UN VOTO POR LA VIDA

OPINIÓN

La Nueva Unión Celeste cumple una función primordial de la democracia: ser la alternativa limpia y sin culpa para aquellos que no se conforman con elegir al “menos peor”

Por Rubén Magnasco

Se cumplen 40 años de la vuelta de la democracia, pero en algunos aspectos la sociedad lejos de avanzar, retrocede. Tales son los ejemplos de la economía y la desigualdad social, la inseguridad descontrolada o la decadencia de valores elementales, pero mas grave aún es la triste realidad de que hace dos años mueren en la Argentina 120.000 bebés de forma violenta e infame, pero por sobre todas las cosas, de forma evitable. Esa es la mayor deuda de la democracia, y la cifra además empeora con cada año, como advertimos tempranamente, y como pasó en todos los países que legalizaron el aborto.

La única alternativa es la misma que transitaron aquellos países, cuando tomaron nota del grave error que cometieron: la limitación primero, y la derogación definitiva después. Es que probaron que lejos de ayudar a la mujer, la expusieron a mayores riesgos, elevando el número de abortos, y consecuentemente los daños y morbi-mortalidad.

No obstante, como la ley de aborto nació siendo un problema estrictamente político (la mayoría de la población civil no la apoyaba entonces ni lo hace ahora), su solución también debe entenderse en clave política, y en eso Argentina corre con una ventaja, ya que es el primer país que cuenta con un partido exclusivamente provida, el Partido Celeste, y que ya es ejemplo para otros países de la región como Uruguay y Paraguay.

Este año el Partido Celeste estará presente en los cuartos oscuros de la Provincia de Buenos Aires conformando la Nueva Unión Celeste, alianza que defiende no solamente la Vida y la Familia, sino también los valores patrios mas altos, y la defensa de nuestros queridos pero intencionalmente olvidados por el Estado, héroes que lucharon en la guerra de Malvinas.

Sin las altisonantes figuras que se acostumbra a ver en la casta política, la Nueva Unión Celeste cumple una función primordial de la democracia: ser la alternativa limpia y sin culpa para aquellos que no se conforman con elegir al “menos peor” y votar con la nariz tapada. Y ello, sin generar un costo adicional al pueblo, ya que el Partido Celeste que la conforma es el único en la historia de la provincia de Buenos Aires que devolvió 11 millones de fondos de impresión de boletas sobrantes en 2021 –su primera elección- (aproximadamente el 70 % de los fondos).

Desde la defensa de los derechos humanos fundamentales, como el derecho a la Vida, entendemos que la política vinculada a tan noble y necesaria causa, debe ser honesta y transparente, aunque ello represente ir a contracorriente de un mundo “políticamente correcto”, cuya corrección se sabe, es sucia y corrupta.

Si el amigo lector encuentra cansancio de elegir siempre entre los mismos males, el pretendidamente menor, encontrará alivio de saber que ahora cuenta con la única opción honesta y basada en los valores y esencias de nuestro pueblo, y que con su voto ayudará a ganar peso específico a los únicos que realmente pueden marcar la agenda política para mejor.

Porque la democracia útil no es aquella en la que se vota al que pueda ganar, sino al correcto, independientemente del resultado, porque el voto habla de quien elige, y no de a quien se elije.

No hay nada mas valioso, que usar la democracia para hacer el bien, dejando en ello un voto por la Vida.

(Infobae)


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