ALGUNOS SUICIDIOS RAROS DE LA POLÍTICA ARGENTINA

 SOCIEDAD

Algo para recordar

Por Redacción

Jorge Mariano Mitre era el cuarto hijo del matrimonio de Bartolomé Mitre con Delfina de Vedia. Al llegar Sarmiento a la Presidencia en 1868, nombra al general Wenceslao Paunero, íntimo amigo de Mitre, como embajador plenipotenciario ante Brasil. Bartolomé Mitre le solicitó a Sarmiento que incorporara a su hijo en la comitiva. En Brasil, el joven Mitre se suicidó a las tres de la tarde del 17 de octubre de 1870, en la habitación 12 del “Hotel Dos Estrangeiros”.

Leandro Nicéforo Alem era hijo de un almacenero federal rosista, fusilado, colgado en una horca y exhibido al pueblo tras la derrota de Rosas. A los 27 años, finalmente recibido de abogado, logró ser incluido en las listas de diputados nacionales del autonomismo. Fracasó en dos oportunidades, pero alcanzó a ingresar a la legislatura provincial en 1872. En sus discursos no cejaba en llamar a la defensa del sufragio universal. Formó junto a Mitre y otros ilustres la Unión Cívica Radical que se convirtió en un partido de oposición al régimen. Durante la década del 90 tuvo serias diferencias con su sobrino Hipólito Yrigoyen, que junto con derrotas electorales lo deprimieron profundamente y llevaron a un cansado, enfermo y deprimido Alem a tomar una trágica decisión. No se sabe si el cochero era sordo o estaba distraído, pero lo cierto es que no escuchó el disparo fatal. Para la historia quedaría su insigne “Qué se rompa, pero que no se doble”.

Leopoldo Lugones, partidario de la ideología socialista fue virando paulatinamente hacia la derecha hasta llegar al fascismo. Su contacto con hombres del ejército donde compartía el deporte de la esgrima, lo llevaron a enunciar su famosa frase “ha llegado la hora de la espada”, tomada al pie de la letra por el general Félix Uriburu de neto corte fascista, que derrocó en forma violenta al gobierno de Hipólito Yrigoyen. El 19 de febrero de 1938, Lugones apareció muerto en el recreo El Tropezón situado en una de las islas del Tigre después de haber ingerido cianuro mezclado con whisky. La dinastía de los Lugones fue trágica, su hijo Polo, terminó suicidándose, su nieta Pirí, mujer inteligente y respetada en los círculos literarios y que consideraba a su padre un asesino, fue muerta durante la última dictadura acusada de montonera, por la misma picana que introdujo su progenitor. Años antes, su hijo Alejandro se suicidó a los 21 años igual que su abuelo y su bisabuelo.

Lisandro de la Torre, fue el político que enfrentó en soledad la corrupción y los negociados de la década infame. En un principio de su vida política participó activamente en la formación de la Unión Cívica Radical, pero tuvo enfrentamientos con el personalismo de Hipólito Yrigoyen al que acusó de anteponer a los intereses del país y del partido, sentimientos pequeños e inconfesables. Un matón del Partido Conservador, atentó contra la vida del senador y mató a su amigo y compañero de bancada Enzo Bordabehere quien se interpuso entre el sicario y De la Torre. Todos estos episodios fueron demasiado para De la Torre quien muy apesadumbrado presentó su renuncia al Senado. Lentamente, comenzó a despedirse de sus allegados y de sus cosas más queridas hasta que, al mediodía del 5 de enero de 1939, puso fin a su vida disparándose un balazo al corazón.

Víctor Guillot, fue victimario y víctima de un proceso de descomposición política, tenía compromisos económicos generados por una relación amorosa. Abrumado por la vergüenza, se quitó la vida el 23 de agosto de 1940, cuando aún no había cumplido 41 años. Su muerte no fue honrosa pero sí honesta y según el historiador Osvaldo Bayer, Guillot había sido "uno de los más brillantes legisladores radicales".

Juan Duarte su mayordomo lo encontró muerto en su residencia de la calle Callao. Estaba arrodillado junto a su cama en camiseta y calzoncillos. A su izquierda en el suelo un revólver Smith & Wesson calibre 38. Sobre una mesita había una carta dirigida a Perón donde explicaba su decisión. El caso se rotuló como suicidio, pero las pericias no cerraban para esa hipótesis. Había adquirido una inmensa fortuna y trasnochaba con conocidas actrices. Las críticas se multiplicaron tras la muerte de Evita y a la salida de un acto en el Teatro Colón, la actriz peronista Malisa Zini se acercó al presidente y, a los gritos, le recordó que lo rodeaban muchos corruptos. Perón la citó y allí la Zini le dio un detallado informe. El 8 de abril, Perón habló por radio: "Irá a la cárcel hasta mi propio padre si es ladrón", clamó. Todo el mundo entendió que se refería a su cuñado. Duarte escuchó el discurso en su coche, mientras volvía a su departamento de Callao, y supo que todo había terminado.

Rarezas

Domingo Salaverry, ex Ministro de Hacienda de Hipólito Yrigoyen puso fin a su vida misteriosamente, debido posiblemente a malos negociados y para evitar la vergüenza política.

Leandro Meiners, no adhería completamente al Peronismo (tenía ideología laborista) y pensó que tendría las manos atadas para actuar como gobernador de Santa Fe.

Benjamín Gargiulo, Comandante de la Infantería de Marina, participó en el movimiento revolucionario del 16 de junio de 1955, no soportó perder, ni la humillación, ni la degradación, ni la cárcel. 

Alberto Cattáneo era empresario e iba a declarar sobre un escándalo de sobornos entre el banco Nación y la empresa estadounidense IBM. Apareció ahorcado colgando de un árbol y en su boca mordía un artículo periodístico sobre el affaire.

Rodolfo Etchegoyen Era Brigadier de la Fuerza Aérea Y titular de la Aduana, renunció al cargo a raíz de la difusión de negociados y corrupción en esa dependencia. Planeaba colaborar con la justicia aportando los datos. Pero antes se suicidó de un balazo en la sien del lado izquierdo, pese a que era diestro.

Alfredo Yabrán se hizo millonario gracias a recibir la concesión del correo público. Corrían versiones de que, supuestamente, habría actuado como testaferro de Menem. Mandó a amenazar a un fotógrafo, José Luis Cabezas, pero los pistoleros asesinaron a la víctima. Luego Yabrán apareció suicidado de un escopetazo en la cabeza.

Marta Meza, era maestra, amante de Menem y madre del hijo extramatrimonial de ambos, Carlos Nair Meza, brindó dos entrevistas a la revista 'Noticias' destapando el asunto. El presidente la querelló a ella y al semanario, pero la mujer aparentemente se quitó la vida, ingiriendo veneno para ratas.

Lourdes Di Natale era secretaria del cuñadísimo de Menem, Emir Yoma. Iba a declarar en la justicia sobre el escándalo del contrabando de armas a Croacia y Ecuador pero nunca llegó a pisar el juzgado. Antes cayó al vacío desde el balcón de su piso cuando supuestamente quería cortar un cable de televisión paga que colgaba en el aire.

Carlos Facundo Menem, el primogénito del Presidente, cayó a tierra en el helicóptero que pilotaba y murió. La versión oficial habló de accidente, pero su madre, Zulema Yoma, insistió con que se trató de un atentado a tiros desde tierra. Varios de los testigos e investigadores murieron en extrañas circunstancias.

Lorenzo Epifani Siri, que cuidaba el campo de la familia Sívori donde cayó el helicóptero de Junior. Siri dijo que había escuchado tres explosiones previas a la caída del helicóptero (disparos). Vio tres paquetes como de azúcar, y dinero. Y que, además, se le acercaron dos personas y le dijeron "Viejito, vos te mandás a mudar de acá porque sos boleta, no viste nada". A Siri lo emborracharon y le hicieron cruzar una y otra vez la ruta 9, hasta que lo atropellaron.

Miguel Lucow, perito de la Fuerza Aérea, que había deslizado la presunción de que el helicóptero no sufrió un accidente, murió a balazos en un atraco a la puerta de su casa. 

Ángel Antakle, el supuesto ladrón homicida de Lukow, falleció dos días después sin ir a declarar al juzgado por el crimen.

¿Y por qué se suicidó el camionero Hugo Raúl Bocolino, que luego de haberle contado a su mujer por teléfono que vio caer el helicóptero, si no llevaba arma de fuego?

¿Y a Carlos Santander otro testigo que era un asaltante que aseguraba tener filmaciones de la caída del helicóptero?  Lo mataron días después, en un tiroteo.

¿Y al Dr. Martínez, médico de San Nicolás, que fue asesinado a cuchilladas pocos meses después de la caída del helicóptero y fue el primer médico en atender a Carlos Jr.?

¿Y Mario Perel y su mujer? "Suicidio". Un tiro en la cabeza a un metro de distancia. Habló demasiado. Le habría dado datos importantes a Elisa Carrió y a otros sobre las cadenas de lavado. Días después aparecieron las primeras denuncias contra Moneta y el grupo Menem, las cuales abrieron la conexión para el boom mediático de las armas. Carrió desmintió que le haya dicho algo.

¿Y Carlos Alonso? "Paro cardíaco". Estuvo a cargo de los controles que la Aduana debería haber realizado durante la venta ilegal de armas.

¿Y el General Juan Carlos Andreoli,  que murió al caer el helicóptero en que viajaba. Y estuvo a cargo de Fabricaciones Militares?

¿Y Rodolfo Aguilar, que viajaba con Andreoli en el helicóptero. Recibió un aviso en Perú sobre el envío de armamento argentino a Ecuador.

¿Y Vicente Bruzza, que falleció de un "Infarto". Operario de la Fábrica Militar de Río Tercero. Denunció que hubo un "maquillado" de armas?

¿Y Francisco Callejas, que de repente falleció de un "Derrame cerebral, y era técnico de Fabricaciones Militares que viajó a Croacia para calibrar los cañones?

¿Y de qué murió el Capitán de Navío Horacio Estrada? Él supervisó los envíos de armas que salieron de Ezeiza. Lasnaud (traficante de armas detenido y ya liberado), dijo que se comunicó con el fallecido capitán Horacio Estrada - muerto en extrañas circunstancias- y que éste lo contactó con Palleros. Lasnaud dijo, además, que Palleros "le manifestó que él poseía un decreto que autorizaba la exportación de armas", según consta en el acta de su declaración judicial, a la que Clarín tuvo acceso. Lasnaud dijo también que sólo tuvo contacto con Palleros. Un par de semanas antes informó al diario suizo Le Temps, que Palleros le aseguró que Menem "estaba al tanto".

¿Y Víctor Morón? Un desaparecido más que tenía Conexión con Palleros.

¿Y al comisario Jorge Gutiérrez que asesinaron a balazos mientras viajaba en un tren. Investigaba las irregularidades de los depósitos fiscales?

¿Y el asesinato de Jorge Luis Piazza, que investigaba la muerte del Sub Comisario Gutiérrez, y tenía que declarar y contar lo que habían descubierto?

¿Y de José Gussoni, que denunció ilícitos en la compra del sistema informático María, que debía evitar el contrabando. Su auto se estrelló contra un camión? El Juez lo caratuló como muerte dudosa.

¿Y de Félix Bonachera, ayudante del perito Lucow, que murió en extrañas circunstancias? Su mujer le habría dicho a Zulema de Menem "que se trató de un atentado".

¿Y, y, y?

¿El fiscal Nisman se suicidó o lo suicidaron?

Lamentablemente, la lista sigue.


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