YO TAMBIÉN HUBIESE IDO AL CAFÉ DE RICK'S

CULTURA

La película que me gustaría volver a ver antes de morirme se llama "Casablanca"

Por Walter R. Quinteros

Yo quería que el muchachito de la película se quede con la mina, que estaba buenaza. 

El Muchachito se llamaba Humprey Bogart. Humphrey Bogart en la película "Casablanca" se llamaba Rick Blaine.

La mina que estaba buenaza se llamaba Ingrid Bergman. Ingrid Bergman en la película "Casablanca" se llamaba Ilsa Lund.

Reemplace mina por señorita / señora / actriz. 
Pero no me retiren el vaso con whisky del bueno que tengo aquí, a cuatro dedos del teclado.

La película que me gustaría volver a ver antes de morirme se llama "Casablanca".

Pero está basada en la obra teatral "Todos vienen al café de Rick's" de un tal Murray Burnet y Joan Alison, donde Rick, debe elegir (¿Porqué siempre hay que elegir?) Entre el amor y decidir hacer lo correcto. Como si amar no fuese correcto.

O sea, La mujer de su vida debe escapar junto a su esposo para que este siga su lucha contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial y él, el muchachito de la película, se queda en su Café..."Tócala de nuevo, Sam".

Capotón al que no la vio veintiún veces como yo y que por esa razón, señores y señoras, no se las voy a contar completa.

Pero es algo así: La ocupación nazi se extiendía por toda Europa, y miles de personas trataban de huir hacia América siguiendo un largo camino que, partiendo de Marsella iba hasta Casablanca, allí, podían conseguir el visado.

Dos correos alemanes son asesinados en Casablanca y desaparecen los salvoconductos que llevaban. El Capitán Renault, al mando de la gendarmería, tratará de calmar al Mayor Strasser, oficial de la Gestapo a cargo del lugar.

El hombre sospechoso es Victor Laszlo, un líder checo de la resistencia cuya fama ha trascendido por haber conseguido huir de un campo de concentración nazi.

Richard Blaine, Rick, es el propietario del café más popular de la ciudad, al que todo el mundo acude por su posición neutral.

Una noche un delincuente llamado Ugarte, acude a Rick pidiéndole que le ayude a esconder los salvoconductos robados a los alemanes y que piensa venderle esa misma noche a Laszlo y a su esposa Ilsa.

Y aquí viene lo lindo: Cuando el matrimonio Laszlo acude al café, Ilsa reconoce a Sam, el cantante y pianista, al que le pide que entone para ella un tema del pasado, "As time goes bye", a lo que este tras su insistencia accede, provocando la furia de Rick que le había prohibido tocarla.

Cuando Rick se encuentra con Ilsa rompe varias de sus costumbres: por vez primera se sienta en la mesa con un cliente y es él quien invita, recordando que se conocieron en París donde se vieron por última vez el día en que los nazis ocuparon la ciudad.

Rick le pide a Sam que vuelva a cantar la canción mientras bebe y recuerda los felices días de París cuando le pidió a ella que se casara con él mientras planeaban su viaje hacia Marsella huyendo de los nazis. 

Ilsa dejó pasar el tren. Ella no acudió a la estación enviando una nota de excusa y deseándole buena suerte.

Entretanto Laszlo, trata de obtener los salvoconductos en el mercado negro de Casablanca.

El nazi Strasser le ofrece a Laszlo la oportunidad de conseguir el visado si da los nombres de los jefes de la resistencia, señalándole que nunca conseguirá salir de Casablanca, aunque, tras ver cómo Laszlo une a todos los refugiados, haciendo que canten la Marsellesa para acallar a los alemanes, piensa que es demasiado peligroso que esté libre, y planea el modo de acabar con él.

Esos eran cafés y nos estos aburridos paisajes donde no vuela ni una piña.

Rick habla de nuevo con Ilsa, tratando de escuchar las razones de su abandono, contándole ella que Victor es su marido y que ya lo era cuando estaban en París.

Tramposa, la niña. Y yo que la llevé al río... Desesperada por no poder conseguir los salvoconductos, Ilsa va a ver a Rick y le exige que se los entregue.

Renault irrumpe en el bar y detiene a Laszlo. Rick convencerá a Renault para que lo deje en libertad prometiéndole detenerlo por un cargo más importante: por posesión de los salvoconductos que él mismo le entregará. 

Rick piensa que con eso conseguirá que Ilsa quede libre y podrá marcharse con ella a Lisboa.

Cuando Renault trata de detener a Laszlo, tal como había acordado con Rick, este lo evita amenazándolo con una pistola. Entonces todos van juntos hasta el aeropuerto. 

Rick convence a Ilsa para que se marche con Laszlo, que la necesitará más que él, ya que si permanece allí ambos serán detenidos.

O sea, en el fondo era un buen tipo este Rick.

Y cuando el avión va a despegar, aparece el Mayor Strasser que tratará de impedirlo. 

Señoras y señores, ésas son películas.

Dirigida por Michael Curtiz. 
Producida por Hal Wallis.
Guión de Julius Epstein, Philips Eptein, Koch y Robinson. 
Y la música de Max Steiner.
Los jugadores que salieron a la cancha son:
Humprey Bogart, Ingrid Bergman, Paul Henreid, Claude Raims, Conrad Veidt, Sidney Greenstreet, Peter Lorre, S.K.Sakall, Madeleine le Beau, Dooley Wilson y Joy Page. Entre otros.

"Es un buen comienzo para una gran amistad", le dice Rick a Renault. 

Yo quería que el muchachito de la película se quede con la mina, que estaba buenaza.

(LA GACETA LIBERAL / CULTURA)


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