CRUZ DEL EJE: A ELLOS LOS UNE EL ESPANTO

OPINIÓN

Y la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser

Por Equipo de Redacción 

En su poema "Buenos Aires", Jorge Luis Borges escribe un verso maravilloso, "No nos une el amor sino el espanto".

Y el espanto que une a los candidatos cruzdelejeños nacidos del vientre del Partido Justicialista se llama Martín Llaryora. 

Martín Llaryora es camporista, ultra kirchnerista. Mamita, pobre Córdoba.

Fueron todos en filita india y esperaron una fotito con él. Billetera mata galán.

Todos son: Mauricio Mariani, Fabio Ponce, Carlos Segura y Nelson Acuña. Y si no comparten foto con Llaryora es porque llegaron tarde al reparto de las suertes, pero que están, están. 

Chau Perón, chau Evita, chau doctrina, chau que grande sos mi general, el primer trabajador. Los unió tanto el espanto que se fueron corriendo a abrazar y acompañar a esta nueva y triste marioneta de la "jefa". No tienen perdón. Ni personalidad.

Miren amigos lectores, ustedes bien saben que en esta Redacción se lee más de lo que se escribe. Y llegamos a la conclusión que los "unidos" por el espanto, nos recuerdan a la letra de un tango de Gardel y Le Pera, "Cuesta abajo" que dice algo así; "La vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser".  

Aviso para los peronistas de toda la vida: Ustedes ya no tienen más un digno representante de la doctrina del General del Ejército argentino D. Juan Domingo Perón, tres veces presidente.

Ahora tienen ambiciosos y oportunistas que juegan a una especie de Ley de Lemas para que el representante de La Cámpora, Martín Llaryora nos lleve al infierno tan temido con la suma de votos y chau Córdoba productiva. Unos por aquí, otros por allá. Pero queda claro que los une el espanto de haber sido y el dolor de ya no ser.

No creo que a Llaryora le haya costado tanto mostrar la billetera con dinero ajeno, pero lo hizo, rápido y furioso, parece. Porque ninguno de los "unidos por el espanto", en los debates locales, ha demostrado alguna mínima preocupación por la desinformación de la Obra Pública descontrolada. Ni del estado patrimonial en que se encuentra la municipalidad que "administra" el actual intendente, socio y amigo de ellos, en el frente "des-Hacemos". 

Tampoco dijeron que darían su vida por el bienestar de sus vecinos.

A ellos, no parece interesarles para nada el estado financiero del municipio. Nada dijeron. Ni nadie de los "comunicadores pauteros" se los preguntó. Ni de los empleados puestos a dedo porque sí, no más, sólo por haber sido punteros, sin más mérito que eso.

En el largo mes que falta hasta el sufragio, pensamos que la persona que deberá reemplazar a este rotundo fracaso —expuesto por esta gestión en su más alta expresión—, que deja Claudio Farías, no los acercará a la desconfianza ni a las críticas cruzadas de la gente que espera.

Adivinen por qué:

Porque abrirán los galpones con regalitos tipo "cajita feliz" para comprar votos, como único argumento. No se les cae otra idea. Dice al respecto Aldous Huxley en "Un mundo feliz" que la dictadura tendrá la apariencia de democracia, una prisión sin muros en la que los prisioneros nunca soñarán con huir. A eso apuntan, a hacer más "asistencialismo", a que haya más "populismo" con dinero de los contribuyentes repartidos en dádivas.

Ellos, todos juntos, son lo mismo. Son más de lo mismo. 

Votarlos es extender el fracaso. Es ponerle respirador artificial a las cosas poco creíbles.

No tienen la más mínima idea de hacer una ciudad con progreso y futuro en base a la iniciativa privada. No tienen la más mínima idea sobre el libre comercio.

Ellos, todos juntos, son más amiguismo, más nepotismo, más curro organizado.

No les importa que la herencia sea pesadísima en cuanto a deudas y dudas. Y de aquí a diciembre, esta herencia va a ser peor y ésta peor —seguramente—, va a ser superada por otra más peor. Lo peor de lo peor con ellos, está por venir.

Pero necesitan llegar. Con la condición "sine qua non" de salvar al jefe de la Justicia. Por eso son cuatro. Todos para uno y uno para todos. Y ya que estamos, ninguno de ellos contra ninguno de ellos. Tómala vos dámela a mi. Y seguirán con la "emergencia" económica de no contarle a nadie la verdad.

Total, ninguno de ellos tiene en su programa de gobierno, llamar a profesionales para que auditen las áreas de la municipalidad. Sería un pecado. Les quitarían el carnet. 

Mucho menos darse una vueltita por Tribunales para denunciar alguna irregularidad. Otro pecado, y por las dudas, no vaya a ser cosa que puedan quedar pegados.

Ninguno quiere ser "díscolo" con el camporista Llaryora, que envió —según supo la Redacción en Córdoba—, 40 ómnibus llenos de militantes con todo pago al acto de su jefa. En una fecha Patria por excelencia como lo es nuestro 25 de Mayo. El Día de nuestra Libertad. Mamita. La irrespetuosidad al palo, como verán.

Los cuatro  arriba nombrados sólo quieren rendirse a los pies de Llaryora... Total, Cruz del Eje no les importa. Ni sus barrios, ni sus Centros Vecinales, ni sus clubes, ni sus familias ni "sus crianzas infelices que se contentan con tan poco". Como dice la canción de Fundo Do Quintal.

Perdieron toda credibilidad como funcionarios y concejales. Alekdandr I. Solzhenitsyn, el escritor e historiador ruso dijo: "Sabemos que  mienten. Saben que mienten. Saben que sabemos que mienten. Sabemos que saben que sabemos que mienten. Y sin embargo, siguen mintiendo". 

Por eso decimos que a ellos sólo los une el espanto y la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser. Sin repartir promesas y sonrisas falsas no pueden caminar ni hasta el almacén.

Parece que solo les importa saber cuánto van a cobrar por el cargo, y salvar al jefe.

Ellos son lo mismo, ellos son más de lo mismo.

Nada más.

(© Equipo de Redacción)