OPINIÓN
Por Sergio O. Zenklusen
Finalmente Alberto Fernández se quedó solo en la Rosada.
Cientos de llamadas; la utilización de terceros con la intención de interceder; presiones políticas en todos los niveles y los enormes deseos de Alberto Fernández por subirlos al balcón de la Casa Rosada, dominaron la escena festiva de todo este día. Si hasta se había preparado toda la infraestructura necesaria para que los campeones se llegaran hasta la sede del Ejecutivo nacional, en el objetivo de saludar -sin fotos ni cámaras como se llegó a especular- al presidente Fernández.
A pesar de todo el entorno y hasta de la cantidad de gente que se había juntado en Plaza de Mayo, la decisión de no ir hasta la Casa Rosada fue de los jugadores. Siguen las especulaciones: por un lado se comentó que el plantel no quiso quedar pegado a una gestión de gobierno fracasada, moribunda y que solo huele a calas y gladiolos, habida cuenta de la necesidad política que hoy muestra el kirchnerismo gobernante. También, algunos referentes del plantel hacen responsable a este Gobierno por la triste realidad argentina. Es por esto que muchos estando todavía en Qatar y luego de un triunfo, expresaban: "esto es para darle una alegría al pueblo argentino que la está pasando mal y con muchas necesidades de todo tipo". Claramente responsabilizan a esta gestión por las penurias que aquí ocurren. Todos los jugadores tienen familiares en la Argentina y conocen muy bien la realidad más allá de que ellos tengan su vida económica solucionada.
También se especuló en el día de hoy con una decidida solidaridad del plantel hacia referentes actuales y pasados de la Selección. De aquí surgen hechos que en su momento tomaron una fuerte notoriedad. A través de la AFIP, Carlos Tevez fue obligado a pagar una multa multimillonaria por diferencias en la liquidación de impuestos. Muchos creen que esto se debió a sus declaraciones contra la gestión gobernante y su posición claramente anti K. También persiguieron y embargaron a Batistuta, seguramente por ser un importantísimo productor rural que se ha manifestado contra la política agropecuaria de este Gobierno, como también le mandaron la AFIP a la familia de Di María. Ni hablar del penoso suceso ocurrido en el aeropuerto Fisherton de Rosario, cuando le negaron a Messi ingresar una relevante cantidad donada de respiradores durante la pandemia y que siguen aun hoy día en la aduana.
Son varias las que están en la cabeza de los jugadores como para que ahora, desde la Casa Rosada, se especule con fotos y videos de un recibimiento oficial que claramente busca una utilización política del extraordinario suceso ocurrido.
Las presiones comenzaron cuando el vuelo que traía a los jugadores, hizo una escala de un par de horas en Roma. Cuando la Selección llegó a Ezeiza, la mano ya venía picada y el plantel lo hizo saber: Wado de Pedro, representando al gobierno en la pista de Ezeiza fue totalmente ignorado.
Mientras la gente hacía todo tipo de locuras en las calles con la excusa de los festejos, la Casa Rosada quedó como otro símbolo del vacío de poder imperante. Hasta desde la TV Pública aparecieron presiones para torcer el destino de la no concurrencia del plantel hasta la sede del Ejecutivo nacional en Balcarce 50.
Fueron los jugadores los que decidieron no ir a Casa Rosada. La decisión fue tomada por Messi, Agüero -hoy convertido en una especie de guía de consulta del grupo- y el propio DT Scaloni. La misma fue acompañada por absolutamente todo el plantel.
Pese a que sobre el final se difundió que hasta el presidente de la AFA, Chiqui Tapia, apoyaba la decisión del plantel, en un principio el mismo intercedió para tratar de acercar posiciones entre el gobierno y el plantel, en el objetivo de que la delegación se llegue hasta la Rosada. También Hugo Moyano, CFK , Alberto Fernández y Sergio Massa hicieron gestiones para que el grupo vaya hasta la casa de gobierno.
(© Sergio O. Zenklusen / Revista Palpitar)
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