EDITORIAL
Lo que se debe fomentar es el trabajo y el sacrificio
Por Walter R. Quinteros
Hoy le quiero subrayar, amigo lector, y lo hago desde mi lado político, que esta ciudad tiene la necesidad imperiosa de renovar y ampliar las infraestructuras como condición indispensable para su desarrollo.
Es entonces que tenemos que pensar que esta es una ciudad donde hay que hablar de elementos básicos que deben potenciarse como el servicio de agua, el saneamiento indispensable, la energía, su infraestructura y el transporte.
A esto lo llamaremos "objetivos de desarrollo para Cruz del Eje".
¿Le parece?
Hay algunos políticos que aparentan ostentar mentes pequeñas y, que en su afán de querer gobernar esta ciudad, hace rato que caminan casa por casa tocando timbres o reuniendo personas para preguntarles por sus "necesidades" barriales.
Ese artilugio electoral no es necesario si se tiene cabal idea que esta ciudad necesita una real inversión estimada en 15 mil millones de pesos para expandir y mantener la infraestructura necesaria que le permita cumplir con los objetivos señalados.
De ese total, casi un 60% deberá destinarse a inversiones para infraestructura nueva y el 40% restante a inversiones de mantenimiento y reposición de elementos que ya llegan al final de su vida útil como algunas cañerías, asfalto, cableados, señalética, etc.
La inversión en relación al tamaño de la economía de esta ciudad, sería la necesaria para mejorar aspectos imprescindibles en materia de su desarrollo. Aquí es cuando hay que tener en cuenta las partidas presupuestarias de cada año hasta el período final de cada mandato de gobierno, ya que casi con la misma seguridad, cada cambio de gobierno trae sus propios "objetivos de desarrollo" que no son otra cosa que las fracasadas "políticas públicas".
Ordenar la infraestructura en la ciudad, nos hará descubrir espacios aprovechables para el turismo y otra actividad cultural y, fundamentalmente, obligará al ciudadano a incrementar en las inversiones que en viviendas deberá realizar.
Más que nada, desde el mismo municipio se deberá adoptar la decisión de inculcarles a cada uno las cuestiones de estética que la ciudad merece para su embellecimiento.
Eso significa que cada ciudadano deberá contar con un trabajo digno, bien remunerado. Con servicios de primera calidad. Algo que el actual sistema de "asistencialismo" de este gobierno, le impide.
Los "objetivos de desarrollo" de nuestro gobierno municipal deben garantizar siempre la disponibilidad del agua corriente y su gestión sostenible. El saneamiento mediante una red cloacal para todos. El acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna.
A que cuente con servicios e infraestructuras resilientes, como el asfalto, iluminación, transporte continuo en horas pico y en horas valle, y de centros de Salud de fácil acceso.
Es decir, partir siempre de la base de que para eso, hay que promover una ciudad industrializada, sostenible, parquizada, limpia y ordenada, donde se fomente la innovación constante en el comercio, para hacerla dinámica, inclusiva y segura.
Que respete la preservación de los ambientes naturales, su flora y fauna, y que mediante sus acciones favorezca nuestra cultura y turismo.
Invertir en la infraestructura económica será una herramienta de alto impacto en la reducción de la pobreza y así se podrá lograr el desarrollo económico necesario.
Hoy tenemos que con las políticas económicas de este gobierno sólo se ha logrado una constante disminución de las inversiones privadas orientadas a ese fin en esta ciudad, y es por eso que encontramos a los políticos de turno raspando la olla del Estado para beneficiar a algunos "compañeros", en detrimento de otros ciudadanos.
Desde el liberalismo estamos conscientes que sin la reducción de tasas comerciales no podemos apostar a la inversión. Por más que ello sea un tributo conveniente para desarrollar otro tipo de "maniobras".
En síntesis, se trata de bajar el gasto público y de facilitar la instalación y la producción de los emprendedores.
Para eso, preferimos la inversión privada.
La libertad y el trabajo.
El trabajo y el sacrificio.
(© Walter R. Quinteros)
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