CABOT

SOCIEDAD

La columna liderada por el Teniente Coronel Juan Manuel Cabot, reclutó gauchos y paisanos sanjuaninos y hombres chilenos, todos voluntarios unidos al General San Martín en la causa de liberar a Sudamérica

Por Walter R. Quinteros

El Teniente Coronel Cabot, era un tucumano de gran carrera militar con el General Manuel Belgrano y no conocía la cordillera que debía atravesar, es por eso que nombró como segundo en el mando al Capitán y baqueano chileno, Patricio Ceballos. 

Cabot venció a los españoles en la batalla de Salalá, a una flota española frente al puerto de Coquimbo, hundiendo un bergantín y capturó un navío español.

Se llamaba Juan Manuel Cabot nacido en San Miguel de Tucumán, un 23 de marzo de 1784.

Estudió en Buenos Aires, y en esa ciudad se dedicó al comercio.

Se unió a las fuerzas porteñas en la Reconquista contra la primera invasión inglesa. En la segunda, fue oficial de artillería del Cuerpo de Voluntarios Patriota. Retirado de la milicia y dedicado al comercio, participó en la Revolución de Mayo.

En septiembre de 1810 se incorporó como teniente al regimiento de la Estrella, reclutado por Domingo French.

En abril de 1815 fue enviado a unirse al Ejército de los Andes, que se estaba formando en Mendoza a órdenes de José de San Martín; éste lo ascendió al grado de teniente coronel y lo puso a órdenes del coronel Juan Gregorio de Las Heras, cuyo regimiento, el 11 de infantería, tenía fama de ser el mejor instruido.

A fines de 1816, San Martín lo envió al mando de un regimiento combinado a San Juan, desde donde debía tomar parte de la campaña de Chile por su flanco norte: por el Paso de Guana, ubicado al norte de esa provincia, tomar la provincia de Coquimbo y su capital, La Serena. Su segundo jefe era el teniente coronel Francisco Zelada.

El 9 de enero, el teniente coronel Juan Manuel Cabot inició la expedición por el Norte junto a 60 hombres. Su punto de partida fue San Juan, allí el teniente gobernador había preparado un escuadrón de 80 milicianos de caballería. Las instrucciones que había recibido del general San Martín eran claras: debía “invadir la Provincia de Coquimbo y su capital La Serena, con el propósito de posicionarse en ella en nombre del Estado de Chile”. Asimismo, debía llevar proclamas para insuflar los sentimientos patrióticos de sus pobladores sobre “nuestra justa causa y activa cooperación que deben prestarle”.

Cruzó la Cordillera de los Andes en dos semanas, gracias al baqueano Ceballos, y obtuvo dos victorias en dos días sucesivos: Barraza y  Salala, que le permitió tomar la ciudad de La Serena el 12 de febrero, el mismo día en que San Martín obtenía la victoria de Chacabuco.

Luchó en Cancha Rayada y Maipú. Después de esa victoria, hizo un recorrido militar por todo el norte de Chile, regresando a Santiago después de haber organizado las guarniciones militares de la zona.

En mayo de 1819 – por razones que no explicitó, pero probablemente por una herida de guerra que le lesionó su mano izquierda– solicitó y obtuvo la baja del ejército. 

Se dedicó al comercio en la capital chilena, y no se sabe que nunca haya vuelto a tomar las armas.​

Falleció en Santiago de Chile en 1837.






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