TODO LO QUE TE DEBEMOS, TINA

OPINIÓN

Nos estamos quedando sin ídolos en estos años grises


Por Walter R. Quinteros

Les voy a contar una historia. Hace algunos años, calculo que en el 2007, estaba tomando un café con el fallecido escritor, periodista y poeta Daniel Salzano, había alguien más en la mesa, pero no recuerdo quién era.



Hablábamos de las mujeres con las piernas más hermosas del mundo.

Cosas de hombres que se dedican a escribir y querían escribir sobre eso. Daniel me aseguraba que nadie podía igualar a Marlene Dietrich, yo le dije que a mi me gustaba mirar las piernas de Tina Turner. "Buen gusto", me dijo.

Tina Turner ha muerto ayer, tenía 83 años.


Su representante lo confirmó a la prensa. "Tina Turner ha fallecido en paz hoy a la edad de 83 años tras una larga enfermedad en su casa de Küsnacht, cerca de Zúrich (Suiza). Con ella, el mundo pierde una leyenda de la música y un modelo a seguir".

El periodista español Carlos Marcos nos señala que es difícil encontrar en la historia del rock a una cantante tan influyente, popular y con una vida tan complicada. Ella cuenta en la introducción de sus memorias, "La felicidad nace de ti", que publicó en 2021.

"La lista de obstáculos es larga —escribió—, tuve una infancia infeliz, el abandono, un matrimonio violento, una carrera estancada, la ruina económica, la muerte prematura de miembros de mi familia y múltiples enfermedades".

Tina nació como Anna Mae Bullock el 26 de noviembre de 1939 en Tennesee, EE. UU. Cantó en el coro de la iglesia de su ciudad.

Para que todos sepan —queridos lectores—, fue en los años sesenta, cuando empezó su carrera con Ike Turner, su presencia en los escenarios era volcánica, exuberante, poco corriente para aquellos años y menos en una cantante negra. Ahí empezó a forjar su estilo, heredado del góspel, del soul y del incipiente rock.


Tina gozaba y sufría las interpretaciones a la vez que ocultaba la tragedia de un matrimonio repleto de abusos. La tortura física y psicológica a la que la sometía Ike Turner, su marido desde 1962, la llevó a un intento de suicidio. Ingirió un puñado de pastillas y dijo "sentirse decepcionada" cuando despertó.

Ya en los setenta, Ike y Tina Turner se convirtieron en los teloneros preferidos de las estrellas blancas del rock.

El dúo y su banda precedieron las actuaciones de los Rolling Stones, Elton John o The Who. No había mejor espectáculo para animar a una audiencia. Y, a finales de los setenta, Tina consiguió el divorcio.


En los ochenta, renació. Cambió el sonido, se adaptó a los tiempos y entregó piezas de pop de altísima producción que llegaron a los primeros puestos de las listas de éxito. Tina Turner se había adaptado a los tiempos y entrado en el sonido de sintetizadores de los ochenta, pero aportando su torrente de voz, que nos sonaba como dolida y hambrienta, y unas actuaciones en vivo en las que parecía que el escenario iba a arder, que explotaría.

Fue cuando se hizo icónica esa imagen de ella vestida con un ligero traje de cuero, largas piernas elevadas sobre tacones y una melena felina. Así la recuerdo, ahora.

La actriz Angela Bassett, que la interpretó en una película sobre su vida, se despidió de ella horas después de anunciarse el fallecimiento: "Me siento honrada de haber conocido a Tina Turner. Me siento honrada de haber ayudado a mostrarla al mundo. Así que hoy, mientras lamentamos la pérdida de esta voz y presencia icónicas, quiero decirles que ella nos dio más de lo que podríamos haber pedido: nos dio todo su ser. Y Tina Turner es un regalo que siempre será simplemente el mejor".


Por eso, aunque ustedes no lo sepan, todos nosotros estamos merodeando por el rincón de la tristeza. Nuestra reina del rock ha muerto.


Vamos, aplaudamos.









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