CUANDO UN AMIGO PIDE, NO HAY QUE ESPERAR A MAÑANA

SOCIEDAD

Para el Diccionario de la Real Academia la amistad es "afecto personal, puro y desinteresado, ordinariamente recíproco, que nace y se fortalece en el trato"

Por Consultora Liberatore

—"Cuando un amigo pide, no hay que esperar a mañana".  Si le prestamos atención, esta frase significa que al amigo hay que ayudarle inmediatamente. ¿Es verdad eso?

—A ver, si entendemos el valor que tiene la amistad, que es una relación de afecto altamente significativa, que es un vínculo muy estrecho y especial que hemos formamos con otra persona, la respuesta es si.

—En esta sociedad actual, usted nos contaba que muchas personas tienen dificultades para generar vínculos, aunque tengan mucha vida social y que por eso se sienten solas, ¿a usted le pasa eso?

—Creo que no se entiende claramente el concepto de la amistad, muchas veces aquí no se permite por distintas razones, ya sea por la clase social, o por que no se experimente mucho entre un hombre y una mujer. No así en las grandes ciudades. Aquí se etiqueta mal.

—¿Cree que la amistad, es beneficiosa para la salud emocional?

—Los seres humanos somos sociales por naturaleza, entonces buscamos integrarnos con personas que nos consideramos afines. Eso conlleva a hablar, compartir, buscar soluciones a problemáticas personales, o de afectos y sentimientos. Creo que sentirnos complementados nos ayuda a no caer en depresiones. En síntesis te diría que si, ayuda. 

—¿Cuál es el valor de la amistad?

—La elección mutua entre dos personas, ese afecto que surge espontáneo, algo que es recíproco y desinteresado, que nos llena de vivencias, que nos hace compartir secretos, ése es el valor de la amistad. Y todo eso es por que en la amistad uno encuentra confianza, respeto, la empatía necesaria, lealtad, sinceridad y el compromiso. Mirá qué valores...

—¿Son los amigos nuestros compañeros de vida?

—Si, aún en la distancia. A nuestros amigos les reconocemos los momentos felices y también que en los momentos difíciles, ellos estuvieron brindándonos comprensión, apoyo desinteresado, y el afecto que necesitábamos en nuestros malos momentos.

—¿Hay amistad verdadera?

—Si, te digo que si. A veces con ese amigo uno comparte cosas que van más allá de las diferencias que puedan existir, tonteras políticas, deportivas, etc. Los amigos concilian, llegan antes, son los primeros que están. 

—¿Cómo cree que nace la amistad?

—Y, en esta sociedad se abre un abanico de situaciones y contextos, se puede dar por el lugar donde vivimos y sus características, o en el trabajo, en alguna reunión, en los bares, en actividades recreativas, o de un lugar que frecuentemos con asiduidad. Hay que conocerse.

—¿Importan las primeras palabras?

—No, en absoluto. Es saber valorar si lo que compartimos en el momento nos haya importado, si hemos aprendido algo nuevo, si hemos abierto nuestra mente a cosas nuevas, si hemos descubierto intereses y gustos en común, y si eso hizo que hayamos disfrutado la compañía, se tratará de un buen comienzo. Para las dos partes, por cierto. Eso puede llevar días...

—¿Hay amistades especiales?

—¿Te refieres a lo que se llama "amigovios" o algo así?

—Si, a ése tipo de amistades, usted me entendió.

—Sucede que a eso yo no le llamaría amistad, sino una especie de complicidad entre dos personas que comparten demasiadas cosas íntimas pero sin compromiso. Aunque también se puede dar en que ambas personas sientan el famoso miedo a la soledad del que ya hablamos la semana pasada. También puede ser el caso de que alguien crea que esa otra persona la hará feliz, que va a ser condescendiente con ella, dándole aquello que le hace falta y, yendo un poco más allá, creer que el otro va a cambiar para ser lo que ella quiere que sea, y que por eso, se disfrace de amigo. Se confunde la palabra amistad. A ver, te contesto más simple, la amistad del tipo especial confunde los valores que tiene la verdadera amistad.

—¿Hay amistad entre el hombre y la mujer?

—Claro, si. En mi caso particular he dado sangre por una amiga, le sugerí algunas cosas que creí conveniente para su felicidad, y ella también para conmigo, supo aconsejarme bien, nos hicimos regalos, compartimos cosas y fundamentalmente supimos respetar nuestros espacios. 

—¿Tiene mejor amiga?

—¡Si! Una criatura divina...

—¿Tiene mejor amigo?

—Yo, yo soy mi mejor amigo. Te cuento un secreto, ésa es la condición primordial que me impuse para ser el mejor amigo de todos mis amigos.

(Consultora Liberatore para: LA GACETA LIBERAL / Dibujo; Ángel Boligán)


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