SOBRE CASI TODO (REFLEXIONES Y DIGRESIONES)

OPINIÓN

Y mientras la señora Temis -diosa de la justicia- contemple indiferente a Teseo prisionero en el laberinto del Minotauro y sin el hilo de Ariadna, la oscuridad será lo normal y usual y la luz una peligrosa posibilidad de interpretar la realidad

Sobre casi todo (reflexiones y digresiones)

Por Luis Illuminati

Estimados lectores y amigos de La Gaceta Liberal: Con este escrito doy comienzo como el título lo indica, a una serie de comentarios que los iré escribiendo en varias entregas y con el deseo de transmitirles mis impresiones, percepciones y puntos de vista acerca de la realidad. Qué simple y compleja palabra, concepto, cosa, sueño o pesadilla la realidad. Deseo dentro dentro de un plano de respeto y mesura, pero siempre con absoluta franqueza, intentar un diálogo (aunque parezca un monólogo) que permita una comunidad mental y espiritual que supere (en la medida de lo posible) las antinomias y aporías que se nos presentan diariamente como "el pan nuestro de cada día" o moneda corriente, como quien dice, caminando por el presente como punto intermedio o puente entre lo mejor del pasado y la esperanza de un futuro mejor para la Argentina y el mundo. Trataré de hacerlo con la mejor disposición. Voy al punto. 

El pasado jueves con mi amigo y colega de La Gaceta liberal Walter Ricardo Quinteros nos reunimos en mi casa para conmemorar el tiempo transcurrido desde que me invitó a escribir en su portal que, a decir verdad, no sé si pasó un año o un siglo -el tiempo es tan relativo, dirían Einstein y los presocráticos-, un rato antes me avisó que estaba en el Bar "Caramelo Santo", en el Paseo del Buen Pastor y con mi vehículo lo fui a buscar. De allí fuimos al Café "Acapulco" al aire libre y frente a los Cuatro Grandes del Buen Humor que están enfrente -Avenida de por medio y a ocho o nueve pasos- que son cuatro grandes eucaliptus, añosos árboles llenos de nidos y pájaros, que desde hace cinco o seis años quedaron fuera del predio -como expatriados o erradicados- del viejo Hipódromo del Jockey Club. Ese lugar, que es una esquina o triángulo es mi lugar de meditación preferido. De los cuatro eucaliptus hay uno que sobresale, el más viejo, el cual he bautizado el Vecchio o Gran Américo, después están Toño el Piloto, Guye el Tano d'Oro, y el cuarto (son dos en uno), los Bigotudos (Gorosito y Giuseppe). Sería largo de contar el motivo de estos nombres y la historia que hay detrás de ellos, lo que dejaré para otros capítulos. Baste decir que dicho lugar es como el "déja vu" de otro lugar y otros eucaliptus -pero con el mismo aroma- que tienen que ver con mi infancia y que estaban dentro de un amplio terreno baldío ubicado frente a mi casa de Hurlingham. Terminamos el café y nos cruzamos un momento al sitio donde están plantados los eucaliptus. Y de allí nos fuimos a mi casa donde disfrutamos de un almuerzo y, a la manera de Platón, discurrimos por los vericuetos y senderos del diálogo, todo matizado con un Malbec "Alma Mora". 

Si tuviera que resumir todos los temas que tocamos, yo diría que  fue "Sobre casi todo" tal como reza el título de esta noble y arborescente digresión. El motivo por el cual elegí el epígrafe "Sobre casi todo" para estas digresiones -que también son a su modo reflexiones- obedece a la circunstancia de haber leído de adolescente un libro de Julio Camba (1864-1962) de la Colección Austral (que tiene como símbolo la cabra de la constelación de Capricornio), considerado uno de los grandes del periodismo español. La lectura de sus dos volúmenes "Sobre casi todo" y "Sobre casi nada" me dejaron una impronta imborrable, igual que otros libros de la misma colección. Su particular estilo es acercarse a la realidad para sin agotarla, dar vuelta a los tópicos y a los lugares comunes. La idea o estilo que persigo es como el de Camba, un poco reducir la alienante realidad a un chascarrillo ameno, con la atención puesta en el detalle, sin olvidar el resto del universo, es decir, observando el árbol sin que su visión nos tape la observación del bosque. Ortega y Gasset le ha dedicado buenas páginas al tema del árbol y el bosque como metáfora de la búsqueda del sentido de la vida del hombre sobre la tierra y su relación con los demás entes que lo rodean. Tal estilo es el que venimos desarrollando en esta prestigiosa página de la Gaceta Liberal desde que empezamos, con algunos comentarios adjuntos a las noticias que sacuden la realidad argentina, a las que les imprimimos nuestro personal sello, en otras ahondamos un poco más el pensamiento, filosofando o reflexionando, que para algunos es casi lo mismo (y para mí también), citando personajes de la mitología griega, como Ulises, Sísifo, Hércules, Aquiles, Orfeo, Perseo y Teseo, con la intención de reforzar, aumentar o refutar un argumento o un despropósito, una falacia o una impostura. 

El aforismo o frase destacada al comienzo se me ocurrió con motivo de juicio penal a la vicepresidenta (caso Vialidad), que varias notas le hemos dedicado en este portal, sino también por la reciente resolución de la Cámara Federal porteña que ratifica el procesamiento de la nombrada por el uso ilegal del avión presidencial para el traslado de muebles al hotel de El Calafate, voto de  los jueces Bruglia, Bertuzzi y Llorens quienes confirmaron el procesamiento a la vice. Las dos causas judiciales mencionadas y muchas otras más que los Kirchner a lo largo de su larga aventura con el poder, como la de enriquecimiento ilícito que se tramitó por ante el fallecido Juez Federal Oyarbide quien luego de jubilarse confesó que fue apremiado para que dictara el sobreseimiento del matrimonio Kirchner, lo que desde mi punto de vista y por razones elementales de justicia procede una acción de nulidad por "cosa juzgada írrita" en contra de la prescripción operada por lo menos respecto de la vicepresidente, conforme al principio que manda "afianzar la justicia" (Preámbulo de la C.N.).

Haber trabajado a lo largo de 37 años en la justicia (Poder Judicial de la Provincia de Córdoba) me da cierto conocimiento y experiencia para hablar sobre los procesos penales, sus prolegómenos, las audiencias, alegatos y sentencias finales. He trabajado dos años en la Cámara Primera del Crimen ayudando al fiscal de Cámara (1983 y 1984), luego los Juzgados de Instrucción de Primera y de Decimosexta Nominación (ya desparecidos), también la enriquecedora experiencia de haber trabajado en el Juzgado Civil y Comercial de 22 Nominación -bajo las órdenes del doctor Enrique Napolitano- que antes fue el Juzgado de Paz Letrado de Sexta Nominación, sumado a la traumática experiencia -un verdadero descenso a los infiernos como Dante- como miembro del Ministerio Público Fiscal y de la Policía Judicial, lo que me ha curtido pero no quebrado, me hacen tomar como metáforas judiciales y vivenciales a Temis -diosa griega que representa la justicia, con una espada en una mano y una balanza en la otra y una venda sobre los ojos- y a Teseo, el hilo de Ariadna y el temible monstruo de la naturaleza el Minotauro. Recuerdo con mucha emoción el libro "LA PEREGRINACIÓN DE LA JUSTICIA" del doctor Lázaro Cosacov, vocal de la Cámara del Crimen, que editó el Sr. Federico Lerner, dueño de la editorial Lerner cuyo tradicional negocio estuvo muchos años en calle Duarte Quirós frente al Palacio de Tribunales. Lamentablemente ya fallecieron Lerner y Cosacov cuyo libro me resultó muy inspirador para escribir mi propio libro veinte años después: "JUSTICIA Y SEGURIDAD-PROPUESTAS INTEGRALES", editado por el Sr. Lerner, cuya tapa del libro la dibujó mi padre sobre una idea o visión que tuve en cierta ocasión que ya he contado en otras notas de este mismo Portal. 

En los envíos "Sumarios administrativos" (18/09/22) de esta misma página digital, escribí estas palabras: "Todo esto yo lo pasé en el 2.000, sumariado y suspendido por tres meses, y otro tanto, por criticar el funcionamiento de la Policía Judicial de Córdoba. Y después en el 2010 me doy con la sorpresa que mi proyecto original y otros más presentados posteriormente para mejorar el funcionamiento de la justicia fueron utilizados con las propuestas contenidas en mi libro sin siquiera darme las gracias". Hay otro envío del 30/08/22 titulado "Entrevista en el Panal" donde cuento algunos pormenores con tres subtítulos: "A la espera de Godot" y "El olmo del Panal" y una moraleja en forma de poesía: "Los que se quedan con ideas de otros y las exhiben como propias, tienen a la larga o a la corta un karma / que es una vieja ley del universo... / en tanto mi amigo el peregrino sigue su camino / sin rencores para nadie / cómo no lo voy a conocer si soy yo mismo..."

En fin, todo lo que he relatado precedentemente justifican y explican el epígrafe citado de Temis, la señora justicia, una estatua, un símbolo o una entelequia. Pero el aforismo que he acuñado no es como el de la narración mitológica donde Teseo triunfa y vence al Minotauro y logra encontrar la salida del sórdido laberinto gracias al hilo que le suministró su enamorada Ariadna la hija del rey Minos sino que mi aforismo va de acuerdo a las vicisitudes y avatares vividos en el Infierno del Dante -verdadera catábasis u odisea judicial-, donde si bien Teseo mató al Minotauro (salió bien parado del sumario), no pudo salir del laberinto porque un envidioso le cortó "el hilo de Ariadna" y ha quedado dando vueltas por las galerías, túneles y recovecos buscando la salida igual que un incansable minero que tiene encendida una lámpara sobre su cabeza y habiendo cavado un túnel avanza hacia adelante, ha llegado al final del túnel y con mucho esfuerzo oye un débil sonido del otro lado de la pared que tal vez puede ser gente que también busca la salida, gente que viene en su rescate o tal vez sea el ruido del agua que choca con las rocas. A veces Teseo -que puede ser cualquiera- es Ulises, otras veces Sísifo y Orfeo, que son las vicisitudes, avatares y circunstancias que un farero -hombre que vive en un faro que ilumina desde la costa a los navíos que navegan durante la noche- atraviesa a lo largo de su vida. La ímproba labor de fareros es el destino de algunos hombres, y cuando luego las circunstancias de la vida lo ponen en un Laberinto -o Caverna de Platón- forzosamente se vuelven minero para buscar la salida del túnel y cuando emergen, vuelven a ser fareros como siempre.

Luis Illuminati 

® La Gaceta liberal