A LOS AMIGOS, TODO

OPINIÓN

No preguntes de quién son esos huesos

Por Osvaldo Bazán

Los alemanes deben tener una palabra para eso, seguro.

Ellos tienen palabras para todo.

Creo que en castellano no tenemos un término para designar la voluntaria exigencia de no ver aquello que está frente a nuestros ojos.

Hay una manzana en la mesa.

La vemos.

Pero no entendemos que es una manzana, pensamos en peras, en bananas, en mandarinas. O no pensamos en nada.

Bueno, no es una manzana en este caso.

Pero que estuvo todo este tiempo delante de nuestros ojos, es evidente. Que no pasa nada, también.

Lo más sorprendente del caso de Cecilia Strzyzowski, la chica chaqueña que tiene en vilo al país es que aún asombre la poca respuesta de dos de los pilares cualunques sobre los cuales este dicen que gobierno sacó pecho: organismos de derechos humanos y dirigentes feministas.

Las iluminadas vanguardistas que gritaban “Alberta Presidenta”, extasiadas en los comienzos del ’20, tres años y medio después, silencio stampa, si te he visto no me acuerdo.

La ministra de la mujer, Ayelén Mazzina, embanderada antiaborto o embanderada abortista de acuerdo a quién firme el cheque, ya dijo muy suelta de copa de menstrual: “Le ofrecimos un subsidio a la madre de Cecilia”.

Alberta Presidenta misma, cuyo mayor acto de inclusión es meter un hombre detrás de cada mujer en esos billetes del Estanciero que están haciendo, chito la boca.

¿Y eso asombra?

¿Por qué esperaban que respondieran de otra manera?

¿Todavía les queda algo de esperanza en esta gente?

Oigan, ¿en qué país estuvieron viviendo todos estos años?

¿Cuántas veces vamos a chocar ya no con la misma piedra, con toneladas y toneladas de la misma piedra?

¿Vamos a aprender alguna vez?

Al menos quienes anduvieron por acá y tuvieron cierto acercamiento a la realidad nacional desde el 22 de agosto de 1972 deberían saber muy bien que: “Al amigo, todo; al enemigo ni justicia”.

No es una exageración, no es sólo una frase desafiante, no es un slogan barriobajero.

Cuando Perón lo dijo en su cómodo exilio en la España de Franco (quizás los más jóvenes no lo sepan, Perón no decidió exiliarse en uno de esos paraísos socialistas con los que nunca tuvo nada que ver y combatió, a menos que su olfato oportunista le dictara otra cosa. Se fue directamente a lo de uno de sus dictadores preferidos -tenía varios- el general Francisco Franco, fascista, bruto y cruel. Sabía muy bien elegir a sus amigos. Otra vez, más adelante de los ojos no puede estar pero le decís fascista a Perón y los progresistas arden)… Cuando Perón, decía, dijo aquello de “a los amigos, todo; a los enemigos ni justicia” puso una piedra basal, explicó bien claro cuáles eran los límites de la experiencia justicialista; clavó una estaca en el corazón del pensamiento peronista.

No hay país.

Hay amigos.

Y enemigos

No hay ninguna construcción que piense en una república, en un país con ciudadanos, libertad y todas esas cosas tan importantes que nos pueden poner tan bien.

Hay amigos y hay enemigos.

¿Emerenciano Sena? Amigo.

¿Víctimas de Emerenciano Sena? Enemigas.

¿Coki Capitanich? Amigo.

¿Víctimas de Coki Capitanich? Enemigas.

¿Cómo es que después de tantos años no lo vemos?

La antiabortista abortista ministra de la mujer Ayelén Mazzina era secretaria de la Mujer en San Luis cuando a Magalí Morales la asesinaron en la cárcel de Santa Rosa de Conlara, a 50 kilómetros de la capital provincial. Las gestiones de Ayelén por Magalí y su familia se pueden contar con los dedos de una oreja.

¿Por qué?

Porque no era amiga.

¿De verdad esperábamos otra actitud de alguien tan vidrioso, que responde a un sistema tan perverso?

Ahora, la misma Ayelén le ofreció un subsidio a Gloria, la madre de Cecilia, confirmando otro rasgo que siempre, siempre estuvo frente a nuestros ojos y nos negamos a ver. Pero hay más, la ministra ofreció el subsidio y salió a decir por televisión que ya lo habían depositado en la cuenta de Gloria, que tuvo que salir a decir “yo no voy a cobrar esa plata, prefiero morirme de hambre. Mi hija no tiene precio”. Toda la dignidad que le falta a Ayelén, se la quedó Gloria.

Puede haber quichicientos mil papers del Conicet diciendo lo contrario, lo siento. (Después de ver que muchos de sus integrantes no son capaces de entender una tira de un diario, medio que se les pierde el respeto. A propósito, el mismo Conicet bajó el copete después de que la parte sana del organismo les dijo déjense de joder. Perdón, me estoy yendo por las ramas, estoy saliendo de una bronquitis, debe ser eso).

Vuelvo a lo que creo, a diferencia de los papers Conicet.

Estoy convencido de que el peronismo no sabe hacer política.

La compra hecha.

No tienen intenciones ni conocimiento ni paciencia para hacer política, plantear soluciones, construir futuro. ¿Qué hacen entonces? Ofrecen plata.

No comparan con salidas de otras sociedades, no sacan conclusiones basadas en hechos, no analizan pro y contras. ¿Qué hacen entonces? Ofrecen plata.

En ese esquema, no hay ciudadanos libres que deciden.

Hay vendedores de su vida a cambio de algo que se parezca a la subsistencia.

Por eso en la pandemia cuando llenó ese Disneylandia de la miseria que es Tecnópolis con camitas de pino y los pasillos pintados de bordó, azul, naranja, blanco y lila, exceptuando rosa y celeste “para no caer en esterotipos de género ni estigmatizar” (Sic. “Tecnópolis, la mejor manera de pasar el coronavirus”, Página/12, 13 de julio de 2020. Voy a dejar pasar el título de la nota porque la bronquitis me pone bueno), terminaron ofreciendo 500 pesos por día para que vaya alguien y ni siquiera así consiguieron que de las 2.400 camas se ocupasen más del 5%. Pagaban por internarse y ver programas del canal Encuentro.

Raro que no hayan conseguido público, porque el ex ministro de salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán dijo que los pacientes con coronavirus preferían ir a Tecnópolis porque “ahí se divierten, cantan y hacen karaoke”.

Raro también lo del karaoke, cuando la ex ministra de salud nacional Filomena Vizzoti había dicho por televisión, después de cantar lo del caracol y la lluvia, que tratáramos de no reír muy fuerte, por el contagio.

Como un padre ausente, en vez de una charla, un billete.

Como un padre ausente, en vez de una lección de vida, una moneda que termina con la independencia.

El truco se les terminó porque se terminó la plata.

Entre diciembre de 2019 y abril del 2023 “el campo” le metió US$ 98.508 millones de dólares al país. ¿Se canceló deuda con el FMI? Casi nada, se refinancia ad infinitum ¿Se canceló deuda con los bonistas privados? No, se reestructura ad infinitum.¿Están como reservas? No, hoy las reservas negativas son de US$ 1400 millones.

¿Dónde está la plata?

Si uno fuese vago y se conformase con los sospechosos de siempre, buscaría en los bolsillos del súper exitoso empresario Hugo Sigman (entre otros hits del cine nacional, productor de “La Odisea de los Giles”, “El Ángel”, “La Cordillera”, “El Clan”, “Relatos Salvajes”, ahora socio estratégico de Netflix en eso que se llama “El Reino”, lo que quizás explique por qué 9 de cada 10 estrellas de la perfumada colonia artística no abran la boca).

No es que donde hay una necesidad nace un Sigman, pero se le parece bastante.

Así fue como los colegas del sitio de investigación periodística El Disenso publicaron ya en julio del ’21 que la ex ministra de la mujer y actual muda Elizabeth Gómez Alcorta gastó $ 9.093.588 en la compra de copas menstruales para “promotoras y promotores comunitarios de género y para personas privadas de la libertad y también en arresto domiciliario” en la compra de 4.900 copas menstruales talle 1 y 11.300 copas menstruales talle dos.

¿Quién se quedó con los millones?

El laboratorio Elea Phoenix SA. Del amigo Sigman.

Pero los de El Disenso, que son jodidos, volvieron con el tema hace poco, el 2 de junio de este año, por el lanzamiento del programa nacional MenstruAR, a cargo de la Secretaría de Políticas de Igualdad y Diversidad bajo la consigna “Menstruar es político”.

Sí, la ministra ve tanta política en la sangre de la menstruación de las detenidas en prisión domiciliaria y nada de política en la sangre chorreando de la cuchilla de un referente político socio de un gobernador, revueltos en el asesinato de una chica, su encubrimiento y apriete a la madre de la víctima.

Con un subsidio lo arregla.

Así fue que quisieron arreglar a la madre de Astudillo Castro, con un perrito.

Los alemanes deben tener una palabra para eso.

Es un básico del populismo, te tiro unos pesos, te callás la boca. Se ve que son muy chicos y no vieron al “Tanguito” de Fernán Mirás cuando decía: “Todo no se compra, todo no se vende”.

Hasta el incomprensible presidente de Colombia Gustavo Petro anda analizando la posibilidad de subsidiar a los terroristas del Ejército de Liberación Nacional para que dejen de realizar secuestros extorsivos.

– ¿Cuánto pedís por este rehén, querido terrorista?

– 70.000 dólares.

– Hecho.

– ¿No quiere agrandar el combo por 30 mil más le doy la esposa que ya nos tiene cansados acá en la cárcel del pueblo?

Emerenciano, Coki y toda la runfla complicados con un asesinato medieval.

Lo que debería asombrarnos no es que ocurra, sino que sea sólo uno, aunque en realidad, parece que si se sigue buscando en el chiquero, las sorpresas macabras podrían continuar.

¿Por qué alguien con la impunidad de Emerenciano que se queda con 3.960 hectáreas del Campo de Tiro del Ejército, que consigue que el ex gobernador peronista Jorge Capitanich y el ex presidente peronista Alberto Fernández finalmente se lo regalen, va a tener algún problema en matar a alguien?

¿Cómo todavía pensamos que Capitanich, Fernández o cualquiera de los suyos va a mover un dedo en contra de Emerenciano?

¿Tan ciego vamos a ser sobre lo evidente?

Son palabras del General.

Son palabras santas.

“Al amigo, todo. Al enemigo, ni justicia”.

¿Ese todo incluye cobertura por robo, asesinato o lo que sea?

El contrato no lo especifica.

Pero todo, es todo.

Desde la comodidad de los centros urbanos, hablamos a favor o en contra.

“Los van a votar igual”, dicen los más escépticos con respecto a la elección de hoy, a pesar de las lágrimas auténticas de Gloria, en un video viral que el viernes quemó los teléfonos de todo el país, con un destino de popularidad que ya envidiarían decenas de asesores políticos que les hacen poner cara de pavotes a sus candidatos en Tik Tok, para que los adolescentes los miren y los pasen de largo, apenas murmurando en su dialecto, entre dientes, un: “cringe”.

En gran parte del país el voto no es libre.

De esta democracia estamos hablando.

El voto se compra.

Un voto comprado pierde todo significado.

Pasó en Tucumán a niveles estratosféricos; pasa en el conurbano y en Santiago del Estero; pasa a nivel municipal, provincial y nacional. Así, las dinastías perduran y se anquilosan, van tomando posiciones en todos los lugares del Estado y ¡pim! un día ya no hay democracia, reemplazada por casillas de chapa y nylon; por festivales de cumbia y copas menstruales, todo pagado con el dinero de los cada vez menos contribuyentes, porque el círculo vicioso exige cada vez menos empresas, menos trabajo.

Para que alguien necesite vender su voto hacen falta dos requisitos fundamentales: miseria e ignorancia.

Casualmente, lo que más creció en todos estos años de peronismo. Que también casualmente es quien más se benefició del sistema.

Si no lo votás a Gildo, en algunos lugares de Formosa te sacan de la lista de gente a la que cada tanto le alcanzan unos bidones de agua en lugares donde, simplemente, no hay agua.

No es el Estado presente fomentado el crecimiento nacional.

Es el Coki o el Emerenciano que te dan un bolsón.

No es el Estado ayudando a la creación de empleo genuino.

Es el Gildo que te da una changa.

No es el Estado liderando el acenso social, el acceso al crédito para que te comprés la casa que quieras.

Era Milagro Sala que te conseguía unos ladrillos.

No es el Estado. Nunca es el Estado. Son los amigos.

¿Por qué no lo vimos a lo largo de todos estos años?

Los alemanes deben tener una palabra para eso, seguro.

Ellos tienen palabras para todo.

Creo que en castellano no tenemos un término para designar la voluntaria exigencia de no ver aquello que está frente a nuestros ojos.

En todo caso, el embajador alemán Ulrich Sante en su discurso de despedida de su puesto en Argentina, acaba de decirlo con todas las letras, cuando recordaba su paso por 22 provincias argentinas, en especial la visita a La Rioja, al monumento y museo Facundo Quiroga: “Finalmente pudimos comprender de dónde proviene el caudillismo de la Argentina, cuál es su esencia y por qué aún hoy posee una presencia fuerte en el país”.

El embajador alemán lo pudo ver así de fácil.

Por eso agregó que “como jurista tengo un claro rechazo a las organizaciones rebeldes y a la anarquía y en consecuencia, una clara preferencia por la supremacía de la ley y la constitución para preservar los poderes y la independencia de la justicia”.

Acá, tantos años después, no vemos lo que el embajador alemán vio tan fácilmente.

Pensamos que las leyes, la constitución son menos que la ventajita diaria, que el arreglo con alambre, que el hoy por ti mañana por mí.

Pensamos que nada de eso tiene importancia.

Hasta que un día cualquiera, una foto de un chiquero nos da terror.

Así que no preguntes de quién son esos huesos.

Son tuyos.

PD: a dos semanas de publicada en estas páginas esta nota https://www.elsol.com.ar/opinion/el-hijo-de-lavagna-en-el-multiverso/ ni un fiscal ni nadie de la oposición recogió el guante. Tampoco la gran prensa nacional. A los amigos, todo.

(Osvaldo Bazán / El Sol)

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