SUSANA NOS DEJÓ SU POESÍA

SOCIEDAD

Amiga y poeta, Susana Cabuchi tenía 73 años. Falleció a causa de un infarto

Por Walter R. Quinteros

La queríamos todos.

Pero se nos fue de viaje.

Somos afortunados los que llegamos a conocerla, a hablar o escribirnos.

Somos afortunados todos, porque nos ha dejado su inmensa poesía.

Susana había nacido en Jesús María, en 1948. 

Cursó la carrera de Letras Modernas.  

Se desempeñó como Directora del Departamento de Letras, Teatro e Historia (de la provincia) hasta 1993, institución de Jesús María que la tenía como fundadora. 

Dirigió talleres literarios y clínicas de escritura. 

Había obtenido distinciones en certámenes literarios a nivel nacional e internacional. 

Sus poemas han sido traducidos al italiano, al francés, al árabe y al portugués por escritores poetas y traductores cordobeses. 

Integró jurados de concursos literarios de poesía y narrativa de la provincia, del país y del exterior. 

Colaboró en diarios y revistas especializadas.

Dictó cursos, seminarios y talleres de escritura, de literatura y de lectura para docentes, niños, jóvenes y adultos en diversas provincias de la Argentina y en países limítrofes. 

Ayer falleció en su ciudad natal, Jesús María.

La semana pasada, había presentado su último libro, al que tituló “Siria”.

Esta semana estaremos todos tristes.

Leamos juntos, cuatro de sus poemas.

EL DULCE PAÍS

Entonces, tus ojos eran caramelos de miel
y hablabas
de las bicicletas que regalaba el Niño Dios
a los que no podíamos comprarlas.
El río se callaba para que tú contaras figuritas.
Yo era alegre,
y eran alegres los nísperos del patio.
Y tú eras otro,
no el hombre de hoy
lejano como todos.
Cada domingo era una sorpresa de ciruelas,
de plaza con hamacas.
Tu padre cantaba en el taller
mientras tu madre
lavaba mamelucos de amor y aceite.
El mío no había partido todavía
y llegaba al hogar con dulces y regalos.
Yo oía con asombro tus mentiras
y creía en gigantes voladores
y en ángeles guardianes
que cuidaban tu ropa y mis zapatos.
Por cada diente el ratón nos compraba mandarinas.
La abuela abría el gran ropero
y sacaba
turrones envueltos en papeles crocantes.
Si vuelves, como entonces,
con sombrero de piel y las manos con barro
verás que guardo aún
el corazón de las manzanas.

(De "El corazón de las manzanas", 1978)


LA CARTA

Ha llegado la carta.
Está sobre la mesa,
al lado de las flores.
La miro
largamente.
Conozco la letra.
Pero la leeré
a la medianoche,
cuando los trenes
que pasan hacia el norte
hagan temblar
los vidrios de la casa.

(De Patio solo, 1986)


VISITA

Un viajero
ha llegado a la casa.
Salimos todos
a abrazarlo
porque trae noticias del hermano.
Habla de campos secos,
del hambre en las ciudades,
muestra fotografías.
Después del almuerzo
le servimos
la fruta más dulce del ciruelo.
Y la ha comido,
pero sin alegría.

(De Patio solo, 1986)


ÁLBUM FAMILIAR

Los padres
fueron una vez
a Mendoza.
Me dejaron
una foto con nieve
a orillas del camino
con un gran auto negro
y con amigos.

Me dejaron
una foto con nieve
y este frío.

(De Álbum familiar, 2000)

Gracias por tu amistad Susana, gracias por tu poesía. Descansa en paz.

(LA GACETA LIBERAL)


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