LA HISTORIA DE LOS 4 JUECES QUE ASESINARON A SUS ABUELITAS

OPINIÓN

Es como que Maqueda, Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti hayan asesinado a sus abuelitas el mismo día


Por Adrián Simioni

Comenzó en el Congreso el trámite formal con el que el kirchnerismo quiere hacer el juicio político a los cuatro jueces de la Corte Suprema para destituirlos y frenar los juicios por corrupción contra Cristina Fernández.

El kirchnerismo sabe que no tiene los dos tercios de los votos que son necesarios para echar a los jueces. Pero igual están dispuestos a menear el tema hasta las elecciones si es posible. Porque les conviene más hablar de la supuesta persecusión a Cristina que de la pobreza. Es así: si conviene electoralmente, no les importa poner al país al borde del abismo institucional durante meses.

El caso es inédito. Voltear a un juez de la Corte es un tema delicado en cualquier país más o menos estable. Pero voltear a todos al mismo tiempo es casi de locos. El Senado puede destituir a los jueces supremos por tres razones: mal desempeño de su función, porque cometen un delito ejerciendo su función o porque cometen un crimen común. Es muy raro que los cuatro actuales miembros incurran en alguna de esas causales al mismo tiempo. Y mucho más raro que los cuatro sean culpable al mismo tiempo de lo mismo. Es como que Maqueda, Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti hayan asesinado a sus abuelitas el mismo día.

Por eso no hay casi antecedentes. El más cercano es el juicio con el que Perón descabezó la Corte Suprema en 1947. Hizo acusar a los jueces de un montón de cosas. La más grave era que hubieran legitimado con acordadas los golpes militares de 1930 y 1943, lo cual era una manifiesta hipocresía, dado que el propio Perón había protagonizado el golpe del 43. Aún así, ni siquiera entonces se enjuició a todos los miembros de la Corte. El Senado, que estaba integrado en un 100% por peronistas, destituyó a los magistrados Repetto, Sagarna, Nazar Anchorena y Ramos Mejía, pero no enjuició a Tomás Casares, que era abiertamente peronista y había sido nombrado por el dictador Farrell, legitimado por los otros jueces a los que ahora echaban por haber legitimado a Farrell. Una verdadera farsa de contradicciones.

Hoy la Argentina se mete en un largo e inconducente conflicto de poderes, gracias a un poder político inescrupuloso que quiere hacernos creer que los cuatro jueces de la Corte Suprema salieron a asesinar a sus respectivas abuelitas el mismo día.

(© Adrián Simioni / Cadena 3)


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