3 AÑOS DE PRISIÓN PARA EL INTENDENTE ABUSADOR

SOCIEDAD

José Orellana, exdiputado nacional y actual intendente de la ciudad tucumana de Famaillá, fue condenado a tres años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos por el abuso sexual cometido contra una empleada del Congreso



El fallo fue dado a conocer el miércoles 7 de diciembre por los jueces Carlos Chediek, Carlos Rengel Mirat y Federico Salvá, integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal número 28, luego de escuchar los alegatos de las partes la semana pasada.

Orellana fue denunciado en 2016 y había sido sobreseído en 2019 por "falta de pruebas", por la jueza María Alejandra Provítola, pero luego esa decisión fue revertida por la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones y el intendente fue procesado por "abuso sexual".

Para su procesamiento, los jueces valoraron los informes realizados por la Dirección de Orientación, Acompañamiento y Protección de las víctimas, del que se desprende el "estado psicofísico" de la denunciante, caracterizado por angustia y ansiedad, entre otras emociones, y la "amplitud probatoria" pese a que este tipo de situaciones "suelen ocurrir en ámbitos de intimidad y en ausencia de testigos".

La denunciante había detallado que: "Fue entre la 1 y las 2 de la tarde. Lo recuerdo porque era el Día del Empleado Legislativo. Ese día no hubo asueto. Recibí el llamado telefónico de la empleada de seguridad de abajo, diciéndome que no se podía contactar con la oficina de Orellana y que había gente que quería ingresar”.

Asimismo, prosiguió: “Dejé el teléfono descolgado y fui a la oficina del diputado. Estaban él y su secretario. Saludé y entré, y el secretario se fue”. Y amplió que en ese momento ocurrió el hecho que denuncia cuando Orellana se le acercó: "Me tomó de las manos, me preguntó cómo estaba, porque se había enterado de que ‘no me la estaban haciendo pasar bien’, que necesitaba alguien que me quiera… Me dijo ‘me encantás desde el primer día que te vi’ y me hizo anotar su número de teléfono”.

"Me dijo ‘vení’, me dio como un abrazo y varios besos en el interior de la oreja izquierda, mientras me decía que nadie me había besado así", relató Poch

Asimismo, Poch manifestó: “Me pidió que le escribiera, que le contara cómo estaba. Que me veía mucho más flaca. Que estaba nerviosa y que bajara la ansiedad. En ese momento le dije que me iba. Me dijo ‘vení’, me dio como un abrazo y varios besos en el interior de la oreja izquierda, mientras me decía que nadie me había besado así. Yo le dije ‘no, claramente no’ y me fui de su despacho”.

La mujer destacó que sus compañeros en el Congreso la apoyaron en todo momento. “Hoy me siento más segura para poder dar mi nombre. A esto lo hago para que no le pase a nadie más; para sentar un precedente y que a otras chicas no les ocurra lo mismo”.

La apelación contra el sobreseimiento de Orellana fue presentada por la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº47 y la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) ante la Cámara de Apelaciones.

​​La abogada de Agustina Poch, Fernanda González Allega, destacó en diálogo con Télam que es “la primera vez que un exdiputado es condenado por delito sexual en sus funciones” en la Cámara baja, y dijo que están a la espera de la apelación.

En el fallo, los jueces también le prohibieron al intendente acercarse a Agustina por un plazo de cuatro años. “Creemos que la sentencia es correcta, es ejemplar y, aunque es excarcelable, se adecua a los hechos”, dijo la letrada, y explicó que los magistrados ordenaron “que cuando esté firme la sentencia los datos de Orellana queden en el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual”.

La denuncia por abuso sexual contra José Orellana

En noviembre de 2016, Agustina Poch trabajaba como secretaria de la ex diputada nacional por el socialismo Gabriela Troiano. El despacho de Orellana se encontraba justo al lado y, según cuenta Poch, hubo varios incidentes con el legislador que la llevaron a no querer asistir a su lugar de trabajo ante el temor de cruzárselo en un pasillo o en el único ascensor por el que se accedía a ese piso.

Poch, que al momento del hecho tenía 22 años, denunció que el exdiputado incurrió en "manoseos, acercamientos corporales, comentarios y besos" que nunca consintió, en una oportunidad en la que fue a su despacho para avisarle que tenía gente esperándolo.

La joven había mantenido su identidad en reserva hasta diciembre de 2018, cuando la actriz Thelma Fardin acusó de abuso al también actor Juan Darthés, y eso la animó a usar su verdadero nombre en la denuncia pública. “Escondí mi nombre mucho tiempo; no tiene más sentido hacerlo, yo no hice nada malo”.

(AG / ED / PERFIL)


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