COMPARAN A MILEI CON ALBERDI

POLÍTICA / ECONOMÍA

Alberto Benegas Linch, experto en finanzas analizó los postulados del referente libertario. Uno de ellos, la eliminación del Banco Central



El presidente de la sección Económicas de la Academia Nacional de Ciencias Sociales, Alberto Benegas Lynch, indicó que "hay que sacarnos de la cabeza el fetiche de que el Gobierno debe estar atado al dinero" y remarcó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) que "los banqueros centrales, por más competentes que sean, no pueden zafar del error garrafal de distorsionar los precios relativos".

—¿Le parece posible y plausible eliminar el Banco Central como plantea Javier Milei?

Es bueno sacar las telarañas mentales del espíritu conservador. Dejar de lado esa falacia de que si todos lo hacen está bien, si nadie lo hace, está mal. Me parece interesante tener nuevos paradigmas, sobre todo Juan Bautista Alberdi era admirador de los padres fundadores en los Estados Unidos y ellos no concibieron tener un banco central. Recién en 1913 se requirió una enmienda constitucional para enchufar la banca central.

Lo que hay que remarcar es que los banqueros centrales. por mas competentes que sean, no pueden zafar del error garrafal de distorsionar los precios relativos. Tienen sólo tres caminos para hacerlo: expandir, contraerla o dejar la base monetaria igual. De cualquier manera estarían engañando a los operadores, mal asignando recursos y, por lo tanto, empobreciendo a la gente.

Algunos se preguntan, ¿que tal si los banqueros centrales tuvieran la bola de cristal y hacen los mismo que hubiera hecho la gente? Y la respuesta a eso, es "¿para que se metieron si van a hacer lo mismo que hubiera hecho la gente?", con el agregado de que la única manera de saber lo que la misma quiere es dejarla operar. Hay que sacarnos de la cabeza el fetiche de que el Gobierno debe estar atado al dinero, es una sandez.

—¿Y cómo sería si no hubiera Banco Central, cuál sería la moneda de intercambio, como ordenador de mercado?

Es lo mismo que uno se preguntara cómo imagina el mercado de verduras con los rabanitos y las zanahorias si no hay un banco central de zanahorias. Una de las grandes ventajas de la libertad es que no podemos anticipar el resultado, depende de lo que la gente prefiera, pero como la gente está muy familiarizada con el dólar probablemente lo elija pero al poco tiempo se dará cuenta que se ha endosado la banca central local a la extranjera, con los mismos problemas de grado pero no de naturaleza.

Por lo tanto, cuando los bancos dejen de ser sucursales de la banca central la gente va a elegir una canasta de monedas o el metálico de nuevo, etc. La gran virtud del mercado es dejar abierta la energía creativa.

—Lo que imaginan entonces a largo plazo, del estilo del bitcoin o nuevas alternativas de significantes de valor...

Exactamente, sólo que cuando hablamos de bitcoin hay un debate subterráneo, el teorema de la regresión monetaria dicta que el peso de hoy tiene relación con el anterior y así sucesivamente, y en el origen hay una mercancía para usos industriales o comestibles que se usaban como medios de intercambios no monetarios, sin embargo el bitcoin no tiene esa relación, por eso es un incógnita. Pero sí, son activos financieros que la gente considera en ese momento como medio de intercambio. Por tanto no es algo permanente, se puede ir sustituyendo

Ferdinand Saussure construyó la teoría de la construcción de valor, cómo definir que no importaba el material de las piezas de ajedrez ya que siempre el rey va a ser rey. Había una representación simbólica en que el significado y el significante no tenían el mismo correlato. ¿Cómo integra la teoría semántica de los signos y la representación?

Noam Chomsky sostiene que una de las cosas que nos debemos los liberales en el debate, porque son los cimientos de la libertad, es que no somos sólo kilos de protoplasma sino que tenemos conciencia y explica cómo funciona el cerebro en un partido de ajedrez. Y fuéramos sólo protoplasma no habría tal cosa como ideas autogeneradas, proposiciones verdaderas y falsas, ni sentido hablar de la libertad.

El caso que nos ocupa, si alguien quiere comprar alfajores y le dan un recibo que dice "pagaré al portador un alfajor", si el mismo no existe la gente se va dar cuenta que ese significado no tiene relación alguna con ese significante y va a dejar de recibir esos residuos.

Hay proposiciones teóricas que son imposibles de llegar pero como concepto son útiles para acercarnos a ellas ¿Es este el caso, o usted cree que se puede aplicar realmente en el 2024?

Karl Popper subrayó que el conocimiento tiene las características de las corroboraciones provisorias, abiertas a la refutación. Causa gracias pensar que una verdad tienen que ser corroborada empíricamente, lo que diría Popper es que nada es verificable, sino siempre corroborable provisoriamente.

El conocimiento no es un puerto sino una navegación. Tenemos que hacer un esfuerzo inmenso en el mar de la ignorancia en que nos debatimos para encontrar pequeños trozos de tierra fértil para sostenernos No es que no exista la verdad, pero como somos humanos y falibles tenemos que refutarnos entre nosotros para tratar de captar esa tierra fértil. Los liberales detestamos el pensamiento único, por lo tanto el intercambio entre nosotros es bienvenido.

—Le pido una reflexión final acerca de quienes estuvieron el teatro Broadway y fueron personajes importantes de la economía pasada y futura: Domingo Cavallo, Federico Sturzenegger y el propio Milei...

Aprecio a las tres personas. No tengo coincidencia con los dos primeros, aunque veo su buena voluntad para proponer distintos canales, poniendo más énfasis en algunos aspectos que en otros. Al respecto de Milei, tenemos que estar agradecidos de que haya abierto un debate con una profundidad y con una naturaleza que hacia muchísimo no escuchábamos en la Argentina, incluso lo compararía con mi admirado Alberdi.

El análisis que hace Milei de la división de poderes, de los marcos institucionales, de los aspectos monetarios y fiscales, son extraordinarios. Le deseo lo mejor a los efectos de que la Argentina puede retomar un lugar que no debió abandonar. El eje central de todo el liberalismo es el respeto recíproco.

(AO / PAR / PERFIL)


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