LA TABLADA; LOS HÉROES, LOS ASESINOS Y LOS OTROS

OPINIÓN

Memoria

Por Walter R. Quinteros

1) Gorriarán Merlo

El copamiento del cuartel de La Tablada, en la provincia de Buenos Aires, se produjo entre el 23 y 24 de enero de 1989, fue ejecutado por un comando del Movimiento Todos por la Patria (MTP), durante la presidencia constitucional de Raúl Alfonsín. Que quede claro.

El guerrillero Enrique Gorriarán Merlo fue quien diseñó la operación. Lo hizo el fin de semana anterior al 23 y 24 de enero de 1989. El grupo que tomaría durante esos dos días el Regimiento de Infantería Mecanizada 3 de La Tablada se había reunido en dos quintas del Gran Buenos Aires. Allí todos hicieron prácticas de tiro y el líder les dio las instrucciones.

Los atacantes eran 46: 40 hombres, 6 mujeres. varios tenían experiencia en operaciones armadas. Algunos habían combatido con el ERP y en Nicaragua con el sandinismo; otros sólo habían hecho prácticas de tiro, y algunos ni siquiera sabían usar un arma. 

El ataque del Movimiento Todos por la Patria estaba planeado para las 6 de la mañana de ese 23 de enero de 1989. Un camión iba a romper el portón del regimiento, y ellos tomarían los tanques blindados del Ejército para salir a las calles y comenzar con la movilización de la gente en los barrios y villas de emergencia de La Matanza. Dirían que el copamiento había frustrado un golpe de Estado que estaban planeando los carapintadas con Mohamed Alí Seineldín.

Gorriarán Merlo les decía que era "el último tren de la historia" y que había que tomarlo. Que marcharían los 23 kilómetros que separan el Regimiento de la Plaza de Mayo "acompañados por el pueblo" y que allí podrían exigirle al gobierno de Raúl Alfonsín que adoptara las políticas de transformación social que ellos impulsaban.

2) MTP

Los integrantes del MTP decían que su acción iba a salvar al país del golpe carapintada. Y aseguraban de que eran inminente y que tenían pruebas. Señalaban que se estaba gestando con la complicidad de Carlos Menem y el apoyo del sindicalista Lorenzo Miguel.

¿Qué había de cierto en la excusa que usaban los guerrilleros para el ataque? Nada. Pero necesitaban ese argumento. 

Eligieron enero porque pensaron que muchos estarían de vacaciones y se habrían dado varias bajas. El plan era entrar, aplastar la resistencia militar y luego fusilar a los oficiales en la Plaza de Armas. El final apoteótico sería la caravana con los tanques y el pueblo que los acompañaría a la Plaza de Mayo. 

Todos los cuadros políticos de relevancia del MTP participaron de la toma del cuartel, excepto Gorriarán Merlo que estuvo en las inmediaciones, monitoreado la operación.

Un informe de inteligencia, de mediados de 1987, advertía que el MTP había sido creado el 5 de mayo de 1986 por elementos radicalizados de ultraizquierda donde muchos de ellos eran entrenados en la Nicaragua sandinista con dinero del Estado y el narcotráfico. En su entrenamiento y planificación se señala al cubano-nicaragüense Renán Monteros, jefe de la Quinta División de la Inteligencia Sandinista. Debe decirse que nada que sucediera en Nicaragua era ignorado por Cuba.

¿Cómo habían conseguido las armas? Algunas las habían comprado en distintas armerías de Buenos Aires. Pero también llevaban proyectiles antitanques, lanzagranadas y lanzacohetes, y equipos de comunicación interna.

El ataque comenzó a las 6 de la mañana. Los 46 guerrilleros se desplazaron en 8 autos desde las quintas del Gran Buenos Aires. En el Camino de Cintura, en San Justo, un grupo vestido con uniformes militares como carapintadas detuvo al conductor del camión Ford 7000 que transportaba bebidas. El vehículo fue utilizado para embestir el portón del Regimiento y habilitar el ingreso del los militantes.

El MTP había logrado tomar, con un alto costo operativo y de vidas, la Guardia de Prevención, el Casino de Suboficiales y la Compañía B. Los guerrilleros mantenían como rehenes a los oficiales y soldados Mantuvo conscriptos y oficiales de rehenes, pero no pudieron copar otras Compañías y nunca llegaron a los galpones de los blindados porque un sargento ayudante resistió con un fusil impidiendo que tomaran los tanques.

Luego se supo que el grupo de atacantes se había dividido en tres escalones. El primero era el Grupo de Asalto, encargado del inicio del ataque y combate entre los edificios del cuartel; el segundo era el Grupo de Tanques, con la directiva de tomar los vehículos blindados; y el tercero el Grupo de Agitación, con la misión de producir un levantamiento popular.

El Grupo Ataque estaba compuesto por cuatro escuadrones de ocho efectivos. El primero dirigido por el chileno José Mendoza, alias "Chepe". El segundo bajo la jefatura de "Pancho" Provenzano. El tercero era comandado por "La Negra" Claudia Acosta, una de las jefas más importantes para las operaciones dentro del regimiento; y el cuarto bajo la dirección de la veterana "Claudia", Claudia Elsa Lareu.

El Grupo Tanques fue integrado por 14 terroristas bajo la responsabilidad de Roberto "El Gato" Felicetti y Juan Manuel Murúa, alias "Teniente Caña", otro veterano del PRT-ERP, condecorado por su lucha en Nicaragua y ex integrante de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez" del ERP en la provincia de Tucumán.

Dentro de la preparación, el Grupo de Agitación estaba conformado por 30 miembros que tenían que agitar a la gente y empujarlos marchar sobre los tanques a la Plaza de Mayo.

Cuando los hombres de Gorriarán Merlo quisieron tomar la Guardia de Prevención se encontraron con un oficial que, desde un edificio a unos 70 metros, les impidió moverse a fuerza de fusil y coraje. Era el jefe del Regimiento. Más tarde los miembros del MTP lo matarían.

3) La heroica defensa

Los primeros en llegar para recuperar el cuartel fueron efectivos de la Policía bonaerense. Algunos estaban de guardia en el destacamento de Puente 12; muchos otros se presentaron espontáneamente. Uno de los primeros en entrar fue el comisario Emilio García García. Hizo cuarenta metros y lo hirieron. Murió tres días después.

A las ocho de la mañana, ya un centenar de efectivos de Policía provincial rodeaban el perímetro del cuartel. Los primeros efectivos del Ejército ingresaron al Regimiento por las tosqueras que estaban hacia el Sur del cuartel. La artillería pesada se estableció sobre la avenida Crovara. Los comandos especiales que entraron por las tosqueras llegaron hasta los tanques del Regimiento. Los tomaron y bombardearon la guardia de prevención y otros edificios donde estaban los guerrilleros.

La X Brigada de Infantería Mecanizada logró ingresar a las once y media de la mañana. El fuego, desde entonces, partió de cañones y los continuos disparos policiales. Hacia el mediodía un grupo militar logró entrar a los galpones de los tanques. Con los blindados avanzaron por las calles del cuartel.

Por la tarde, los militares recuperaron las distintas unidades y lograron rescatar a los heridos. Pero en la Compañía B todavía había guerrilleros ocultos. Y desde el Casino de Suboficiales, rechazaban con lanzagranadas los intentos de toma. El Casino fue el último bastión de los guerrilleros.

​Por la noche el fuego de los cañones había cesado. Solo se escuchaban disparos intermitentes. Sólo quedaban con vida 19 de los 46 guerrilleros. Más tarde se producirían dos nuevas muertes cuando dos miembros del MTP decidieron salir del Casino e ir escondidos hacia la Plaza de Armas. Cayeron bajo una ráfaga de ametralladoras.

4) La rendición

A las 9 de la mañana del 24 de enero, el general Alfredo Arrillaga, a cargo de la recuperación del Regimiento de Infantería 3 pidió la rendición. De los 46 guerrilleros del MTP que entraron al cuartel habían sobrevivido 14 hombres y 2 mujeres. El combate había dejado 11 muertos entre conscriptos, policías y militares, entre ellos, el jefe del Regimiento.

La rendición se produjo a las 9,10 de la mañana del martes 24. De inmediato, comandos especiales recorrieron las ruinas buscando guerrilleros escondidos. A las 9,10 del martes 24, veintisiete horas más tarde del inicio del copamiento, agotados y sin municiones, los guerrilleros se rindieron.

En una mochila se encontró un plan de acción de los miembros del MTP. Estaban divididos en columnas. El jefe máximo era un tal Ricar, que era Enrique Gorriarán Merlo, quien nunca ingresó al Regimiento.

Entre quienes fueron juzgados, sólo Gorriarán Merlo y el cura Antonio Puigjané no entraron a La Tablada.

El 24 de enero, Raúl Alfonsín llegó al Regimiento de La Tablada aunque las condiciones de seguridad todavía no estaban dadas. Temía que los detenidos pudieran ser torturados.

5) Los héroes

Los caídos de las fuerzas de seguridad y militares durante el combate fueron: el mayor Horacio Fernández Cutiellos, segundo jefe del Regimiento 3, el cabo primero José Gustavo Albornoz, los soldados conscriptos Julio Grillo, Roberto Tadeo Taddía, Leonardo Martín Días y Héctor Cardozo; el teniente Ricardo Alberto Rolón y el sargento Ramón Wladimiro Orué de la Compañía de Comandos 601 y el sargento ayudante Ricardo Raúl Esquivel del Colegio Militar de la Nación, además del comisario inspector Emilio García García y el sargento José Manuel Soria, de la policía bonaerense.

6) Alfonsín

Raúl Alfonsín recibió el primer parte del Ejército: "Es ataque de subversivos de izquierda" y no un levantamiento carapintada. 

El presidente Alfonsín sostuvo que fue él quien ordenó la represión, algo que también compartió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Durante el primer día, las operaciones represivas dentro del cuartel estuvieron bajo el mando autónomo del poder militar y que el presidente Alfonsín recién pudo asumir el control de las mismas a partir del día siguiente.​​

A las 11,50, el helicóptero que trasladaba al presidente Raúl Alfonsín aterrizó en la Plaza de Armas. Aunque la situación ya estaba controlada, se escucharon unos disparos que provocaron desconcierto. De inmediato, el Presidente fue rodeado por los comandos militares para protegerlo.

Alfonsín recorrió gran parte del Regimiento. Esa noche se dirigió al país por cadena nacional, condenando la “cruel acción de los personeros de la muerte” y felicitando “la decisión y el coraje de quienes defendieron la independencia y la soberanía popular”.

7) De la Rúa

Doce años después de los hechos, luego de una huelga de hambre de los presos de La Tablada y presionado por los cuestionamientos de la CIDH, la comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos, el presidente Fernando de la Rúa, conmutó las penas de los condenados. 

8) Duhalde

En 2003 el presidente Eduardo Duhalde indultó a los condenados.​

Memoria.




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