la frase “Que bien estábamos cuando estábamos mal”. 

(Agencia OPI Santa Cruz)


Comentarios