OPINIÓN
Los "Orcos" son percibidos como personajes mitológicos muy feos y desagradables, agresivos, sin escrúpulos y crueles que fueron conocidos a partir de "El señor de los anillos"
Por Mario Casalongue
Uno cuando ve las disputas feroces entre algunos sectores políticos de la Argentina, puede tener la sensación de estar viendo una de las películas de la saga en la que miles y miles de estos pestilentes personajes luchan desesperadamente por conquistar una nueva posesión sin importarles lo que tengan que aplastar o destruir.
Se manejan en manadas desorganizadas pero en algún punto coordinadas, se pelean entre sí, pero en la sumatoria avanzan y aplastan todo a su paso.
En eso está el sector dirigencial que domina la conducción del país, preocupados en mantener sus viles posiciones mientras destruyen los sueños y oportunidades de millones de argentinos jóvenes y niños que siguen sumergidos en esta miseria económica social y cultural en la que han sido hundidos por una masa dirigencial de "OrKos".
Mientras ellos libran su "guerra", sin sentido y patológica, nuestros descendientes son víctimas de la destrucción de las bases fundamentales de nuestra nación. En el centro está Córdoba, rogando que los daños colaterales de esta guerra por “todo” sean lo menos perjudiciales posible.
Una Córdoba que tiene un potencial enorme por su historia, sus campos, sus industrias y la vocación emprendedora de gran parte de su población dispuesta a construir y desarrollarse con el esfuerzo propio.
El Gobierno de Juan Schiaretti deshoja la margarita para que la situación nacional no termine de deshilacharse y arrastre los logros conseguidos en sus años de gestión, o que saquen a luz las muchas falencias que hubo en áreas vitales como la salud, la educación, la Justicia, la corrupción que ha logrado mantener prolija y trabajosamente bajo la alfombra al menos hasta ahora.
Las cosas se están complicando cada vez más, y no hay demasiado que se pueda hacer. La escalada de precios ya no depende de la provincia, la disparada en los niveles de pobreza tampoco. Sólo queda rogar que desde el Gobierno nacional logren de alguna manera frenar la debacle hasta el próximo cambio de gestión.
Mientras la oposición, que critica los resultados de la pésima gestión kirchnerista que con su estrepitoso fracaso ayudaron a volver recargados, sigue adoleciendo de una falta de propuestas concretas y viables para los diferentes temas que se está planteando en nuestra sociedad.
Solo Javier Milei se ha atrevido a elaborar un plan y las medidas concretas que tomaría al asumir, el resto pasan casi todo su tiempo negociando cargos y posiciones o destinando horas y horas de tiempo en criticar o relatar lo que ya todos sabemos y padecemos .
Es hora que los dirigentes opositores construyan equipos de trabajo y elaboren propuestas para que la ciudadanía tenga que votar el año que viene. También deberían reducir los niveles de rosqueo y trabajar en seducir a más y más ciudadanos capaces que quieran meterse en la batalla para recuperar lo que quede de las estructuras dañadas por tantos años de Gobierno kirchnerista.
Hay gente que piensa que es tanta la destrucción, que las bases están tan deterioradas, y la única manera de rescatar al país será por medio de un cambio que venga de arriba hacia abajo.
(NOVA)
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