LA CÁMARA DE CASACIÓN ORDENÓ JUZGAR A CRISTINA KIRCHNER

 EDITORIAL

En los salones de los pasos perdidos debieran poner carteles que digan que está prohibido resbalarse

Por Walter R. Quinteros

Y ahora hablemos de la noticia de ayer: La Cámara Federal de Casación Penal revocó el sobreseimiento de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, en la causa Hotesur - Los sauces, y ordenó que se haga el juicio oral y público junto al resto de la treintena de imputados.

También ordenó que se realice un juicio oral en la causa por el memorándum con Irán, en donde Cristina Kirchner está acusada de encubrimiento del atentado conta la Asociación Mutual Israelí Argentina (AMIA) en 1994.

La decisión fue tomada por los jueces de la Sala I de Casación, Diego Barroetaveña y Daniel Petrone y eso significa que el caso debe volver al Tribunal Oral Federal 5, que en noviembre de 2021 sobreseyó a los acusados. Aunque esta decisión puede ser apelable a la Corte Suprema.

Tenemos entonces que la vida no será color de rosa para Cristina, ni para su hijo Máximo, que también deberá volver a caminar por los salones de los pasos perdidos. Ése es un lugar donde nadie se destaca por hacerse el canchero, es más, debieran poner carteles que digan que está prohibido resbalarse.

Diego y Daniel, los jueces

Diego Barroetaveña y Daniel Petrone son los jueces que integran la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal.  La tercera integrante de esta sala era Ana María Figueroa, que fue dejada cesante por la Corte al cumplir 75 años y no conseguir un nuevo acuerdo del Senado ¿recuerdan? Páginas y páginas escritas sobre este caso. Ahora saben por qué.

Dando una vueltita por los medios informativos nacionales, éstos nos recuerdan que Diego Barroetaveña hizo toda su carrera en el Poder Judicial. Primero, en la justicia de San Isidro, donde fue defensor oficial y luego juez de garantías. Luego se desempeñó en un tribunal oral federal de San Martín, donde juzgó casos de lesa humanidad. 

Daniel Petrone comenzó su carrera judicial como meritorio en un juzgado de instrucción. Luego fue juez de instrucción en el fuero penal económico. Juró como juez de Casación en 2018. Es músico, toca el saxo en sus ratos libres. ¡Hello satchmo! Creo, le dicen sus amigos. 

Dato

En la Cámara de Casación, Petrone suele fallar en sintonía con su colega Barroetaveña. En diciembre del año pasado, los dos jueces convalidaron las declaraciones de los arrepentidos en la causa de los cuadernos de las coimas. En estas causas se investiga un presunto lavado de dinero y asociación ilícita de parte de las sociedades Hotesur y Los Sauces —de los Kirchner—, por el supuesto alquiler de sus hoteles y propiedades a los empresarios Lázaro Báez, Cristóbal López y Fabián De Sousa. La imputación se debe a que los alquileres se hicieron como contraprestación a las obras públicas que sus empresas recibieron durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Las coimas, es un hermoso lugar para sentirse vivo, parece.

Algo para recordar

Aquel caso fue elevado a juicio en febrero de 2019, pero con los votos de los jueces Daniel Obligado y Adrián Grünberg, sobreseyeron a los acusados. En su momento, el juez Obligado y el juez Grünberg dijeron: "Que no hubo lavado de dinero porque cuando se dieron los hechos había una ley penal más benigna que la actual". 

Pienso que Cristina no imaginaría nunca en su vida placentera que, en disidencia con ellos, la jueza Adriana Palliotti votaría en contra. Ella rechazaba los pedidos de sobreseimiento. Sostenía que los planteos debían analizarse en un juicio oral junto con toda la prueba del caso.

Es así que el fallo fue apelado por el fiscal Diego Velasco: "Los fundamentos del Tribunal son aparentes, advirtiéndose una inobservancia de normas cuya desatención acarrea sanción de nulidad, menoscabando directamente las garantías de defensa en juicio y debido proceso, con sustento en la doctrina de la arbitrariedad", sostuvo Velasco.

Así la causa pasó a la Cámara de Casación

Los abogados Carlos Beraldi y Ary Llernovoy habían presentado un escrito en noviembre del año pasado donde planteaban que se confirme el sobreseimiento: "Las pruebas incorporadas a la causa corroboran, fuera de toda posible discusión y sin necesidad de llevar a cabo un juicio oral, que los hechos no satisfacen ninguna tipicidad penal. Por ello, el sobreseimiento dictado debe ser confirmado", aludían.

Pero el fiscal de Casación Mario Villar mantuvo la postura de su colega Velasco para que se revoquen los sobreseimientos y se haga el juicio. "Son hechos muy graves en los que están involucrados funcionarios públicos. La Fiscalía se vio privada de representar a la sociedad en un juicio oral", sostuvo Villar. Y la causa pasó a la Cámara de Casación. Tal como estaba previsto y consta en las actas.

Otras caras

El juez Grünberg ya no integra el tribunal porque cuando resolvió el caso era subrogante. El juez Obligado no podrá intervenir en el caso. La única titular que queda es Adriana Palliotti.

Cristina Kirchner ya tiene una condena

La recibió en diciembre pasado cuando el Tribunal Oral Federal 2 la condenó a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por el caso de la obra pública que de manera irregular recibieron las empresas de Lázaro Báez para Santa Cruz durante los 12 años de gobierno kirchnerista.

De castas, herencias, derrumbes y futuro

Seguramente los interminables besamanos que rodean a la millonaria Cristina, le aconsejaron que siga desafiante, que le muestre los dientes al can Cerbero en este, su infierno tan temido, y que anuncie en las redes sociales que este sábado reaparecerá ante su público como una diva. Después de un largo silencio, les dijo que va a presentar la reedición —a 20 años de su publicación—, del libro "Después del derrumbe. Conversaciones de Torcuato Di Tella y Néstor Kirchner". Con los labios manchados por los bombones de Rapanuí, señalan que la charla ante sus "fans" llevará el título: "De castas, herencias, derrumbes y futuro" y que el mensaje llevará una crítica sin nombres, pero con destinatarios claros, a los que apuntará como "casta". 

Mientras tanto 

En este barrio, el verdulero mira a doña Rosa, pone a trasluz el billete de quinientos pesitos que le entregó, y le da dos papas a cambio, con medio ramillete de perejil. 
—No soy mago, santo ni poeta, señora. Hago lo que puedo. Le dice.





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