OPINIÓN
La buena y la mala noticia
Por Lisandro Nieri
La buena noticia: En 7 años pasamos de no pagar sueldos a discutir proyectos e inversiones. La mala: diputados de Mendoza funcionales a la nefasta estrategia nacional de buscar culpables en lugar de enfrentar la cruda realidad que construyeron.
Mendoza, 2023: la Provincia tiene 1.023 millones de dólares. Pero el Gobierno Nacional no permite hacer Portezuelo del Viento. El gobernador Rodolfo Suarez firma un acuerdo y la central hidroeléctrica El Baqueano ingresa al Programa Nacional de Obras Hidroeléctricas, con un contrato que garantiza 1.230 millones de dólares de ingresos para la provincia en los próximos 15 años. Al mismo tiempo, una diputada nacional denuncia irregularidades en la administración financiera del Fideicomiso Portezuelo.
Mendoza, 2015: los proveedores del Estado provincial reclaman por pagos atrasados más de 8 meses. El gobernador Francisco Pérez viaja todas las semanas a Buenos Aires para buscar que le presten dinero y poder así pagar los sueldos a empleados públicos. Los intendentes, incluidos los del Frente de Todos, reclaman por el incumplimiento del pago de la Coparticipación.
Argentina, 2015: cepo, brecha, dólar blue, celeste, déficit, emisión monetaria, inflación, INDEC intervenido (no hay datos), pobreza, default, fondos buitres, juicios, controles de precios.
Argentina, 2023: más tipos de dólares (soja, turista, tecnológico, agro), el INDEC ahora mide la inflación, Precios Cuidados, caída del salario real, deuda. Igual, pero todo agravado. Una situación social deteriorada aún más. El 39,2% de los argentinos está bajo la línea de pobreza. Para ser más claros, 11.465.599 personas, 285 estadios Malvinas Argentinas repletos. Y a 58 estadios llenos no les alcanza para comer, son indigentes.
Educación: sinceramente, que Cristina Kirchner tenga el tupé de elegir a Nicolás Trotta, el ex Ministro de Educación que menos servicio educativo brindó en la historia de nuestro país (a nivel provincial podría haber casos peores en Chubut y Santa Cruz), con escuelas cerradas durante un año y medio, para que la escolte en una “clase magistral”, lo dice todo. De los desastres económicos, el día que empecemos a hacer las cosas bien, podremos recuperarnos. Cada día de clases perdido no tiene retorno, y sin dudas en el tiempo hablaremos de 2020 como el año de la tragedia argentina.
Viendo estos cuatro escenarios, y sin esquivar que en nuestra Provincia falta muchísimo por hacer, me reconforta ver que hubo cambios.
Que si la discusión es dónde y cómo invertir, y nuestro Gobernador hoy se enfoca en firmar acuerdos que no verá en su gestión pero que hacen al futuro de nuestra provincia, estamos en el sendero correcto.
Qué distinto sería si para país todo hiciéramos un diagnóstico adecuado, en lugar de sólo cometer errores y luego buscar a quién culpar de las consecuencias. Recién allí podríamos empezar un lento camino de recuperación. Van algunos ejemplos de intento de construcción de relato: Guzmán, Aracre, los empresarios que suben precios, el campo que no liquida, los economistas de Juntos por el Cambio, el informe de una sociedad de bolsa, los medios, el FMI con su programa inflacionario, la formación de activos externos o fuga si lo mismo ocurre en otro gobierno, empresa vinculada al macrismo no liquida divisas, y podría seguir. Y ahora éste otro intento de la diputada Marisa Uceda de buscar falsos culpables con una infundada denuncia “anónima” en lugar de mirar para adentro y preguntarse el por qué de la falta de confianza que hace que en un mes caigan en 700 millones de dólares los depósitos en dólares privados. Una denuncia ridícula y oportunista. Destemplada, desinformada, siempre en contra de Mendoza.
¿Denuncia “anónima”? Hubiera sido serio tomar el caso, estudiarlo, y luego, si corresponde, firmar una denuncia. Es lo que corresponde a una diputada de la Nación.
Por otro lado, la totalidad de los dólares que Mendoza recibió están en el Fideicomiso y se procura, minimizando riesgo, preservar el poder de compra de esos dólares. Dólares y bonos del tesoro americano, entiendo, es el riesgo cero. Y sólo se trabajó a través de intermediarios habilitados por la autoridad correspondiente. Es fácil echar humo oscuro donde con poco esfuerzo se puede obtener información de calidad, al mismo que tiempo se pasan por alto las trapisondas propias.
El diagnóstico es simple. Argentina gasta más allá de sus posibilidades. No tiene crédito. Emite a niveles insostenibles y por ende la moneda se desploma.
Vuelvo a Mendoza: cambió y mucho, y el mérito es que ese cambio se dio en siete años para el olvido de la economía nacional. Es cierto que falta y siempre va a faltar, pero tenemos un orden y un trabajo iniciado que sin dudas podrá dar más frutos, y serán muchos más con un contexto de país favorable. Me reconforta saber que hoy discutimos sobre inversiones y no sobre déficit y deudas.
(El Sol)
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